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Cómo impulsar políticas públicas de gobierno abierto...y no morir en el intento, por J. Luis Sahuquillo

  • 27 diciembre de 2020
 

Cómo impulsar políticas públicas de gobierno abierto...y no morir en el intento

J. Luis Sahuquillo Orozco
Diplomado en Gestión Pública. Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Máster Universitario en Desarrollo Local. Experto en Dirección Pública y Liderazgo Político. Máster en Igualdad de Género. Director ejecutivo de EQUÀLITAT, participació i igualtat

 

 

Son ya 10 los años que desde EQUÀLITAT llevamos aplicando políticas de Gobierno Abierto. Fuimos prematuros a los movimientos de las mareas españolas, o al propio movimiento 15M. Pensábamos que una de las salidas a la crisis económica del 2008, y sobre todo a la de la desconfianza y la desafección era la cogestión (término de moda con la pandemia de la COVID-19) de los asuntos públicos. En todo este camino hemos aprendido mucho a cómo dirimir los intereses de las asociaciones, escuchar las reivindicaciones aisladas de algunas personas no organizadas o hacer malabares con las diferentes fuerzas políticas representadas en el pleno municipal. Todo ello con el objetivo de impulsar, de manera exitosa, políticas de participación ciudadana y transparencia pública en casi 100 ayuntamientos de la Comunitat Valenciana.

Nuestro planteamiento o metodología, por aquellos tiempos (2011), era muy diferente a la que es ahora. En este largo camino, de luces y sombras, hemos conformado una metodología que podemos dar por contrastada y que, a día de hoy, nos está funcionando en la mayoría de los proyectos que estamos impulsando para municipios del territorio valenciano.

Como lo que se nos ha pedido con este artículo es que seamos prácticos, pedagógicos, y huyamos de teorías y libros, hemos pensado que sería muy útil para muchas personas que están empezando en este mundo de la consultoría pública, poder resumir las claves para no fracasar en la implementación de una política pública local de Gobierno Abierto. ¡Qué bueno sería que nos dieran los componentes de la vacuna de la COVID-19 antes de enfermar!.

Es en base a ello y a un artículo que escribí hace unos años para la plataforma https://beersandpolitics.com/, titulado “Cómo impulsar políticas públicas de igualdad..y no morir en el intento” ,lo que me ha llevado a poner el foco ahora en el Gobierno Abierto.

Allá van mis consejos, humildes pero contrastados, para no fracasar en la implementación de políticas públicas locales de Gobierno Abierto:

 

1. ¡Por favor, una paella valenciana! Para comenzar un proyecto de Gobierno Abierto, al igual que para comerte una buena paella valenciana, debe de haber 3 componentes básicos, más el principal, esto es: el equipo impulsor debe de estar conformado por funcionariado (pollo), políticos (conejo) y los profesionales externos (verdura). Eso sí, en cuanto tengamos el sofrito y el caldo, lo más importante es añadirle un buen arroz valenciano (ciudadanía). Aviso al cuñado cocinero: ¡Es importante tener un equilibro en todos estos ingredientes!

 

2. “Welcome to the Jungle”. Tenía yo 4 años cuando la mítica banda de los Guns N’ Roses publicaba este mítico tema. Cuando impulsas un nuevo proyecto de Gobierno Abierto en un municipio has de comenzar organizándolo todo, tanto a nivel asociativo como a nivel institucional. Puede que te asustes al principio con lo que te encuentras, pero recuerda el comienzo de este bonito tema: “Bienvenido a la jungla, tenemos diversión y juegos”. Medios y recursos para trabajar y disfrutar de ello seguro que no te faltarán.

 

3. “Tots a una veu”. Esta frase del himno valenciano y que la Generalitat Valenciana la ha cogido prestada como slogan, nos viene muy bien para plasmar la siguiente idea. Al igual que en el impulso de políticas de igualdad, aquí también el principio de transversalidad debe ser un valor fundamental en todo el proceso. Todas las concejalías delegadas o áreas deben de remar en un mismo sentido, y deben de ser partícipes de este proceso.

 

4. Juguemos al Tetris. Créame el lector de este artículo que dirimir entre los interés colectivos y personalistas, o entre los políticos y los de interés público no es siempre sencillo. Has de encajar a cada entidad social dentro de su posición o darle el lugar que se merece. No todas las personas u organizaciones tienen las mismas pretensiones. Al igual sucede con las fuerzas políticas, o incluso con el propio equipo de gobierno en los casos de coaliciones gubernamentales (que haberlas haylas, y muchas). La experiencia te hace ver y saber dónde y cómo encajar cada una de las piezas del Tetris.

 

5. ¡Es la confianza, estúpido! Me he permitido la licencia de adaptar aquella mítica frase “The economy, stupid” utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush, para explicar que la clave de todo es la confianza, que como sabrá el lector de este artículo, tanto cuesta ganarla y tan poco perderla. En cuanto pongas un pie en las instalaciones municipales las miradas y los murmullos serán habituales: ¿Quien es este?, ¿Qué tiene un nuevo asesor el alcalde?, ¡Y se gastan el dinero en este tipo de acciones!”. El trabajo del consultor durante los primeros meses es crucial: has de buscar aliados, tener controlados a los puntos de conflicto e intentar demostrar tu valía, tanto a nivel interno como a nivel externo. Demostrar aquí tu compromiso con el valor de servicio público y tu humanismo te puede venir muy bien (considerando que estos valores son intrínsecos en tu labor profesional).

 

Fuente: https://unsplash.com/photos/ymf4_9Y9S_A

 

6. Con C de Comunicación. Cualquier proyecto público se ha de comunicar de una manera eficiente y eficaz. Eso sí, ello se debe de hacer desde el principio del proyecto, me explico: un concejal o concejala no se puede ser conocedor de la iniciativa por un digital comarcal o por la página de Facebook del ayuntamiento. Se debe de hacer un esfuerzo inicial para escribir una carta a toda la Corporación Municipal u organizar una reunión para presentarte o exponer la hoja de ruta que vas a aplicar en su municipio. Esta comunicación cuanto más creativa sea tendrá más engagement y ello repercutirá en una mayor participación en todas las acciones que se impulsen posteriormente.

 

7. Sin recursos no hay paraíso. Difícilmente podremos tener una buena política pública local si no destinamos recursos humanos y económicos a la Concejalía de Gobierno Abierto. Para ello la concejala o concejal debe de sensibilizar al resto del equipo de gobierno de la necesidad de disponer de una disposición de crédito adaptada a las reivindicaciones ciudadanas y a los propósitos que quiere impulsar para el siguiente año. A nivel autonómico valenciano tenemos suerte, ya que la Conselleria de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica de la Generalitat Valenciana dispone de ayudas anuales para impulsar proyectos o acciones de participación ciudadana y/o promoción del asociacionismo, por un lado, o de promoción de la transparencia pública y el acceso a la información pública, por otro. Ello unido a otras líneas de subvenciones como las del Servicio de Transparencia la Diputació de València puede sacar de un gran apuro al Área de Gobierno Abierto del ayuntamiento en cuestión.

 

8. La liga son 38 jornadas. Un proyecto potente de Gobierno Abierto contiene un plan de acción a implementar según la cronología que se haya planteado por parte del equipo impulsor. Habitualmente un plan anual de Gobierno Abierto para un municipio mediano (entre 10.000-20.000 habitantes) puede contener, perfectamente, unas 20-25 acciones anuales. En este caso la lucha por la permanencia es la clave. Seguramente que en algún partido no consigamos más que empatar, pero no podemos frustrarnos, y hemos de entrenar y organizar el siguiente con la misma ilusión y fuerza. La regularidad y la constancia es la clave.

 

9. ¡A 200 metros coja la segunda salida! El proyecto debe de tener una hoja de ruta bien definida y contrastada. Tenía serias dudas de qué titular poner a este epígrafe: dudaba entre “¡Los experimentos para los laboratorios!” y “La homeopatía no sirve en la politología.”. Creo que reflejando los 3 títulos posibles queda suficientemente clara la idea que quiero exponer.

 

10. Alcaldesa, le espero en el backstage. La figura del consultor siempre debe de quedar detrás, el protagonismo siempre es para la alcaldesa o el alcalde. Recuerdo que Esteban González Pons (político español afincado en el Parlamento Europeo) en su libro “Camisa Blanca” (2011) nos llamaba a los politólogos “los fontaneros de la política”; necesarios para que el agua salga las 24 horas del día limpia por los grifos de los hogares, pero invisibles a la mayoría de las personas.

 

11. ¡Por favor, recicla: los dípticos al contenedor azul! En la era de las redes sociales no podemos pensar que empapelando la ciudad con panfletos o dípticos vamos a llamar la atención de la ciudadanía. Lo que habías destinado a la impresión dedícalo a un pequeño spot creativo de 1 minuto para lanzarlo por Instagram. La ciudadanía y el planeta te lo agradecerán.

 

12. Compañero, House of Cards es una serie. Las cosas a veces son más sencillas de lo que parecen. La realidad nada tiene que ver con la ficción, pero requiere esfuerzo. Aún así sentirás ilusión y orgullo de que, lo que parecía imposible, lo estás consiguiendo (hay veces que te puede resultar ficción, pero no, ¡ha sido tu esfuerzo!).

 

13. Los pies siempre en la “terreta”. El conocimiento del territorio para aplicar políticas de desarrollo local o de Gobierno Abierto es vital. Esto lo aprendí en mi paso por el IIDL de la Universitat de València. Cada pueblo tiene su identidad, su problemática propia, sus reivindicaciones, etc. El trabajo del consultor es definir estos elementos (y otros muchos más) durante las fases iniciales del proceso.

 

14. ¡Make Teruel, great again! Lo que funciona en un lugar no tiene por qué funcionar en otro. Aplicar una metodología que ha funcionado exitosamente y que has aplicado en un municipio costero de La Safor no funcionará (casi seguro) en un municipio de La Manchuela conquense. Hay que escuchar mucho para conocer el prisma y las herramientas que se destinan al proyecto, que siempre deben de ser adhocráticas.

Fuente: https://unsplash.com/photos/w7ZyuGYNpRQ

15. ¡No busques caracoles en la playa! Es importante que sepamos que la mayoría de las políticas de participación ciudadana fracasan porque ponemos el epicentro del proceso en la sede física del ayuntamiento. Las acciones de participación ciudadana deben de estar donde está la gente. Es lo que en EQUÀLITAT decimos habitualmente “O Mahoma va a la montaña o la montaña va a Mahoma”. Hemos de ser dinámicos en todas las acciones y saber donde se mueve nuestro público diana.

 

16. La obsolescencia de la participación. Al igual que en la tecnología, lo que hoy nos funciona mañana ya no nos vale para el mismo propósito. ¿Quién iba a imaginar la penetración del WhatsApp en nuestras vidas hace poco más de 5 años)? Hace muy poco casi todas las campañas públicas de comunicación digital se hacían por Facebook, ahora se hacen por Instagram; y dentro de unos meses estaremos hablando de Tik-Tok, la plataforma china de vídeo que está triunfando entre los millennials. Ello nos obliga a estar pendientes de los avances de la tecnología o de las herramientas o dinámicas que se van impulsando.

 

17. La Matrioshka asociativa. Una de las acciones que se deben de impulsar es la organización del tejido social. Habitualmente cuando comienzo un proyecto de Gobierno Abierto en un municipio donde no se han trabajado estas políticas públicas me encuentro con algo de “caos” organizativo.  La organización de estas entidades en diferentes consejos municipales, territoriales o sectoriales nos puede ayudar mucho a impulsar un trabajo cooperativo y comunitario eficaz en pro del proyecto.

 

18. Distrito politológico. Es conocido por todos mi promoción de la figura del polítologo, incluso cuando esta carrera universitaria sólo la cursaban los “frikis” de la política y Podemos ni tan siquiera existía. Creo que el Grado en Ciencias Políticas y de la Administración nos capacita en numerosas materias que son básicas y necesarias para coordinar este tipo de proyectos públicos. Algunos ejemplos pueden ser: el Derecho Administrativo, las técnicas de investigación social, o el propio dinamismo de las personas que cursamos este grado universitario. No por ello quiero expresar que estos proyectos son “Coto privado reservado a politólogos”; grados como el de Sociología encajan también perfectamente en este tipo de consultoras y de procesos participativos. No obstante, y tal como dice mi madre: “una carrera no te lanza a tener un buen trabajo, depende mucho de tus habilidades y capacidades”.

 

19. El funambulismo de la politología. Relacionado con ello hay que reconocer que hay veces que es muy complicado trabajar para muchos ayuntamientos en estas materias, me explico: puede que en un ayuntamiento de Camp de Túria trabajes para el PP y que los concejales y concejalas del PSOE te vean como un facilitador del equipo de gobierno y por ello quieran “entorpecer” el proceso. Resulta, por otro lado, que en la comarca vecina de L’Horta Nord trabajas para un gran municipio gobernado por el PSOE y entonces ahora es el grupo popular el que te lanza algunos dardos. Es por ello por lo que, como decía al principio, la tarea de demostrar que tú eres director ejecutivo de una consultoría social-pública y no política es ardua y muchas veces cuesta entender (incluso para algunos compañeros de profesión). NOTA: hechos basados en la realidad.

 

20. Por favor, tome Ibuprofeno cada 8 horas. Al igual que el médico nos receta un fármaco en base a un diagnóstico previo (que hoy día no deja de ser más que una llamada telefónica, en algunas ocasiones), para poder aplicar un plan de acción estratégico hemos de impulsar, previamente, un diagnóstico: a poder ser de tipo cualitativo, tecnológico y cuantitativo. Sólo así seremos capaces de no matar moscas a cañonazos.

Se me ocurren muchos más consejos, pero el límite de palabras que se nos ha marcado a los autores me ha hecho tener que recortar en los mismos. Si el lector desea profundizar en alguno de ellos o matizar su punto de vista estaré encantado de compartir impresiones en Twitter @jsahuquillo.

Mientras tanto, creo firmemente que las políticas de Gobierno Abierto han venido para quedarse en nuestras instituciones públicas, sobre todo en las locales. Sólo se necesitan recursos humanos, económicos y apoyo institucional supramunicipal para poder encauzar a un municipio en el camino de la gobernanza y el buen gobierno.

Recuerde el lector que: “lo hecho entre todos es indestructible”.

 


José Luis Sahuquillo
José Luis Sahuquillo Orozco


Diplomado en Gestión Pública. Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración. Máster Universitario en Desarrollo Local. Experto en Dirección Pública y Liderazgo Político. Máster en Igualdad de Género. Director ejecutivo de EQUÀLITAT, participació i igualtat

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