
La noche del sábado 29 de junio, el Claustro del edificio histórico de la Universitat de València, se transformó en el marco del festival Serenates en un vibrante escenario, donde la música coral contemporánea sirvió como vehículo para reflexionar sobre el ser humano con el Orfeó Universitari de València. Una velada en la que el coro universitario más antiguo de todo el Estado, aprovechó para presentar un nuevo premio cultural, otorgado –en esta primera edición-a la rectora, Maria Vicenta Mestre y a la UV por la difusión de la cultura y, muy particularmente, por la promoción musical que lleva a cabo la institución académica.
El Orfeó Universitari de València (OUV), dirigido por Francesc Valldecabres, ofreció el concierto ‘If I am’, una reflexión sobre el mundo actual y el individualismo, con cuatro obras corales, que crearon ambientaciones muy diferentes y que compartían su contemporaneidad: todas fueron compuestas entre finales del siglo XX y principios del XXI.
El programa muy ecléctico y cuidadosamente seleccionado, se inició con ‘If I Am Silent’ (2019) del famoso compositor americano David Lang, ganador del premio Pulitzer de Música en 2008. Esta pieza, con la que se abrió el repertorio, sumergió al público en un mundo de introspección, planteando cuestiones como las dudas que surgen en la vida cada vez que elegimos.
A continuación, el ‘Stabat Mater Op. 111’ (1986) del compositor noruego Knut Nystedt, trasportó al público por un viaje emocional escrita con una amalgama de recursos compositivos. La presencia de Aldo Mata, catedrático del Conservatorio de Sevilla y un renombrado violonchelista, que acaba de venir de gira en Japón, añadió una capa de profundidad a la interpretación.
La obra ‘Plainscapes’ (2002) del compositor Pēteris Vasks ofreció una pausa contemplativa, evocando los vastos paisajes de Letonia, su país natal, con una pureza y serenidad que solo la naturaleza puede inspirar. Fernando Pascual al violín, catedrático del Conservatorio de Castellón, y Aldo Mata, al violonchelo, contribuyeron con su maestría, transportando a la audiencia a las llanuras del Báltico y haciendo palpitar el aire con cada nota.
El concierto culminó con una explosión de ritmo y color con el ‘Concerto for Marimba and Choir’ (2010), del compositor americano Gene Koshinski. Con la aportación del percusionista y catedrático del Conservatorio Superior de Castellón, Francisco Sanchis, y un grupo de alumnos de este centro: Mario Porcar, Borja Camps y Manuel Sánchez, que se encargaron de la percusión.
Más allá de este repertorio, la noche fue testigo de un momento significativo con la instauración del primer premio ‘Maria Ibars’, con el que el Orfeó quiere reconocer a aquellas personas e instituciones que han contribuido notablemente en la preservación y difusión de la cultura y la música. En esta primera edición, la rectora de la UV, Maria Vicente Mestre, y la Universitat de València, han sido distinguidos por su labor en la promoción de la música y la cultura, coincidiendo con la conmemoración del 525 aniversario de la institución académica. El OUV de València ha escogido el nombre de la escritora y maestra valenciana (1892-1965) para este galardón en el año en que Ibars ha sido nombrada escritora del año por l’Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL).
Con más de 75 años de historia, el OUV es uno de los coros con más historia de la ciudad, el coro universitario en activo más antiguo de todo el Estado. Hasta el 1 de octubre permanece abierto el plazo de inscripción para incorporar a nuevos miembros.