Jornadas Científicas. València 24-26 de Octubre 2018
La experiencia del sueño es una vivencia humana capaz de generar toda una serie de sentimientos por su semejanza con la realidad y ha sido objeto de gran número de reflexiones de carácter antropológico, filosófico y metafísico desde la antigüedad hasta nuestros días. El sueño aparece como una puerta de acceso al subconsciente, a los miedos e inquietudes más atávicas e irracionales, a contactos reveladores con planos de la conciencia imposibles de explicar o a las más placenteras experiencias afectivas, en el mejor de los casos. Todo este amplio abanico de sensaciones y reflexiones provocado por las visiones oníricas ha estimulado a su vez un rico, vasto y diverso entramado de interpretaciones dentro siempre de la ancestral creencia en la conexión entre el sueño y la realidad. El sueño premonitorio que anuncia algún acontecimiento importante o el admonitorio que anima al sujeto que lo experimenta a tomar una decisión o actuar en uno u otro sentido en un momento clave son dos de los ejemplos más recurrentes de escenas en las que lo onírico se muestra como un motivo narrativo de gran relevancia.
Por otro lado, el sueño implica el descanso de su experimentador, o, al menos, se produce mientras el sujeto duerme. Derivado de este motivo, también existe la angustia producida por la imposibilidad de conciliar el sueño y sus implicaciones físicas y psicológicas. Por último, se da también una fase intermedia entre el sueño y la vigilia, el duermevela, un estado de entreabierto, un paso intermedio, un espacio de conflicto entre la conciencia y la subconsciencia, proclive en muchísimas ocasiones a vivencias de carácter sobrenatural capaces de generar sensaciones igual o más impactantes que en el sueño propiamente dicho.
