3 de febrero de 2017

Mientras las relaciones entre Estados Unidos y México se tensan tras la casi recién estrenada presidencia de Donald Trump, la Unión Europea y México avanzan en sus negociaciones para mejorar el que fue el primer acuerdo de libre comercio entre el continente americano y Europa. Se trata del Tratado de Libre Comercio (TLCUEM), en vigor desde julio del año 2000, un acuerdo en el que México deposita la esperanza de que alivie al país de su elevada dependencia comercial de Estados Unidos, cifrada en torno al 80%. 

Es una de las primeras medidas que México espera emprender con más o menos urgencia, por lo que ya hay fecha para las dos próximas rondas de negociación: del 3 al 7 de abril en Bruselas y del 26 al 29 de junio en México.

La ofensiva de Trump obliga a México a acelerar la negociación del nuevo Tratado de Libre Comercio con la UE al depender comercialmente de Estados Unidos en casi un 80%

El objetivo es concluir el proceso de modernización del tratado este mismo año, según un comunicado del gobierno mexicano que además arroja cifras muy positivas en lo referente a las relaciones comerciales entre México y la UE desde que se firmara el TLCUEM en el año 2000. Y es que el comercio entre México y la UE se triplicó entre 1999 y 2015 al pasar de 18,5 mil millones de dólares a 62 mil millones de dólares.

La materialización del acuerdo se tradujo en la reducción o eliminación de los aranceles que la UE y México aplicaban sobre las importaciones de bienes. Eso significa que tanto México y la UE gozaban de cierta ventaja comparativa, ya que otros terceros países sí debían pagar los aranceles por estos bienes. 

Con el nuevo tratado que presumiblemente quedará cerrado este año ​Europa también espera obtener beneficios porque se baraja que se rebajen los aranceles y que haya nuevos productos que queden exentos.

Productos liberalizados

1. Bienes industriales: Todos los productos tienen acceso preferente en los dos mercados.

2. Bienes agrícolas:  El 62% del comercio agrícola entre la UE y México ha estado completamente liberalizado. Entre los productos se encuentran vinos, bebidas alcohólicas y aceite de oliva, para las exportaciones de la UE. México por su parte obtuvo la eliminación de aranceles sobre exportaciones como frutas y verduras tropicales, entre otros.

3. Servicios: El tratado contempla todos los servicios. Entre ellos, el financiero, telecomunicaciones, distribución, energía, turismo y servicios medioambientales. Las únicas excepciones son servicios audiovisuales, cabotaje marítimo y servicios aéreos.

Productos que no se liberalizaron

1. Exportacones agrícolas mexicanas a la UE: animales vivos (vacas), carnes (bovina, puercos y jamones), productos lácteos ( como la leche, la crema, la mantequilla y  el queso y huevos), miel de abeja, flores, verduras (espárrago, maíz dulce, papas, chícharos congelados, aceitunas, champiñones, uvas, manzanas, peras, fresas y plátanos), cereales (trigo, centeno, avena, arroz, sorgo, trigo sarraceno y fécula), aceite de olivo, embutidos de carne, azúcar, jamón y ciertos jugos de fruta.

2. Exportaciones agrícolas europeas a México: animales vivos (bovino, aves, ovino), carnes, productos lácteos (leche, crema, mantequilla, queso), huevos, papas, frijoles, plátanos, manzanas, café, cereales (trigo, centeno, avena, elote, arroz y sorgo, harina, malta y fécula), grasas animales, aceite de palma, girasol y coco, carnes frías, carnes frías, conservas de carne, azúcar y sus derivados, conservas de atún, cocoa, preparaciones de cereal , galletas, conservas de jitomate, papas, duraznos, jamón, jugo de uva, ron, preparaciones de comida para pescado y cigarros.

3. Servicios pendientes por parte de México: servicios de áreas como la construcción, la medioambiental (como agua, alcantarillado, y saneamiento), seguros, energía y transportes.