Ciertos grupos científicos afirman que un larvicida, y no el virus Zika, es responsable del brote de recién nacidos con microcefalia en Brasil. Mientras tanto, algunas localidades brasileñas han dejado de emplear este agroquímico, el piriproxifen, en contraposición de la opinión de otras autoridades gubernamentales e investigadoras que afirman que es seguro.
22 february 2016
El piriproxifén se emplea en el agua potable, donde su acción permite matar a las larvas de los mosquitos, entre los que se incluyen los responsable de la transmisión del virus Zika. En el pasado año, las autoridades brasileñas cuantificaron más de 4.000 casos de microcefalia en aquellas áreas donde el virus Zika está generalizado.
Para los representantes de las regiones afectadas por el empleo de este agroquímico, las causas de esta tragedia residen en la campaña de marketing que el productor del agroquímico, Sumitomo Chemical, está llevando a cabo para quitarse de encima toda culpabilidad, a lo que se le añade la pasividad del gobierno brasileño ante un problema que afecta principalmente a la población pobre, como informan los investigadores médicos encargados.
Sin embargo, el Ministerio de Salud de Brasil insiste en que no existen las evidencias necesarias para confirmar la relación entre el uso de piriproxifen y el aumento de casos de microcefalia. Así mismo, de acuerdo a información procedente del Ministerio brasileño, los análisis de sangre, de tejido y de líquido amniótico de los niños afectados sugieren la relación entre la microcefalia y el virus Zika, una información que la sustentan en el hecho principal de que hay zonas en las que no se emplean el piriproxifen pero que sí han registrado casos de microcefalia.
Sumitomo afirma que el agroquímico, el cual fue descubierto en 1984, es seguro y que todo aquello que lo relaciona con la microcefalia es falso e infundado. La empresa japonesa se basa en el hecho de que el producto está aprobado en cuarenta países y está recomendado por la Organización Mundial de la Salud como adecuado para tratar en el agua potable.
Piriproxifen funciona interfiriendo en las hormonas de crecimiento de los mosquitos, interfiriendo en su sistema vital de formación. Como afecta a las hormonas que regulan el crecimiento es muy eficaz para diezmar las poblaciones de mosquitos, y además no percute en los organismos con espinas dorsales como los seres humanos, por lo que la toxicidad del piriproxifen es más baja en mamíferos.
Incluso, el debate sobre el mediático virus Zika llega hasta postulados científicos que sugieren que los casos de microcefalia pueden deberse a agentes desconocidos, que podrían formarse como fruto de la reacción del piriproxifen con cualquier catalizador utilizado en el agua. Lo que está claro es que, dado el enfoque mediático que ha adquirido el virus Zika, se seguirá debatiendo la cuestión de si la microcefalia es causa del virus Zika o es la consecuencia del empleo de agroquímicos para mermar, precisamente, el mosquito que porta el virus.
