El presente trabajo se aborda en el marco del Proyecto arqueológico La Blanca, Petén, Guatemala, dirigido por Cristina Vidal Lorenzo y Gaspar Muñoz Cosme, dedicado a la investigación y puesta en valor de los vestigios artísticos, arquitectónicos y arqueológicos de los asentamientos mayas de La Blanca y El Chilonché, ubicados en el Valle del río Mopán, en Guatemala. Y, se integra entre los trabajos que desarrolla el grupo de investigación ARSMAYA, inscrito en la Universidad de Valencia (GIUV2013-094), sobre arte, arqueología y patrimonio cultural, tanto de España como de América, dirigido por Cristina Vidal Lorenzo. Nuestra investigación se deriva de la introducción y el desarrollo de la perspectiva de género en el seno de estos equipos de trabajo durante los últimos años. Y, entre los diferentes aspectos de los que se ocupan, nos insertamos en la línea concreta del estudio de las imágenes. Así es como, partiendo de esas líneas de investigación, se gestó esta propuesta de proyecto doctoral sobre imagen y género en el arte maya.Si retomamos las reflexiones iniciales en torno a la función del arte, se entiende que este constituye una de las mayores expresiones del pensamiento maya y, por lo tanto, también de sus ideas sobre el género, puesto que las obras no solo captan y construyen diferentes aspectos de la identidad de los individuos representados, sino que además la transmiten de acuerdo a unos cánones previstos para ser interpretados y entendidos. Interpretados y entendidos por los observadores de su tiempo, sí, pero, en definitiva, susceptibles de ser descifrados en mayor o menor grado por generaciones futuras. No obstante, el estudio de la imagen y el género en la cultura maya conforman un tema muy amplio, por lo que ha sido necesario acotar el ámbito de trabajo. Somos conscientes de que la perspectiva de género no implica necesariamente el estudio exclusivo de las mujeres, sin embargo, consideramos que, puesto que ellas y sus acciones son las que han sido subestimadas en el transcurso de la historia, es fundamental darles visibilidad para poder continuar, después, con el estudio de sus relaciones con los hombres. Y, de manera más general, aproximarnos a las concepciones mayas sobre el sexo y el género en época prehispánica. Ahora bien, las mujeres constituyen la mitad de la población, por lo que limitar el estudio a este diverso colectivo no es suficiente para trazar un plan de investigación abarcable en este trabajo. En este sentido, como punto de partida, las obras de arte comisionadas por las élites entre los años 250 y 1000 d. C., por su calidad de ejecución, su buen estado de conservación y la presencia de texto escrito, conforman las fuentes mejor contextualizadas y estudiadas y, por tanto, las más susceptibles de ser revisadas en la actualidad, desde nuevas perspectivas. Así es como llegamos a la decisión de enfocarnos en las imágenes de poder del período Clásico, y, más concretamente, en las representaciones femeninas en este arte oficial. En síntesis, el trabajo que presentamos constituye un estudio sobre la construcción de los retratos de las mujeres de la élite en diferentes soportes artísticos del período Clásico y, una reflexión sobre la presencia de dichas mujeres en las esferas de poder a partir de la información que nos proporciona ese estudio iconográfico.