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Que hacer con el patrimonio arqueológico industrial valenciano

El Molinar de Alcoy, del

El grupo parlamentario de Compromís plantea poner en valor el numeroso patrimonio arqueológico industrial de la provincia de Alicante, que durante meses ha sufrido el olvido y la desprotección de las instituciones.
 

3 de febrero de 2016

La provincia de Alicante cuenta con una gran cuantía de patrimonio arqueológico industrial, fruto de la industrialización de la zona durante los siglos XIX y XX. És curioso que refiriéndonos a parte del patrimonio de nuestra historia más reciente, hablamos de una de las partes que más han sufrido el olvido y la desprotección de las instituciones. Muchos de estos bienes, como pueden ser molinos, fábricas, instalaciones, edificios u otras infraestructuras, no están incluidos en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano (que recoge los bienes protegidos al País Valencià).


Es por estas razones porque Compromís presentó el pasado diecisiete de enero una Proposición no de Ley en Les Corts que pretende, actuando conjuntamente con la diputación y los municipios de la provincia, ampliar el inventario con elementos destacados del patrimonio cultural alicantino, esencial y especialmente aquellos que figuran como incluidos en el listado de los Bienes de Interés Cultural.


Esta puede ser una ardua tarea, dado que, a excepción del conjunto arqueológico del “Molinar”, situado en el término municipal de Alcoi, que si que figura en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, hay 170 bienes de relevancia local (título que no garantiza la protección máxima de estas infraestructuras) en la provincia de Alicante. Además, un 11% de estos ha sentado destruido o desaparecido en estos últimos años debido a la burbuja inmobiliaria. 


Según afirmaba la diputada Mireia Mollà, de Compromís, las fábricas o alquerias que nos hicieron pueblo industrial y orgulloso son comidas por la suciedad y las malas hierbas”, por eso, proponen por un lado encontrar mecanismos que otorguen seguridad jurídica al patrimonio, y por otro lado plantear la utilidad social o económica de estos espacios. En este punto habría que mirar de poner en valor este patrimonio para el turismo, estudiar el impacto económico y ocupacional que podría generar, y además, estudiar su importancia en la preservación de un paisaje singular dentro del patrimonio. Es en este punto donde aparece la idea de llevar a cabo una diversificación turística hacia el interior, donde se encuentran la mayor parte de estos vestigios industriales. O incluso se plantea la posibilidad de aprovechar que mucho de este patrimonio se localiza en la orilla de muchos ríos o en su margen para poder producir energía utilizando la fuerza del agua.