
El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València inauguró el jueves 18 de septiembre la exposición ‘Rosa, niño y abeto. Algunos apuntes entorno a la homosexualidad en la España de los años 20 y 30’ que toma como punto de partida un extenso ensayo visual que el artista Jesús Martínez Oliva (Murcia, 1969) ha ido elaborando desde 2018, en que se recogen algunos apuntes visuales sobre la experiencia y la representación de la homosexualidad en la España de los años veinte y treinta del siglo XX con la figura de Lorca como hilo conductor. La exposición, comisariada por Juan Vicente Aliaga, profesor de la Facultat de Belles Arts la Universitat Politècnica de València, está concebida para la sala Estudi General, y visibiliza a través de cuatro instalaciones, algunas de las problemáticas abordadas en este ensayo.
La muestra nos sumerge en un tiempo pasado, en unos años oscuros en los que la libertad de amar a quien se quisiera era una quimera, a menudo acompañada de actitudes violentas y de comportamientos despreciativos hacia aquellos que contravenían el orden matrimonialista y la imposición de una sociedad dividida en dos únicos géneros (hombre/mujer).
Mediante un conjunto de imágenes y de textos de archivo procedentes de periódicos y libros del primer tercio del siglo XX, de objetos y materiales de época, junto con la presencia de esculturas de reciente creación, el artista nos pone frente al espejo de la historia de España que se aparta de los relatos hegemónicos centrados en las normas heterosexuales. Este encuentro en el archivo con la violencia histórica de nuestro pasado no tan lejano, que alienta el proyecto, cobra especial significación en el momento presente, amenazado por una vuelta a repetir los errores pretéritos.
La exposición traza un recorrido a través de las cuatro secciones que la articulan. En la primera, titulada ‘La infelicidad’, se pretende abordar cómo la desgracia y el sufrimiento fueron ideas asentadas a nivel médico, legal y cultural como algo inherente al sujeto homosexual, ideas que tienen un especial calado en la niñez y la adolescencia.
La segunda lleva por título ‘Olor a clínica’ y en ella se adentra en el proceso de patologización de la homosexualidad mediante la implantación de las teorías médicas y psiquiátricas obsesionadas por clasificar a cada individuo en unas categorías rígidas a la par que se criticaba la indefinición de los sexos frente a la masculinidad y la feminidad pétreas e inamovibles.
En la tercera, ‘Maricas de las ciudades’, se parte de un verso del poema ‘Oda a Walt Whitman’, de Federico García Lorca. El poeta granadino, que tuvo que ocultar sus amores y pasiones, salvo a su círculo de amistades, reprodujo también los estereotipos existentes sobre la homosexualidad cayendo de ese modo en una homofobia internalizada.
Finalmente, la última sección, ‘El cielo tiene playas donde evitar la vida’, incluye una serie de piezas inspiradas en versos de escritores tales como Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Emilio Prados o el mismo Lorca, todos ellos homosexuales. A través las esculturas se expresa la vitalidad y el deseo que brota con ímpetu a pesar de la moral opresiva dominante en aquel tiempo.
Esta exposición, que podrá visitarse hasta el 9 de noviembre, forma parte del programa ‘El valor de la diversitat: art, restitució i memòria’ organizado desde la Universitat de València, a través del Vicerectorat de Cultura i Societat, en colaboración con el Vicerectorat d’Igualtat, Diversitat i Polítiques Inclusives y la Diputació de València (Memòria Democràtica).
Se ha preparado un programa de visitas guiadas gratuitas. Las reservas se realizan a través de este enlace y próximamente se publicará un catálogo sobre la exposición.