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FinTech: ¿Y ahora qué pasa con la City?

La City de Londres

Londres ha empujado fuerte en el último lustro para convertirse en la capital europea del FinTech. Muchas start up, algunas de ellas españolas, han encontrado ahí un lugar privilegiado para nacer y crecer. Pero el Brexit podría neutralizar muchas de sus ventajas.

28 de junio de 2016

Hace tan solo cinco meses, los grandes diarios económicos españoles hablaban del genuino interés de la City londinense en ‘pescar’ en el incipiente sector FinTech español. Menos reticente a renovarse que otros entornos, la capital financiera europea se ha situado como el principal polo de atracción de las start up financieras casi a nivel mundial. Con talento, juventud y afán de emprendimiento europeo.

Pero la victoria del Brexit cuelga una interrogante masiva sobre el estatus de la City – el sector FinTech no es una excepción. La EBA (Autoridad Bancaria Europea, brazo regulatorio de la banca continental) planea irse de la ciudad; muchas firmas privadas han manifestado su intención de trasladar parte de su plantilla a Francia, Alemania o Irlanda.

«En el peor escenario post-Brexit, las FinTech necesitarían una nueva sede central en otro país de la UE».

Esta última semana, antes del voto, los CEO de varias start up europeas del FinTech manifestaron en Madrid su rechazo al Brexit. Desde el escenario de la conferencia internacional MoneyConf, avisaron de que, fuera de la UE, las empresas FinTech británicas que actúan por Europa tendrían que “pasar por retos regulatorios, abrir filiales, reestructurar entidades legales, acordar una nueva licencia, etcétera… Sería un enorme problema”. Otro confirmaba que, “en el peor escenario post-Brexit, las FinTech necesitarían sedes nuevas en otro país de la UE”.

La FinTech Week de Londres (que se celebrará este julio) pidió hace tiempo un extenso informe sobre el (posible) daño del Brexit al sector, incluyendo las fuentes de riesgo. El resultado: la previsión de unas pérdidas de hasta cinco mil millones de dólares en el sector y un éxodo de empresas hacia la UE y EE.UU. Además elaboraron un decálogo de consecuencias negativas que tendría en el sector FinTech, entre ellas no entrar en el próximo Mercado Digital Único o pérdida de competitividad a la hora de atraer capital humano cualificado.

Por otro lado, Downing Street lleva tiempo buscando fortalecer el negocio de la City al exterior de la UE, con independencia del resultado del referéndum. Hace apenas un mes, el FCA (Financial Conduct Authority, Autoridad de Conducta Financiera) alcanzó un acuerdo con la Autoridad Monetaria de Singapur para lanzar un “Puente FinTech” entre las dos naciones: un pacto de cooperación regulatoria y trasvase de información entre firmas.

¿Puede Londres mantener su influencia fuera del mercado único europeo? Posiblemente, porque el marco regulatorio sigue siendo el más permisivo para las start up y hay un compromiso de apoyo fuerte del gobierno británico. Incluso existe la posibilidad de que el Reino Unido no abandone finalmente este mercado único (y el lobbying del sector financiero será sin duda otro componente más del embrollo político a la hora de iniciar negociaciones). Pero por el momento, la incertidumbre ya está consiguiendo que muchas miradas se desvíen hacia Europa.