La excavación durante esta temporada del Cuarto 7 del palacio 6J2, con su elegante fachada de tres vanos, así como la amplia escalinata sobre la que se asienta, flanqueada por el lado este por un friso decorado, ha dotado al patio interior de la Acrópolis de una nueva imagen arquitectónica excepcional, más adecuada a la monumentalidad del conjunto.
Un resultado similar es el que proporcionó la continuación de las excavaciones del Palacio de Oriente, uno de los edificios más importantes de la ciudad y sede del poder real, así como las investigaciones en el palacio 6J3 y en el Grupo Sur, donde el hallazgo de una pirámide con una escalinata central perfectamente conservada fue uno de los descubrimientos más celebrados por el Proyecto.
La arquitectura palaciega de La Blanca no sólo destaca por su monumentalidad sino también por la calidad de los revestimientos interiores de estuco, que antiguamente estuvieron pintados de vivos colores. La presencia de pigmentos de importación como el rojo-cinabrio o los verdes de cobre, encontrados en esta temporada, son testimonio del auge que conoció La Blanca en el Clásico Terminal.
El hallazgo de tres enterramientos que presentan un patrón funerario muy similar a los documentados en las anteriores temporadas de campo constituye un nuevo testimonio sobre el abandono de estos palacios en el Clásico Terminal, es decir, en un momento coincidente con el llamado colapso de la civilización clásica maya, así como sobre esa breve ocupación de la que fue objeto el sitio en el Postclásico Temprano, al igual que ocurrió en otros centros de la cuenca del río Mopán que compartieron una historia similar a la de los pobladores de La Blanca.
(Fotos PLB 2008)