Para el análisis de auto-revisión de la perspectiva de género en las asignaturas el profesorado  utiliza como técnica de auto-revisión y auto-valoración, la lista de control o checklist de indicadores propuesta por Provencio, et al. (2016)-. Los indicadores están relacionados con tres aspectos: los contenidos, la bibliografía y el uso de un lenguaje inclusivo y no sexista. Esta lista de control, conformada por indicadores de transversalización de la perspectiva de género en la docencia con variables dicotómicas (1. Si/ 2. No), tiene como objetivo proporcionar una base de información inicial con la cual monitorear y evaluar el progreso de la transversalidad del género. A continuación, se interpretan los resultados, siendo conscientes, que no se pueden generalizar al tratarse de las auto-revisiones y auto-valoraciones de un grupo reducido que buscan mejorar su docencia.

Atendiendo a ello y a la primera dimensión formulada en la lista de control sobre la visibilización de las mujeres y sus aportaciones en los contenidos de la asignatura (en Guía y desarrollo de la materia) se observa que: Un 69,2% sí que visibiliza en sus guías docentes y en el desarrollo de la materia a las mujeres como protagonistas de la información que ofrece y trabaja en el aula, mientras que un 30,8% no lo hace. El 53,8%  no visibiliza a mujeres objeto de opinión de su disciplina, mientras que el 46,2%  sí que lo hacen. Un 69,2%  no visibiliza a las mujeres ocultas en la literatura y la historia de su disciplina o de cualquier disciplina, mientras que un 30,8% sí que las visibiliza. El 76,9% del profesorado participante no visibiliza a las mujeres que se han quedado en la sombra y que son generadoras de poder, mientras que un 23,1% sí que las visibiliza en sus guías o en el desarrollo de la materia. Si visibilizan a las mujeres y sus aportaciones en la bibliografía de la asignatura (en las lecturas obligatoria y recomendada). Un 69,2%  sí que utiliza bibliografía general escrita por mujeres mientras que un 30,8%, no lo hace ni en la bibliografía ni en la obligatoria ni en la recomendada. Un 53,8% de estas personas utiliza bibliografía especializada escrita por mujeres. Un 76,9% de las personas que han revisado sus guías, no presentan el nombre completo y apellidos de la autora o autor en la bibliografía de la asignatura, mientras que 3 docentes sí que lo hacen. En el análisis de los Indicadores de uso de un lenguaje no inclusivo, sexista y que invisibilidad a la mujer: El 61,5% del profesorado no utiliza un lenguaje sexista, concretamente señala no utilizar el masculino genérico, mientras que 38,5% sí que lo utilizan el masculino genérico como género no marcado. El 76,9% no utilizan los duales aparentes mientras que un 23,1% si lo que utilizan. El 83,3% no utiliza vacíos léxicos y solo un 16,7% sí que lo hace. Un docente no contesta a este ítem. El 83,3% no utiliza vocablos ocupados, es decir, palabras que poseen significado distinto, según se usen en masculino o femenino. Solo un 16,7% sí que lo hacen y una persona no contesta al ítem. Para los Indicadores de uso de un lenguaje inclusivo, no sexista y que visibiliza a la mujer se observa que, un 84,6% sí que utiliza formas dobles nombrando a los dos sexos. El 100% utiliza expresiones y sustantivos genéricos y colectivos, como persona, equipo, estudiantado, profesorado. Un 69,2% utiliza expresiones y sustantivos metonímicos, como secretaría, tutoría, coordinación, dirección, … haciendo referencia al cargo, actividad, profesión... y no a la persona que lo realiza, mientras que un 30,8%  no lo hace. Un 76,9% no utiliza determinantes, pronombres y expresiones sin marca de género, como cada, quien, quienquiera, cualquier, todo el mundo, nadie, todas las personas… Mientras que un 23,1% sí que los utiliza. En referencia a qué otros recursos utilizan, un 53,8%  no omite el artículo determinado, el cual posee marca de género, y cuando va junto con un sustantivo de una forma en plural, mientras que un 46,2% sí que los utiliza. Un 61,5% no omite el sujeto de la oración, mientras que un 38,5% sí que omite el artículo. Un 76,9% sustituye sustantivos y adjetivos por verbos. El 84,6% usa la voz pasiva y expresiones impersonales, mientras que el 14,5% no utiliza esta forma. El 76,9% realiza cambios en la redacción para conseguir que la frase sea inclusiva e igualitaria. El 53,8%, sí que incorpora el léxico con perspectiva de género como igualdad, desigualdad, transversalidad, mujer, discriminación, género, análisis de género, perspectiva de género, estereotipo, etc. y un 46,2% no lo hace. En referencia a los datos aportados sobre los materiales docentes en los que detectar los indicadores de género, observamos que: El 66,7% sí que visibiliza a las mujeres y sus aportaciones en la introducción, presentación de la asignatura de la guía docente, mientras que un 33,3% (4) no lo hace y una persona no contesta al ítem. En los objetivos planteados en la guía, un 66,7% lo visibiliza y un 33,3% no lo hace. En el contenido específico o tema, hay un 50% de las personas que responden a la lista de control que sí que lo visibiliza y un 50% señala que no. El 75%  sí que visibiliza a las mujeres en la metodología, utilizando metodologías que trabajen por la igualdad. El 72,7% señalan que no lo hacen en el procedimiento y desarrollo de evaluación . El 58,3% visibilizan a la mujer en las presentaciones multimedia que utilizan para explicar los contenidos. Un 66,7% no lo hacen en los exámenes. El 75% no lo hacen en los cuestionarios. El 76,9% sí que lo hacen en el material para el desarrollo de los temas que se entregan al alumnado, dossiers, artículos de revistas para leer, documentos científicos… Un 75% no lo hacen en el moodle –Página web de la asignatura Anuncios en el campus virtual. El 100% contesta que no visibiliza a la mujer en el Blog/twitter/Facebook de la asignatura (porque no se utiliza). El 81,8% tampoco lo hace en los anuncios que cuelga en el campus virtual.

Referencia: Provencio-Garrigós, Herminia; Arráez-Llobregat, José Luis; Ayala-Aracil, María de los Ángeles; Balteiro, Isabel; Escabias-Lloret, Pilar; Fernández-Arrillaga, Inmaculada; Grümpel, Claudia; Martínez-Lirola, María; Mateo-Ripoll, Verónica; Moreno-Seco, Mónica y Sancho-Carbonell, Isabel (2016). Implementación de la perspectiva de género en la docencia universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras. Innovaciones metodológicas en docencia universitaria: Resultados de investigación (pp. 1703-1718). Instituto de Ciencias de la Educación.

Otros resultados hallados en estos proyectos hacen referencia a las prácticas y metodologías utilizadas por el profesorado para incorporar la perspectiva de género en sus asignaturas: 

 Algunas de las aplicaciones didácticas que se han desarrollado atienden a: la mejora de las guías docentes de las asignaturas; la incorporación de las metodologías más idóneas para trabajar la igualdad de género; se ha trabajado en las aulas la formación básica en conceptos relacionados con la igualdad entre hombres y mujeres; acciones que han permitido detectar las necesidades y/o dificultades en las disciplinas desde la perspectiva de género; se ha discutido y reflexionando sobre los binomios esencialistas como lo femenino/masculino, su jerarquía e importancia social, su representación en los espacios profesionales; se ha reflexionado sobre la aportación de las mujeres a cada disciplina e incorporando las biografías relevantes y se han presentado textos escritos como audiovisuales alternativos con perspectiva de género. 

Entre las metodologías utilizadas por el profesorado e innovaciones docentes puestas en prácticas podemos señalar las siguientes, a modo de ejemplo y síntesis: Aprendizaje por Proyectos; Método de casos; Aprendizaje colaborativo; Diseño instruccional (Diseño de itinerarios educativos); Metodologías para la visibilización; Metodologías centradas en el desarrollo del lenguaje académico y profesional con la incorporación del lenguaje inclusivo en toda la materia; Metodologías de aprendizaje visual: videos, documentales, infografías; Metodologías participativas, reflexivas: debates, discusión…; Talleres; Seminarios... 

Durante el proyecto se desarrolla un grupo de discusión en el que participan 17 docentes.  Las participantes en el grupo de discusión consideran que la perspectiva de género ha de estar presente en la docencia universitaria y ha de trabajarse de manera transversal, ha de planificarse e impregnar la organización curricular. Es importante formarse para poder implementarla en el aula y, de este modo, motivar la participación y empoderar a las mujeres para que sean visibles en los espacios públicos. En cuanto a cómo incorporan la perspectiva de género en su práctica docente, han hablado fundamentalmente del empleo del lenguaje inclusivo, de situar la perspectiva de género al tratar los contenidos didácticos en el aula, la utilización de seminarios, debates, recursos digitales, entre otros. Surge una idea reiterativa respecto a que las metodologías activas y participativas, así como la evaluación por rúbricas son las que más potencian la incorporación de la PG en la práctica docente. Aunque algunas de las participantes resaltaban que se puede trabajar dicha perspectiva desde cualquier tipo de metodología, incluso de las más tradicionales como la clase magistral. Haciendo un uso del discurso docente que muestre y visibilice el estudio diferenciado o diferencial de la consideración de mujeres y varones en nuestra sociedad. 

Para recoger la opinión del alumnado implicado en las asignaturas del proyecto se ha utilizado una “Escala de valoración sobre la perspectiva de género en la docencia universitaria” . Se recogen 347 encuestas donde un 84% tienen género femenino, un 15% masculino y cerca del 1% otro género o prefiere no comentarlo. Son estudiantes que están totalmente de acuerdo con que durante las clases se ha escuchado por igual tanto las propuestas realizadas por los alumnos como las realizadas por las alumnas; se ha respetado el turno de palabra con el fin de no deslegitimar o restar importancia a la voz de las alumnas; se han delegado responsabilidades tanto en alumnas como en alumnos o se ha dedicado la misma atención a los alumnos y a las alumnas. Asimismo, se muestran muy de acuerdo respecto a que en la asignatura se ha utilizado un lenguaje verbal y escrito inclusivo; se han utilizado metodologías que trabajan por la igualdad (como por ejemplo: trabajo colaborativo, dinámicas de grupo heterogéneos, juegos de rol, tertulias dialógicas…); las actividades de participación propuestas en la asignatura se han basado en la cooperación entre géneros; en la asignatura se ha potenciado el respeto entre los géneros; se ha ayudado a desarrollar la identidad personal de cada estudiante. Por otro lado, se muestran un poco de acuerdo con que en la asignatura se han explicitado objetivos ligados a fomentar el principio de igualdad y no discriminación; en los contenidos de la asignatura se han visibilizado las aportaciones de mujeres relevantes en la disciplina; se ha ofrecido información sobre la posición desigual de hombres y mujeres en el campo profesional o disciplinar; se han tratado las desigualdades de género; se ha utilizado un discurso dirigido a sensibilizarles sobre la importancia de atender a la perspectiva de género en la disciplina; se han planteado actividades en las que se valora que el alumnado atienda a la perspectiva de género; se han planteado ejemplos, ejercicios o prácticas que ponen de manifiesto las desigualdades entre mujeres y hombres; se han incluido imágenes en las que aparecen mujeres y hombres, con el fin de destacar la presencia de ambos, por ejemplo, en el desempeño de sus profesiones; se han utilizado recursos de enseñanza-aprendizaje para el desarrollo de la igualdad de género como, por ejemplo: vídeos, páginas web, artículos, trabajos de investigación; en la bibliografía utilizada en la asignatura se ha visibilizado las aportaciones de las mujeres académicas y/o científicas; se han estudiado un número equilibrado de mujeres y hombres relevantes para la disciplina; se ha aplicado la perspectiva de género. Nos dicen estar nada de acuerdo únicamente al valorar si el procedimiento de calificación utilizado en la asignatura ha tenido en cuenta el género del alumnado.