
La participación de la Universitat de València en el Congreso de la Unión Antropológica Mundial (WAU Congress) 2025, celebrado del 3 al 8 de noviembre en Antigua (Guatemala), ha consolidado el Observatori Cultural UV en su carrera hacia la construcción de un puente sólido entre América y Europa para el intercambio de conocimiento, el posicionamiento de la acción cultural universitaria y la reflexión sobre los retos de la cultura en un contexto de crisis social, económica, ecológica y democrática.
Esta “cooperación cultural” -a la que ya hacía referencia el jefe responsable de iniciativas del Observatori Cultural UV, Raül Abeledo, al concluir un año de ‘Conversatorios Iberoamericanos con Observatorios’- tiene lugar a través de la generación de redes de contacto mediante reuniones, jornadas y congresos que aglutinan a los observatorios de todo el espacio iberoamericano para analizar, reflexionar y debatir sobre el estado actual del sector cultural local y cómo actuar para mejorarlo en el futuro con proyección internacional.
El Observatori Cultural UV ha formado parte de la convocatoria guatemalteca con su exposición en el panel ‘Observatorios Culturales en clave Iberoamericana: Trayectorias y Desafíos’. Presentada por la técnica de la UV, Marcia Jadue, la ponencia española llevaba por título ‘Activismo cultural con perspectiva académica: la experiencia del Observatori Cultural de la Universitat de València’ y fue compartida con observatorios culturales de Argentina, México y Uruguay.
Tres ejes de desarrollo en València
De acuerdo con los datos del Observatori Cultural UV, desde su fundación en 2019 se ha involucrado en su actividad a más de 360 agentes culturales, cuyos distintos perfiles han aportado “conocimiento situado, práctico y transferible sobre temas, como los derechos culturales, la perspectiva territorial de la cultura, el uso responsable de la IA en la creatividad artística o el impacto de los macrofestivales”, describe la técnica valenciana.
Este “conocimiento situado”, que pone en valor lo que ocurre en el sector cultural local para focalizarlo hacia una perspectiva más amplia -como la totalidad del espacio iberoamericano, por ejemplo-, es el primero de los ejes de actuación del Observatori Cultural UV, que se ocupa de posicionar a los observatorios culturales “como generadores de conocimiento específico para el sector”.
El segundo, según la intervención de Jadue, es el análisis de la acción cultural universitaria y la participación de públicos en ella, que explica así: “Saber si somos capaces de utilizar la información que genera un observatorio como el nuestro para incidir en las políticas culturales de una institución pública de educación superior, que es el caso de la Universitat de València”.
En estos cinco años de andadura, el Observatori Cultural UV ha realizado un centenar de actividades en torno a conferencias, debates y mesas redondas con especialistas que presentan perfiles tan diversos que van desde el académico hasta el puramente profesional, con la finalidad de servir de “altavoz” a “temáticas interesantes, abiertas a todo el público, protagonizadas por agentes culturales que luchan desde el activismo”, apunta Jadue, y que, en muchas ocasiones, solo encuentran en la Academia el espacio idóneo para debatir y difundir sus reivindicaciones, lo cual se transforma en la “contribución activa” de la Universitat de València “al análisis, la reflexión y el debate crítico sobre los retos y el papel de la cultura en un contexto de crisis social, económica, ecológica y democrática”.
Este es el tercer y último eje, que encuentra su razón de ser en el activismo cultural que define per se el rol de los observatorios en la movilización social, la defensa de los derechos culturales y la promoción de la diversidad y la diferencia. “Se reflexionó sobre cómo los espacios académicos y culturales pueden acompañar y potenciar procesos de transformación social, situando la cultura como un bien común”, añade.
En esta línea, el Observatori Cultural UV destaca el “efecto multiplicador” del papel que desempeña desde que organiza y promueve la actividad (conferencia, debate…) hasta que se ejecuta, se difunde mediante formato audiovisual o vídeo con acceso libre y se afianza en la serie de publicaciones del Observatori Cultural de la Universitat de València que en 2025 ha alcanzado el tercer volumen bajo el epígrafe ‘Reflexiones, experiencias y prácticas sobre la gestión cultural contemporánea’ con la edición de Publicacions de la Universitat de València.
A la finalización del panel, expertas y expertos acordaron la evidencia del potencial de los observatorios culturales “como espacios de crítica, colaboración y transformación” que invitan a “caminar juntos desde la diversidad y la autonomía para construir una cultura más inclusiva y democrática en Iberoamérica”.





