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  • ¿CUÁNDO ACUDIR AL PODÓLOGO?

    Es recomendable acudir al podólogo en diversas situaciones, tales como: 

    1. Dolor persistente en los pies.
    2. Problemas en las uñas, como uñas encarnadas o engrosadas o con cambios en su coloración.
    3. Callosidades o durezas que causan molestias. 
    4. Cambios en la piel de los pies, como manchas, enrojecimiento o descamación. 
    5. Alteraciones en la marcha o dificultades para caminar.
    6. Diagnóstico o tratamiento de enfermedades como la diabetes, que pueden afectar la salud de los pies.
    7. Necesidad de cuidados preventivos, especialmente si se tiene un riesgo elevado de desarrollar problemas en los pies debido a factores como la edad, la diabetes, la actividad física o el uso de calzado inadecuado. 
  • ¿CUÁNTAS VECES HAY QUE IR AL PODÓLOGO?

    La frecuencia con la que debe visitar al podólogo depende de varios factores, como su salud general, su historial médico y cualquier problema específico que pueda tener en los pies. A continuación, le damos unas pautas generales:

    1. Visitas de control: Si no tiene problemas en los pies, es posible que solo necesite visitar al podólogo para revisar el estado de salud de sus pies una o dos veces al año.
    2. Condiciones médicas preexistentes: Si tiene afecciones médicas crónicas que afecten a sus pies, como la diabetes, es posible que necesite visitar al podólogo con mayor frecuencia, posiblemente cada tres a seis meses, para recibir un cuidado más regular y preventivo. 
    3. Problemas específicos: Si experimenta problemas en los pies, como dolor persistente, durezas, uñas encarnadas, deformidades u otros problemas, es importante programar una visita con un podólogo tan pronto como sea posible para recibir tratamiento adecuado. La frecuencia de las visitas posteriores dependerá de la gravedad y la naturaleza del problema, así como de la respuesta obtenida al tratamiento. 

    En resumen, la frecuencia de las visitas al podólogo variará según sus necesidades Es importante obtener recomendaciones específicas de un podólogo sobre la frecuencia óptima de sus visitas en función de su situación personal y médica. 
     

  • ¿CUALQUIER PERSONA PUEDE RECIBIR ATENCIÓN PODOLÓGICA?

    Sí, en general, cualquier persona puede recibir atención podológica. Los podólogos están capacitados para tratar una amplia variedad de afecciones relacionadas con los pies, independientemente de la edad, el sexo o el estado de salud.  Desde niños hasta adultos mayores, cualquier persona que experimente problemas en los pies, como dolor, deformidades, problemas en las uñas o alteraciones en la marcha, entre otros, puede beneficiarse de la atención podológica. 


    Los podólogos también juegan un papel importante en el control del desarrollo psicomotriz del niño/adolescente, así como en la mejora del rendimiento deportivo y en el tratamiento de lesiones relacionadas con la práctica de deporte. 


    Además, los podólogos también pueden proporcionar cuidados preventivos y educación sobre el cuidado adecuado de los pies, lo que puede ser beneficioso para cualquier persona interesada en mantener la salud y el bienestar de sus pies.

  • ¿QUÉ TRATAMIENTOS LLEVA A CABO UN PODÓLOGO?

    Los podólogos llevan a cabo una variedad de tratamientos para abordar diferentes problemas relacionados con los pies. Algunos de los tratamientos comunes que realizan incluyen:

    1. Corte de uñas: los podólogos recortan y dan forma a las uñas de los pies, especialmente en casos de uñas engrosadas, uñas encarnadas o problemas de crecimiento anormal de las uñas (uñas con hematoma, uñas psoriásicas, uñas oncológicas). 
    2. Eliminación de durezas y helomas: tratan y eliminan durezas y helomas que pueden generar dolor o molestias al caminar, y que son consecuencia de un mal apoyo, de deformidades del pie y/o de un roce con el calzado.
    3. Tratamiento de hongos en las uñas: proporcionan un diagnóstico clínico y micológico de la infección fúngica, un abordaje quiropodológico de la uña afecta (corte, fresado y eliminación de la porción de uña infectada) y opciones de tratamiento que pueden incluir medicamentos tópicos y orales para eliminar el microorganismo que está generando la infección.
    4. Reeducación ungueal: ofrecen tratamientos no invasivos y específicos para la reeducación del crecimiento ungueal, en el caso de las uñas encarnadas generadas por una alteración de la curvatura normal de la uña. 
    5. Tratamiento de verrugas: realizan procedimientos, tanto conservadores como quirúrgicos, para eliminar verrugas plantares o verrugas en otras localizaciones del pie. 
    6. Ortesis y soportes para el pie: confeccionan ortesis a medida para tratar deformidades digitales de los dedos del pie (juanetes, dedos en garra, dedos en martillo o desviaciones digitales). También confeccionan soportes plantares (plantillas) personalizados para corregir problemas biomecánicos y de la pisada, con unas características específicas según el tipo de paciente (niño/a, deportista, paciente diabético o adulto) y la patología específica a tratar.
    7. Terapia física: pueden recomendar y proporcionar terapia física para tratar lesiones en los pies, como esguinces de tobillo, fascitis plantar o espolón calcáneo, entre otros. 
    8. Tratamiento y prevención del pie diabético: realizan estudios vasculares y neurológico del pie de riesgo, detectan zonas de riesgo para posibles ulceraciones, curan úlceras diabéticas y proporcionan tratamientos específicos de ortesis y soportes plantares para este tipo de pie. 
    9. Cirugía menor: los podólogos realizan procedimientos quirúrgicos menores tanto de patología de partes blandas (uñas encarnadas, extirpación de verrugas y otros quistes dérmicos), como de patología ósea o deformidades del pie (juanetes, dedos en garra, metatarsalgias, etc).
    10. Asesoramiento y educación: proporcionan asesoramiento y educación sobre el cuidado adecuado de los pies, la elección de calzado adecuado y medidas preventivas para evitar futuros problemas en los pies.