Esta unidad tiene como objetivo el estudio de algunos de los trastornos del neurodesarrollo que más impacto tienen en la población infantil. Actualmente, se ha iniciado una línea de investigación centrada en los trastornos del espectro autista (TEA) que afecta a 1 de cada 110 niños/as, lo que ha supuesto un aumento espectacular en las últimas décadas. Los rasgos nucleares incluyen déficits persistentes en la comunicación social y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados. Junto con las alteraciones neurales responsables de los marcadores diagnósticos conductuales, con frecuencia aparecen alteraciones metabólicas e inmunes que podrían contribuir al anómalo desarrollo neurobiológico. Muchas de las características tanto neurobiológicas como de procesamiento cognitivo reflejarían la existencia, de un cerebro masculino extremo. Uno de los objetivos del estudio consiste en testar la teoría del cerebro masculino extremo (“extreme male brain”) desarrollada por Baron-Cohen desde una perspectiva Neuropsicológica en niñ@s con TEA y en sus progenitores. Un segundo objetivo estaría centrado en el desarrollo de perfiles psicobiológicos que posibiliten una intervención multidisciplinar más ajustada a las características individuales de niños/as con TEA.