Constatando que los documentos de la plataforma "Un partido de clase"
recogen algunas de mis
aportaciones
presentadas en el Comité Federal del PCE del 13 de mayo de 2017, y que
espero también sean recogidas en el documento reelaborado por la
Permanente, indico a continuación otras aportaciones a los documentos
de la mencionada plataforma.
Documento
político:
Hay que recordar que, según la precisión realizada por Engels en 1890
al texto del Manifiesto Comunista que ambos firmaron en 1848, lo que es
la historia de las luchas de clases (página 2) es la historia
escrita de la Humanidad, excluyendo
la sociedad primitiva previa a la división en clases. Teniendo en
cuenta que el objetivo último de los y las comunistas incluye la
desaparición de dicha división en clases, conviene recalcar que ésta no
es originalmente connatural a la Humanidad, y que por tanto "
la hegemonía de la clase obrera"
debe también ser transitoria.
Coincidiendo (página 3) en que la "
nueva
política" tiene su sentido en la perspectiva de la transición
socialista hacia el comunismo, hay que reconocer que el desarrollo
tecnológico, y en particular las nuevas formas de comunicación en red
que Internet facilita, permiten añadir aspectos nuevos a dicha
perspectiva para la autoorganización social. Hay que recordar que
precisamente porque el comunismo marxista se fundamenta en un enfoque
científico su contenido no es estático, sino que es un pensamiento en
desarrollo.
Y nosotros también debemos hablar de una "
nueva cultura" abierta al futuro
pero enrraizada en la propuesta de
Josep
Renau durante la Segunda República.
Decir que la xenofobia es común a
Clinton
y a
Trump (página 4) es perder
de vista la especificidad fascista de éste, asentada en la xenofobia,
el racismo, el machismo y la homofobia, contra los cuales se ha
levantado en Estados Unidos la Marcha de las Mujeres que incluye a
seguidores de Clinton y
Sanders.
La expresión "capitalismo de casino" (página 5) podemos utilizarla
correctamente como metáfora de un capitalismo basado en la especulación
financiera.
Hay que matizar la afirmación de que "
No
hay alianzas posibles con el nacional capitalismo". Naturalmente
que no podemos pactar con el fascismo, pero los comunistas hemos
realizado múltiples alianzas con distintas formas de burguesía nacional
en el marco de una alianza antimperialista (siguiendo por cierto las
orientaciones de
Marx,
Lenin y
Mao), y especialmente de la pequeña
y media burguesía objetivamente enfrentada con el gran capital.
Incidentalmente, debo indicar que "
La
ley de la “baja tendencial de la tasa de ganancia”, que Marx desveló en
su análisis crítico del sistema capitalista" (página 6) es
teóricamente incorrecta, como demuestro en mi trabajo
A Dynamical Model of
Evolution of the
Mean Gain Rate, publicado en
Scientific
Inquiry: A Journal of the IIGSS, vol.7, No.2, June, 2006, El
problema era que Marx no disponía de los instrumentos matemáticos para
estudiar la evolución de los sistemas económicos fuera de posiciones de
equilibrio, instrumentos que sólo se han desarrollado en la segunda
mitad del siglo XX.
Por otra parte, para analizar el desarrollo histórico de las crisis
capitalistas hay que distinguir entre las crisis de ciclo corto y los
ciclos largos de
Kondratiev,
así como tener en cuenta los efectos de los límites ecológicos para un
crecimiento sostenido (puede leerse al respecto mi articulo "
La naturaleza del capitalismo"
(2002)). Allí se explica, por cierto, que no "
es cierto que podría haber capitalismo sin
mayor contaminación que la natural" (página 14), dado que el
crecimiento consustancial al capitalismo choca con dichos límites
ecológicos.
Naturalmente, el PCE como partido de la clase trabajadora no puede
sustituirse por "
propuestas pluri
clasistas de movimientos transversales" (págima 15), pero estos
movimientos forman parte del bloque político y social que debemos
impulsar para cambiar la correlación de fuerzas, y en cuyo marco se
sitúa el papel de Unidos Podemos (página 16). Por ello, es muy confusa
la afirmación de que "
Es,
precisamente, cuando se logra que la hegemonía de clase sea asumida
como propia por la mayoría social, cuando se consigue el poder"
(página 17). La hegemonía de la clase trabajadora se expresa en su
capacidad de aglutinar a su alrededor a sectores sociales intermedios
para configurar una mayoría social alternativa, lo cual no supone que
dicha hegemonía sea "
asumida como
propia" por el resto de sectores populares. ¿Habremos de
recordar, en el aniversario de la Revolución de Octubre, que el partido
bolchevique sustituyó su propio programa sobre el campo, basado en la
nacionalización de las tierras, por el programa de los eseristas de
izquierda basado en el principio de la tierra para quien la trabaja, a
fin de forjar la alianza obrero-campesina?
Es también confusa la expresión "
concluir
el Estado de las autonomías en un Estado Federal": el Estado
Federal no es la "conclusión" del Estado de las autonomías, sino su
superación, que naturalmente requiere la apertura de un proceso
constituyente rupturista, más aún si ha de ser republicano. Una cosa es
asumir que actualmente no se den aún las condiciones de correlación de
fuerzas para conseguir una ruptura democrática, y otra sembrar la
ilusión de que sin ella pueda conseguirse una República Federal.
Y para mayor confusión, el cuestionamiento de "
ciertas fórmulas "autodeterministas", o
sucedáneos, que encubren un independentismo sin debate" (página
18). Habrá que recordar que el derecho de autodeterminación es un
principio histórico del PCE que no abandonó ni siquiera en su 9º
Congreso, y que no implica un independentismo, sino la asunción de que
la unión de los pueblos debe ser libre y no forzada, especialmente en
un Estado Multinacional.
La frase "
La coalición electoral
Unidos Podemos perdió 1 millón de votos el 16J con relación al 20D"
no es correcta. Además de que era el 27J, Unidos Podemos no pudo perder
votos en relación al 20D cuando el 20D no existía. En todo caso, habría
que decir que Unidos Podemos obtuvo el 27J un millón de votos menos que
la suma de IU y Podemos el 20D.
Y debemos recordar que IU fue en su origen una formación ampliamente
plural, incluyendo incluso al Partido Carlista y al Partido Humanista.
Esa pluralidad se ha ido reduciendo posteriormente (aunque debamos
felicitarnos de alguna incorporación reciente como el Partido
Feminista), de modo que, antes del último ciclo electoral, tuvimos que
integrarnos en formaciones más amplias, como la Izquierda Plural, y ya
entonces hablábamos de superar la IU realmente existente en ese
momento. La diferencia estriba en que, si en Izquierda Plural la fuerza
mayoritaria era IU, no lo es en Unidos Podemos, pero ésta se inscribe
en el mismo proyecto de convergencia política y social de la izquierda
que condujo en su día a IU, y que no puede reducirse a nuestro propio
ámbito ideológico.
Cuando se habla de "
referencia de
clase" (página 23) hay que recordar que la expresión "
creación de empleo" coloca a la
clase trabajadora en una posición subordinada, como "empleados" por los
"empleadores" que aparecen como el sujeto activo, y que
mayoritariamente son los empresarios. Dicha expresión debe sustituirse
por otras como "incremento de puestos de trabajo", "movilización de
fuerza de trabajo", etc., que sitúen siempre a los trabajadores y
trabajadoras como el elemento activo que son para la creación de
riqueza, y como corresponde a un partido de clase trabajadora que debe
serlo "para sí", en la terminología de Marx.
Documento
organizativo:
Es cierto que "
quienes se ven
obligados para subsistir ellos y su familia a vender su fuerza de
trabajo forman parte de la clase trabajadora" (página 5), pero
hay que matizar la afirmación siguiente de que "
en algunos casos que representan un
pequeño porcentaje su capacidad de decisión y control autónomos sobre
los medios de producción (sobre todo la fuerza de trabajo de otras
personas) que están a su disposición (aunque no sean sus propietarios)
les pueden situar más cerca de los intereses objetivos de la burguesía".
Porque precisamente hay que distinguir entre aquéllos que por la
naturaleza de su trabajo ejercen control autónomo sobre los medios
técnicos de producción (como es el caso de los técnicos o de profesores
o médicos asalariados) y aquéllos que ejercen funciones de mando sobre
otros trabajadores por delegación de los propietarios del capital (como
es el caso de capataces o ejecutivos asalariados).
En el caso de los segundos, que normalmente tienen retribuciones que
exceden a la proporción correspondiente a su formación y que suponen
una transferencia de plusvalía al ejercer funciones delegadas del
capital, actúan directamente como agentes de éste.
Pero en el caso de los primeros, lo que se da es una nueva
contradicción con el capital, que además de a la distribución de la
renta atañe al control de la producción, en la que los requerimientos
técnicos de ésta chocan con las relaciones de producción capitalistas
que dan el poder de decisión a los propietarios del capital. Por ello,
precisamente este sector de la clase trabajadora se encuentra en
condiciones objetivas óptimas para su empoderamiento, prescindiendo de
unos capitalistas que han devenido históricamente innecesarios. Otra
cosa es que su organización y su conciencia de clase les permitan
asumir ese papel. Pero ese es precisamente el papel del Partido. Sobre
este tema pueden encontrarse referencias en mis artículos "
Capitalismo y
cualificación", "
La
revolución del siglo XX" y "
La classe treballadora del
segle XXI" y en mi ponencia "
Innovation and
growth in the Economics of Information".
El texto de
Lenin "
Dos tácticas de la socialdemocracia rusa
ante la revolución" está destinado precisamente a refutar la
tesis de que "
No corresponde a la
clase obrera hacer la revolución que corresponde históricamente a la
burguesía y que ésta no hizo en nuestro país" (página 6). A
dicho texto por tanto me remito.
Hay que matizar la afirmación "
Sólo
el debate político profundo y la síntesis dialéctica hacen posible un
acuerdo fundamental" (página 10), dejando claro que hay que
impulsar un debate político profundo y buscar síntesis dialécticas,
pero que cuando llega el momento de la acción (que las circunstancias
de la lucha no permiten postergar indefinidamente) los acuerdos
mayoritarios han de ser aceptados por todos los miembros del Partido.
Ésto es un principio democrático básico, sin el cual ninguna
organización puede funcionar.
Y "la
llamada "superación" de IU" (página 11) es consustancial a un
enfoque dialéctico de nuestra política de convergencia política y
social, evitando que ésta se fosilice en lo que en la práctica funciona
como un partido político clásico, perdiendo su carácter de movimiento
político y social, que por su misma naturaleza debe estar siempre
abierto a su desarrollo y ampliación a nuevos marcos de unidad popular.
Y la pretensión de que "
los miembros
de los comités en todos los niveles posean al menos en su 75%
experiencia de dos años en una
relación laboral" puede
excluir a sectores importantes de la juventud. Sería mejor plantearlo
al contrario, estipulando que las personas en "
puestos institucionales o de confianza,
liberación de partido o de sindicatos, de ONG u otras organizaciones
sin ánimo de lucro" no superen el 25%.
El término "núcleo" no conlleva una idea de "
dimensión pequeña y cerrada"
(página 14). Por el contrario, el concepto de núcleo tiene un sentido
abierto de dinamización y proyección en el entorno en el que se
constituye.