
El proyecto europeo ONTOX llega a su cuarto año. Con motivo de la reunión anual celebrada en València, el coordinador Mathieu Vinken responde a nuestras preguntas sobre los logros alcanzados y los próximos objetivos.
El proyecto ONTOX (Ontology-driven and Artificial Intelligence-based repeated dose toxicity testing of chemicals for next generation risk assessment) es una ambiciosa iniciativa de investigación financiada por la Unión Europea que busca revolucionar la forma en que evaluamos el riesgo que representan las sustancias químicas para la salud humana, prescindiendo del uso de animales en los ensayos toxicológicos. Nacido de la colaboración entre universidades (entre las que participa la Universidad de Valencia), centros de investigación, hospitales (IIS Hospital La Fe), pequeñas y medianas empresas, industrias y autoridades regulatorias, ONTOX reúne a más de 70 expertos en un consorcio multidisciplinar de 15 países. Su objetivo central es desarrollar nuevas metodologías que combinan modelos in vitro y herramientas digitales, incluyendo inteligencia artificial, para predecir el riesgo en humanos de efectos tóxicos por exposición prolongada a químicos en órganos clave tales como como el hígado, el riñón y el cerebro. ONTOX no solo representa un avance científico y tecnológico, sino también un compromiso ético con el bienestar animal, la transparencia en la ciencia y la creación de una sociedad más informada y segura. A lo largo de sus cuatro años de ejecución, el proyecto se ha consolidado como un referente europeo en el camino hacia una toxicología del futuro: más humana, más precisa y más responsable.
Los pasados días 22 y 23 de Mayo, tuvo lugar en Valencia la reunión anual del Proyecto ONTOX, organizada por la Unidad Mixta (UV-IIS Fe) de Hepatología Experimental, integrada en el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD). Ello nos ha dado opción de entrevistar a su coordinador. El Dr. Mathieu Vinken es profesor e investigador en la Facultad de Farmacia de la Universidad Libre de Bruselas (VUB), en Bélgica. Es una figura destacada en el ámbito de la toxicología, especialmente en el desarrollo de modelos alternativos a la experimentación animal. Ha liderado numerosos proyectos internacionales enfocados en toxicidad hepática y modelos predictivos in vitro. Su destacada experiencia científica y capacidad lo han convertido en el coordinador principal del proyecto ONTOX, donde coordina a más de 70 científicos en un ambicioso proyecto dirigido a conseguir una mejor estimación del riesgo para humanos a través de una toxicología innovadora y adaptada a los principios éticos de evitar el uso de animales de experimentación.
ONTOX ya está en su cuarto año. Es un proyecto “maduro”. ¿Cuáles eran los objetivos y metas de esta ambiciosa iniciativa de investigación?
El objetivo principal de ONTOX es avanzar en la evaluación del riesgo de sustancias químicas para la salud humana sin necesidad de utilizar animales. El proyecto busca desarrollar una estrategia innovadora que permita predecir los efectos tóxicos de la exposición repetida a sustancias químicas. Esta estrategia, combinada con herramientas de evaluación de la exposición, permitirá valorar el riesgo que supone para las personas. Lo mejor es que podrá aplicarse a cualquier tipo de sustancia y de efecto tóxico a nivel sistémico.
¿Podría contarnos brevemente los principales logros del proyecto hasta ahora?
ONTOX ya ha logrado mapas detallados de cómo ciertas sustancias químicas afectan órganos clave como el cerebro, los riñones y el hígado. También ha desarrollado baterías de pruebas in vitro (en laboratorio, sin animales) y herramientas informáticas para predecir esos efectos. Además, estamos utilizando inteligencia artificial para revisar enfoques probabilísticos y así mejorar la evaluación riesgo y por consiguiente la seguridad de las sustancias.
Qué papel cree que juega la Inteligencia Artificial en la evaluación del riesgo?
La inteligencia artificial es como un copiloto: no reemplaza al experto humano, pero le ayuda a predecir posibles efectos adversos de las sustancias químicas con mayor rapidez, capacidad de integración de la información y precisión.
ONTOX es un consorcio bastante grande. ¿Qué tan complejo es coordinar a tantos socios de diferentes sectores, como universidades, empresas, pymes y autoridades regulatorias?
La clave está en la organización interna. ONTOX está organizado en 14 bloques de trabajo. Cada uno tiene un responsable, y 9 de ellos están centrados en la investigación. Los otros se encargan de la gestión del proyecto, el manejo de datos, la comunicación, la difusión y cómo aplicar los resultados. Nos reunimos de forma regular para mantenernos alineados.
Desde su punto de vista, ¿qué valor aporta la Unidad Mixta de Hepatología Experimental al proyecto?
La Unidad Mixta de Hepatología Experimental (Universidad de Valencia-Centro de Investigación IIS Hospital La Fe), es una pieza clave dentro de ONTOX. Su experiencia especializada en el estudio del hígado es simplemente única. Gracias a su conocimiento avanzado y su capacidad técnica, se está impulsando el desarrollo de pruebas in vitro altamente fiables para detectar posibles efectos tóxicos en este órgano vital.
Su participación no solo suma rigor científico, sino que aporta un valor indispensable para que ONTOX pueda ofrecer soluciones más seguras y éticas en toxicología.
La ciencia no solo debe avanzar, también debe comunicarse. ¿Qué estrategias de comunicación está usando ONTOX para acercar sus descubrimientos a la sociedad?
ONTOX cuenta con una web propia, folletos informativos, boletines de noticias, vídeos en YouTube, podcast, redes sociales… y una fuerte presencia en congresos y talleres científicos. Además, publicamos con frecuencia en revistas científicas.
La ciencia tiene un impacto que va más allá del laboratorio. ¿Cómo cree que proyectos como ONTOX pueden contribuir a una sociedad más informada y consciente sobre temas como la salud y la experimentación con animales?
La clave está en involucrar a todos los actores: universidades, empresas, reguladores, ONGs y al público en general. Usamos herramientas y canales de comunicación adaptados para cada audiencia, lo que hace que la información sea más accesible y útil.
Para terminar, ¿qué mensaje le gustaría transmitir al público sobre el futuro de la investigación en toxicología y el papel de ONTOX en ese camino?
ONTOX está abriendo camino hacia una ciencia que protege la salud humana sin necesidad de recurrir a pruebas con animales. Es una apuesta por una toxicología más ética, moderna y eficaz.
Para más información, visitad la página web del proyecto europeo ONTOX.