Se trata de una de las grandes exposiciones de la temporada. El artista valenciano Artur Heras exhibe su trabajo reciente en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València, una muestra que, bajo el título genérico de “No Ficción” recoge más de 400 obras (entre dibujos, pinturas, collages, esculturas, y obras multimedia) producidas en los últimos cuatro años.
19 de julio de 2016
La exposición “No ficció. Obsolescència i Permanència de la Pintura” ha sido organizada por el Vicerrectorado de Cultura de la Universitat de València en colaboración con la Galería Paz y Comedias. Está comisariada por Josep Salvador (conservador del IVAM). En octubre de este año viajará a Perpiñán, al centro de arte contemporáneo "A Cent Metres du centre du monde", pero hasta el 18 de septiembre se podrá visitar en el Centro Cultural La Nau.
Artur Heras nació en Xàtiva (La Costera) en 1945 y es, sin duda alguna, uno de los creadores más prestigiosos y reconocidos del panorama artístico valenciano contemporáneo. Heras fue una de los artistas referentes del Pop Art y el Nuevo Realismo en la España de los años setenta, durante los últimos años del Franquismo y los primeros de la Democracia. Realizó sus primeras exposiciones a mediados de la década de los sesenta y llegó a ser, entre los años 1980 y 1995, el director de la Sala Parpalló de Valencia, que fue considerada como el lugar de referencia de la vanguardia en la capital del Túria antes de la creación del IVAM.
Ahora presenta “No Ficción”, una muestra que ejemplifica a la perfección la incansable dedicación que siempre ha sido la seña de identidad de un artista que ha logrado evolucionar y reinventarse a lo largo de su fructífera carrera, características que incluso hoy, a sus 70 años, consigue transmitir a través de su carácter, su pensamiento y cómo no, sus obras.
El término “No Ficción” procede del ámbito literario. Fue utilizado por primera vez por escritores que quisieron poner en valor un género literario que mezclaba la veracidad imprescindible en el ámbito periodístico y la subjetividad del relato literario. Autores como Truman Capote, Norman Mailer o Tom Wolfe fueron los principales exponentes. Décadas después, Artur Heras vuelve a este concepto para dejar constancia de que lo “no ficticio” es y será también un asunto extremadamente interesante para los pintores. A grandes rasgos, se puede afirmar que, de hecho, la no ficción es el rasgo diferenciador del propio género pictórico, el que confiere su estatuto verdadero. Así pues, la exposición puede considerarse como una reivindicación de la pintura y su vigencia, décadas después de que muchos críticos de arte hubieran proclamado su final.
Heras es un artista muy cultivado y, como consecuencia, en sus obras abundan las referencias a momentos y personajes transcendentales de la Historia del Arte y la Historia Política y Social reciente. Referencias a Ernesto “el Che” Guevara o el Nazismo, por citar algunos dos hitos del siglo XX, son abundantes en sus creaciones.
Esto supone un reclamo muy eficaz para atraer inmediatamente al espectador, ya que activa su curiosidad y su capacidad de reflexión al tiempo que le adentra en un mar de texturas y recursos plásticos (a ello contribuyen las grandes dimensiones de los lienzos), haciéndole caer en una trampa ideada para seducir a los amantes de la pintura y la belleza. En las creaciones de Heras, el resultado pictórico y el proceso adquieren la misma importancia, y su carácter desenfadado, directo y transgresor hacen de la visita un verdadero gozo.
