”El feminismo no es exclusivo para las mujeres, sino que tiene que permitir que todo el mundo pueda vivir más plenamente”. Jane Fonda

Se considera que los movimientos feministas tienen su origen en la Declaración de los Derechos Universales de igualdad y de libertad promovidos por la Revolución Francesa y la Ilustración, donde las mujeres tomaron conciencia de su situación y empezaron a reivindicar la igualdad en todos los terrenos, tanto en derechos como en oportunidades.

Las mujeres son las protagonistas de la transformación de la sociedad para conseguir apoderarse y decidir cómo quieren vivir. Por eso, tienen que tener la capacidad de rebelarse y pasar del conformismo con la situación injusta que viven en muchos lugares del planeta a la acción, creyendo en sus capacidades y posibilidades.

Por esta razón, el feminismo también trabaja para reforzar el amor propio y la autoconfianza. Las mujeres reclaman un derecho de decidir que es a la vez global y compacto, y esta lección impulsa un modelo de sociedad respetuoso con la diversidad, que nos resulta absolutamente imprescindible a todas y todos.

No obstante, todavía queda mucho para conseguir la igualdad real de oportunidades en el mundo laboral y todo lo que ello conlleva: la erradicación de la rendija salarial, del techo de vidrio, de la precarización del trabajo femenino, del acoso laboral… También garantizar más acceso a los cargos de responsabilidad y la posibilidad de compaginar la carrera profesional con la maternidad.

Por todo esto, si consideras que has sufrido alguna tipo de vulneración en tu puesto de trabajo por cuestión de género, ponte en contacto con nosotr@s, ¡¡nos encantará poderte ayudar!!

Nos podéis encontrar en los Locales Sindicales, despacho n. 5, junto a la Facultad de Psicología.

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