Manifest aprovat en consell sobre el projecte de llei del ministre Wert.

El Consejo de Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales, ha tomado el acuerdo de hacer público su profunda disconformidad con el Anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) impulsado por el actual ministro José Ignacio Wert, especialmente por los siguientes motivos:

Manifest aprovat en consell sobre el projecte de llei del ministre Wert.

El Consejo de Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales, ha tomado el acuerdo de hacer público su profunda disconformidad con el Anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) impulsado por el actual ministro José Ignacio Wert, especialmente por los siguientes motivos:

Por su origen y motivación: El anteproyecto, en su primer párrafo señala “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro”

Pensamos que no es la economía la que debe mover la educación. La educación es un derecho ciudadano para el desarrollo de forma autónoma e integral de las personas, no un instrumento en aras de la competitividad económica.

Por el procedimiento en su confección: Surge sin debate ni consenso público entre los sectores interesados. Ni siquiera el intento de ello. No se tiene en cuenta a estudiantes, docentes, familias, colegios profesionales, sindicatos de enseñanza, colectivos profesionales, universidades y ciudadanos en general.

Es un hecho que el 16 de octubre pasado las confederaciones de padres de alumnos (CEAPA) y de estudiantes (CANAE) abandonaron la Permanente del Consejo Escolar del Estado ante la falta de diálogo por parte de la administración para aprobar el anteproyecto de esta ley. Como también lo es que los representantes de los sindicatos CC OO, FETE-UGT, Intersindical Galega, STES y ELA abandonen el pleno del CEE, máximo órgano consultivo de la enseñanza no universitaria, en el que se discutía el dictamen de la ponencia aprobado por la Comisión Permanente sobre el anteproyecto de Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), remitido por el Gobierno, así como otros informes alternativos presentados.

Una ley de estas características que afecta al sistema educativo debe ser ampliamente consensuada para no tener que sufrir los continuos vaivenes políticos.

Por el producto que ofrece, entre los que se puede citar:

La actual materia “Conocimiento del Medio” se propone dividirla en dos: Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales, en un momento del desarrollo del niño en el que la visión unitaria y global prima frente a la analítica y parcial. Estudios internacionales ponen de manifiesto que los países que han mejorado la calidad de sus sistemas educativos han implantado medidas relacionadas con la simplificación del currículo y refuerzo de los conocimientos instrumentales.

El proyecto de ley propone una evaluación continuada del rendimiento del alumnado, que en los centros educativos de Primaria se realizarán al finalizar tercer curso y al final de esta etapa, en la que se comprobará el grado de adquisición de las competencias básicas en comunicación lingüística y matemática. En Educación Secundaria la evaluación se llevará a efecto por profesores externos al centro educativo y se realizarán al finalizar la ESO y al finalizar el Bachillerato.

Desde nuestro punto de vista esto significa que un alumno de 3º curso de Primaria puede repetir si suspende dos asignaturas, matemáticas y lengua; que no se aplica el significado transversal y global de competencias al centrarse únicamente en dos capacidades; y que el profesorado estará más atento a la superación de exámenes por parte de su alumnado que a su formación integral. Los análisis internacionales de la OCDE muestran que la repetición no es un método adecuado para mejorar el aprendizaje del alumnado.

Desaparecen asignaturas relevantes para la formación de una ciudadanía responsable y preparada para la toma de decisiones frente a los problemas y desafíos a los que se enfrenta la humanidad, como Educación para la Ciudadanía y Ciencias para el Mundo Contemporáneo, y aparecen otras como la Religión Católica ahora como materia evaluable. Si la educación ha de ser científica y rigurosa, como demanda la sociedad, los organismos internacionales y el propio anteproyecto, no son estos los adjetivos que puede llevar la materia de Religión. A esto debemos añadir la difícil situación de enseñar-aprender procedimientos y actitudes católicos en una escuela pública de un estado aconfesional.

Por la forma engañosa del uso de los términos: A la nueva ley se la quiere denominar de “Mejora de la Calidad Educativa” cuando no busca la calidad de la educación, ya que la propuesta no es integradora, no tiene en cuenta los resultados de la innovación e investigación educativa, utiliza argumentos de forma falsa como es el recurso a las calificaciones PISA mostrando desconocimiento de estos informes y lecturas equivocadas (las calificaciones obtenidas por las CC.AA. presentadas oscila entre 8 y 9 sobre 10), no busca el consenso y no trata de ofrecer herramientas y competencias al alumnado para que sean capaces de desarrollarse, actuar y desenvolverse en una sociedad en crisis y continuo cambio.