Hace unos meses hablamos del fintech y cómo la banca afrontaría su inminente eclosión en España. Aquí desentrañamos una de sus vertientes más populares: el asesoramiento financiero automatizado.
6 de abril de 2016
¿Qué son?
Los robo-advisors (robo-advisers) son servicios online de gestión financiera, en las cuales la elaboración y/o manejo de la cartera de inversión del cliente se hace de forma totalmente automatizada. A través de algoritmos, construyen un portfolio específico para cada cliente y rebalancean sus inversiones según el contexto del mercado, los límites de riesgo previstos por el inversor, etc. La interacción humana es mínima o inexistente. Sustituyen, en gran medida, la figura del asesor financiero tradicional.
¿Cuándo llegaron?
Los primeros robo-advisors formales aparecieron por el año 2008, pero software similar de inversión automatizada llevaban siendo usados por asesores financieros durante gran parte de la década.
Una de las primeras empresas – ahora un referente mundial – en ofrecer servicios automatizados de inversión fue la estadounidense Betterment, fundada en 2008. Maneja casi 4.000 millones de dólares en inversiones (1.000 millones más que Wealthfront, su principal competidora), y su valor creció recientemente hasta los $700 millones.
¿Qué presencia tienen en España?
Poca, por el momento. Actualmente están Indexa Capital – cofundada por el profesor Unai Ansejo – que opera con fondos indexados (a diferencia de Wealthfront o Betterment que usan ETFs) y carteras asignadas automáticamente pero creadas por el equipo asesor, y FeelCapital, cuyas carteras se materializan de forma automática y personalizada, pero que deja la contratación de los fondos a cargo del cliente y su banco. Pequeños avances a seguir de cerca.
¿Son eficaces?
Se puede decir que existe una brecha generacional por el momento entre escépticos y simpatizantes de las robo-advisors. A su favor, juegan muchas de las ventajas del medio: consume muy poco tiempo y la gestión se realiza con todas las comodidades que ofrece la plataforma online. Aquellos que tradicionalmente se muestren recelosos a manejar sus finanzas en la red encontrarán los mismos problemas aquí.
En cuanto a la inversión en sí, existen puntos a favor pero también unas cuantas dudas. Las comisiones aplicadas a la inversión son mínimas en un robo-advisor. Por ejemplo, las mencionadas Wealthfront y Betterment ofrecen tasas no superiores al 0.35% (los asesores humanos pueden oscilar entre un 1 y 3%). También llevan la ventaja de ser una inversión absolutamente pasiva: los algoritmos usados, en teoría, mantienen la cartera del cliente entre los límites prediseñados, sin necesidad de que este actúe. Aburrido para a quien le guste consultar diariamente su cartera, pero eficaz.
Por otro lado, se trata de un formato que prácticamente no ha salido del estado embrionario, y eso deja muchas preguntas por resolver. Por ejemplo, ¿cómo les afectará un bear market? El fundador de Portfolio Solutions espera una pérdida de entre 15% y 20% de los clientes de robo-advisors en una situación de mercado bajista: “Los robos han convencido a miles de personas de entregarles su dinero sin hablar, y pueden perderlos de la misma manera”. Por ahora Betterment y Wealthfront siguen creciendo pero a un ritmo muy inferior al de otros años (indudablemente, con la creciente competencia como otro factor decisivo).