El Zika llega a España mediante dos mujeres sudamericanas que llegaron a Cataluña tras haber estado en su país. El Ministerio de Sanidad advierte de que la alerta es "real" y pone énfasis en el punto de vista epidemiológico de la enfermedad.
26 de enero de 2016
Tras los dos casos detectados en Cataluña en dos mujeres sudamericanas la alarma se ha activado en España. El riesgo yace en que ciudadanos que viajen a sus países de origen se infecten allí del Zika y desarrollen aquí los síntomas de la enfermedad. Por ello, España trabaja ya en un protocolo de actuación ante esta enfermedad, según ha reconocido el Ministerio de Sanidad.
El mayor riesgo en nuestro país se da en la zona de la costa mediterránea, donde existen mosquitos tigre (Aedes albopictus) capaces de actuar como transmisores de la enfermedad. No obstante, hasta el momento, sólo se ha observado la presencia del virus en el Aedes aegypti, mosquito que no está presente en nuestro territorio.
Pese a que el vínculo entre el Zika y las malformaciones no está aun científicamente demostrado, todo indica que hay una relación causal. Por eso, la principal precaución deben tenerla las embarazadas.
Investigadores del Centro Nacional de Microbiología admiten que ningún otro virus similar al Zika había mostrado hasta ahora esta capacidad teratogénica (para causar defectos congénitos en el feto).
En el Centro Nacional de Microbiología están ya disponibles los métodos para analizar muestras sospechosas, y de hecho ya se han diagnosticado algunos casos importados, confirman las investigadoras, que admiten que de momento la situación no es preocupante en España.
El Zika no destaca por sus síntomas si no desde el punto de vista epidemiólogo, a partir de ahora va a ser clave mantener una estrecha vigilancia sobre los posibles casos de Zika que puedan traer viajeros a países en los que el virus circula.
Desde el sábado se ha declarado que la alerta es “real” ya que los expertos declaran que es posible que si un viajero con Zika reside en la zona del Mediterráneo, y resulta picado por un mosquito, el insecto pueda infectarse y transmitir a su vez la enfermedad a otro individuo, por eso destacan que la vigilancia epidemiológica es clave para detectar a tiempo que se puede estar produciendo una circulación autóctona del virus.
La clave está, como en otras enfermedades tropicales, en la implantación en todo el arco mediterráneo del mosquito tigre, uno de los actores necesarios en el contagio de la enfermedad. La evaluación de riesgo hecha por el Ministerio de Sanidad relaciona directamente la posibilidad de transmisión con el periodo de actividad del mosquito en España (los meses más cálidos del año) y apunta que la probabilidad de que se de esta transmisión en las zonas en las que el mosquito tigre está ya implantado dependerá de que llegue un viajero infectado procedente de áreas endémicas y de que coincida en el espacio y en el tiempo con el vector, es decir, que un mosquito tigre llegue a picar a una persona enferma y después a una sana.
Publicado por: Paula Tomás Gimeno
