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Golosinas para combatir las caries

Las caries son una de las causas más frecuentes para visitar a los dentistas, sobre todo a una edad temprana, en el que el deseo de consumir azúcar es todavía más imperante. Ahora, un equipo de investigación ha conseguido una manera de combatir este problema con la creación de una gominola capaz de combatir las bacterias.

22 de abril de 2016

Las caries son una de las patologías más comunes que se encuentran en los consultorios de los dentistas de todo el mundo. Es también un problema que se da con mucha frecuencia en pacientes muy jóvenes, lo cual puede llevar a futuros problemas como el movimiento dentario, la dificultad para masticar o las alteraciones en la simetría del rosto.

La aparición de caries es una enfermedad multifactorial que se caracteriza por la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. Las bacterias fabrican ese ácido a partir de los restos de alimentos de la dieta que se les quedan expuestos. La destrucción química dental se asocia a la ingesta de azúcares y ácidos contenidos en bebidas y alimentos.

La dicotomía existente entre los niños que adoran consumir azúcar y los padres que no quieren que les salgan caries es un conflicto universal que se repite generación tras generación. Por ello, investigadores científicos de la Universidad Autónoma de Coahuila, en México, han diseñado una nueva hoja de ruta, con la creación de unas ‘gominolas’ que ayudan a prevenir las caries.

“Inicié este proyecto porque la mayoría de las personas que llegan al consultorio dental es por caries. Hay casos que desde muy pequeños les tenemos que hacer endodoncia o extracción, a los siete años de edad” - Alejandra Isabel Vargas Segura, líder de la investigación.

El equipo ha sido capaz de desarrollar un alimento con el aspecto y la consistencia de una gominola, y con sabor a fresa, lima y uva. Estas golosinas están fabricadas con extractos de una planta autóctona mexicana conocida como ‘Rosa de Castilla’. Los estudios llevados a cabo por el equipo investigador descubrieron que las bacterias no crecen en presencia de dicha planta, lo cual la convirtió en la candidata perfecta para este experimento. Las pruebas de toxicidad se hicieron con Artemia franciscana como organismo modelo.

Para poder fabricar las golosinas, primero se infusionó la planta en cuestión; luego se la sometió a una liofilización y una rotaevaporación para dejar solo el activo de la planta en forma de polvo. Finalmente, dicho polvo se añadió al proceso de fabricación de las gominolas.

Otras plantas se tuvieron en cuenta antes de decantarse por la rosa de Castilla, como la sangre de drago, la tepezcohuite, la hierba mora y el encino; pero ninguna de ellas dio resultados tan prometedores como la rosa.

“Es una receta a base de grenetina y pectina, que ayuda a formar una película en el diente para evitar que se adhieran más microorganismos. Está pensada para que la gomita la puedan tener un rato en la boca y se vaya deshaciendo poco a poco para poder liberar los compuestos”, explicó Vargas Segura.