A pesar de que la creencia popular apunta a los dientes como los que más sufren las consecuencias del tabaco, son las encías las que más afectadas se ven por su consumo.
1 de junio de 2016
Existe la creencia generalizada de que los más afectados por el tabaco son los dientes, pero no es del todo cierto. Si bien los dientes sufren gravemente las consecuencias negativas de consumir cigarrillos con frecuencia, las que peor paradas salen de este hábito son las encías.
La adicción al tabaco contribuye directamente al desarrollo de enfermedades periodontales (de la encía) tales como la gingivitis o la periodontitis. Las enfermedades periodontales son infecciones de las encías que puede afectar a la estructura ósea que sostiene los dientes. Esto puede derivar, en casos graves, en la caída de los dientes.
‘La enfermedad de las encías comienza cuando las bacterias que hay en sus dientes se meten en las encías. Si esas bacterias se quedan en sus dientes por mucho tiempo, se forman capas de placa bacteriana y sarro (placa bacteriana endurecida). Esta acumulación causa enfermedad de las encías temprana, llamada gingivitis. Cuando la enfermedad empeora, sus encías se separan de los dientes y dejan espacios que se infectan. Esto se conoce como enfermedad de las encías grave, también llamada periodontitis’ - Centers for Disease Control and Prevention
Otras afecciones bucodentales que se pueden desarrollar a causa del tabaco son:
Halitosis: el consumo continuado de tabaco provoca sequedad e irritación de las mucosas de la boca y de las vías respiratorias y digestivas altas, lo que contribuye a la falta de oxigenación e higiene de la boca. Además, el alquitrán y otros aditivos propios de los cigarros generan un olor particular que afecta a la halitosis.
Dientes amarillos: la consecuencia más visible y más frecuente, causada por el contacto del tabaco con el esmalte de los dientes.
Reducción de los sentidos del gusto y el olfato: los cigarros no afectan solo a la boca, sino también al conducto respiratorio. Es frecuente la pérdida progresiva del sentido del gusto y del olfato, especialmente grave en el caso de los salados, lo cual puede provocar que el usuario abuse de la sal.
Falta de circulación en las encías: el tabaco provoca la mala circulación de las encías, por lo que estas no sangran lo que deberían cuando están enfermas. Esto provoca que mucha gente no sepa que tiene las encías infectadas y su condición empeora con el tiempo.
Dificultades para los implantes dentales: los consumidores tienen mayores problemas para retener los implantes y sufren infecciones del implante con mayor frecuencia que los no consumidores.
Cáncer oral: el alquitrán y la nicotina contienen agentes cancerígenos, por lo que su consumo frecuente puede causar la aparición de un cáncer oral (así como de cáncer pulmonar o de laringe).