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Desconexión digital en tiempos de pandemia

  • 3 febrero de 2021
Desconexión digital

DANIEL S. GINER CASAS (Becario de colaboración en el Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de València)

 

La pandemia del Coronavirus ha venido acompañada por un gran cambio en la realidad laboral en este último año. Un número importante de empresas han dado el salto al teletrabajo, hecho que si bien ha podido favorecer su supervivencia, también ha provocado que la ya débil separación entre trabajo y vida personal esté cada vez más diluida. Así lo revela el Estudio sobre la Desconexión Digital 2020, realizado por Infojobs, en el que se destaca que el porcentaje de población activa que fuera del horario de trabajo sigue pendiente de las obligaciones laborales ha aumentado en el último año 4.8 puntos, lo que implica que más del 67% de la población activa no sea capaz de desconectar. Entre los culpables encontramos a los correos y las llamadas, mientras que el problema tiende a agravarse cuánto más alta es la posición jerárquica.

Pero esto no es nuevo, mucho antes de que la habitación se convirtiese en oficina por culpa del COVID-19, en 2017 un 34.8% de trabajadores afirmaba no desconectar lo suficiente cuando estaba de vacaciones.  Los responsables, según la Encuesta Adecco sobre Desconectar del Trabajo en Vacaciones, el móvil y el correo electrónico. El trabajador, perseguido por un sentimiento de culpa, se vuelve incapaz de no atender a las notificaciones. Consultando su dispositivo una o dos veces al día, esto impide que pueda aprovechar su periodo de descanso.

Las llamadas también impiden desconectar. En concreto, casi el 60% de los encuestados reconocía coger el teléfono durante sus vacaciones; de los cuáles un 29% atendía todas y cada una de las llamadas de trabajo. Por edades, eran los mayores de 55 años los que mejor llevaban la desconexión, mientras que los más afectados eran los menores de 25. Estos últimos no llegaban a desconectar en todo el periodo vacacional.

Tres años después, las llamadas y los correos electrónicos siguen presentes, pero el teletrabajo se suma a estas variables, según afirman más del 31% de los encuestados en el estudio de Infojobs. Las diferencias por grupos de edad persisten, aunque en algún caso parecen haberse invertido. En concreto, los menores de 24 años han experimentado una significativa mejora relativa en tan solo siete meses, pasando a ocupar el puesto de los menos afectados por la incapacidad de practicar la desconexión digital. Por el contrario, son aquellos entre 35 y 44 los más pendientes del trabajo fuera de su horario laboral, mientras que los seniors de más de 55 han visto aumentada en casi dos puntos su dificultad para desconectar: ahora la sufren el 67%.

Adicionalmente, también la necesidad de estar permanentemente conectado parece ir ligada al puesto que se ocupa. En concreto, a mayor responsabilidad, menor desconexión, por lo que quienes más se ven afectados son los gerentes y directivos y quienes menos, los empleados.

Si bien, y de acuerdo al citado informe de Infojobs, en el periodo pre-COVID, solo el 28,5% de las empresas encuestadas afirmaba disponer de alguna política de desconexión digital, la Ley Orgánica de Protección de Datos del año 2018 recoge este derecho en su artículo 88. Sin embargo, su redacción deja la puerta abierta a la interpretación y adaptación en función de la relación laboral, siendo esencial la negociación colectiva para consolidar este derecho.

Para más información sobre el Derecho a la desconexión digital consultar el libro publicado en el ámbito de la Cátedra:

Rodríguez-Piñero Royo, Miguel y Todolí Signes, Adrián (2020). Vigilancia y Control en el Derecho del Trabajo Digital.