Plantígrados y digitígrados:

dedos y almohadillas

 

Una almohadilla está formada por un cojín grueso de tejido conjuntivo fibroso que tiende a mantener juntos los huesos que están por encima, limitando su movilidad. Por tanto, las almohadillas han de estar subdivididas de manera que permitan el movimiento cuando sea necesario. En las especies que carecen de especializaciones cursoriales (para correr) los dedos están ligeramente desplegados y pueden moverse independientemente hasta cierto punto. Además, durante la locomoción hay movimiento, no sólo en la muñeca o el tobillo, sino también en las articulaciones más distales. Incluso en un animal plantígrado  (ver figura) el pie no se despega del suelo de una vez sino progresivamente, de forma que el empuje final lo proporcionan los dedos.

 

 

Imagen de unos dedos y almohadillas

 

 

Entre los diferentes tipos de almohadillas cabe distinguir las almohadillas digitales, que se hallan al final de cada dedo formando un cojín bajo el punto de presión principal, y las almohadillas metatarsianas o metacarpianas, bajo la articulación entre las falanges y el metacarpo o metatarso, respectivamente, que a menudo se encuentran más o menos fusionadas formando una almohadilla plantar. Algunos mamíferos (p.e., perros, gatos, caballos) también poseen almohadillas bajo los huesos carpianos o tarsianos (almohadillas carpianas o tarsianas, respectivamente).

 

La superficie entre las almohadillas puede ser desnuda o estar cubierta de pelo. En el pie plantígrado suele estar desprovista de pelo, mientras que el pie digitígrado, donde las almohadillas son los únicos puntos de contacto con el suelo, el resto de la superficie sí está cubierto de pelo. El pelo parece estar especialmente desarrollado como elemento de protección frente a las temperaturas extremas. Por otro lado, la pérdida de pelo también puede ser una adaptación para excavar o nadar.

 

En un digitígrado como el perro (foto superior), los dedos están algo flexionados (ver figura), de manera que las almohadillas digitales se disponen al lado de la almohadilla metacarpiana, formando una única estructura de soporte (ver animación).