La Universitat de València mantiene desde su origen, una estrecha relación con la ciudad, un ejemplo magnífico sería el de las sabatinas, debates públicos sobre medicina, derecho, ciencia, teología y filosofía, en las cuales debían participar obligatoriamente todos los catedráticos bajo pena de multa y a los cuales podían asistir los ciudadanos para comprobar el nivel y la dedicación de los estudios que sufragaban. También en estas sabatinas o disputatio era costumbre que acudiesen los profesores eméritos como pacificadores o árbitros si la ocasión lo merecía. Recordamos que fue Gregorio Mayans quien tuvo que “personarse para salvaguardar su dignidad y derecho contra los engaños que trataban de atravesarle con los dardos de la maledicencia (…)*.
La ciudad no sólo es el entorno, la Universitat no se entiende sin la sociedad en que nace y se desarrolla, por lo tanto, el debate público de temas académicos o sociales sigue vigente y se promueve a través del programa “Acadèmia Pública”, encuentros, debates, conferencias, diálogos que se proponen por la sociedad civil y que mantienen viva y fluida la relación con la ciudad.
*La Universitat de València i l’Humanisme: Studia Humanitatis i renovació cultural a Europa i al Nou Món. Ferran Grau Codina/ Xavier Gòmez Font et all (eds) 2003