La química verde, también denominada química sostenible, es una vertiente de la química centrada en el diseño y utilización de procesos químicos que contribuyan al mejoramiento y sostenibilidad ambiental, evitando el uso de productos químicos perjudiciales. Esta química, cuyo fin principal es encontrar alternativas a la química tradicional, se basa en una serie de principios que a continuación les mostramos.
18 december 2015
- Prevención. Hay que evitar la formación de residuos preferiblemente antes que tener que llevar a cabo su tratamiento una vez se han generado.
- Eficiencia atómica. Los materiales utilizados para un producto final deben estar incorporados en el mismo, en el grado que se pueda, y evitar crear subproductos.
- Toxicidad reducida. Se emplearán métodos con escasa o nula toxicidad para la salud humana y del medio ambiente.
- Productos eficaces sin ser tóxicos. Hay que encontrar el punto idóneo entre eficiencia del producto y que no sea tóxico.
- No usar sustancias auxiliares. O por lo menos, reducir al máximo posible su uso. Salvo si son imprescindible, no utilizarlas nunca, y si se usan que sean lo menos dañino posible.
- Disminuir el consumo de energía. Debe tenerse en cuenta el consumo energético por su impacto económico y ambiental, por lo que debe minimizarse lo máximo posible. Por eso, los métodos a temperatura y presión ambiente son los más recomendables.
- Utilizar fuentes de materias primas renovables. Siempre que sea viable y económicamente posible, la utilización de materias primas renovables será escogida antes de las agotables.
- Evitar derivatización innecesaria. Se evitará, en lo posible, la formación de derivados.
- Priorizar reactivos católicos. Siempre en la medida de lo posible, por delante de los estequiométricos.
- Biodegradables. Los productos químicos diseñados y generados a través de la química verde deberán ser biodegradables, que no persistan en el medio ambiente una vez se alcance el final de su función.
- Metodologías analíticas. Deben desarrollarse metodologías analíticas que permitan el monitoreo y el control en tiempo real, para prevenir la formación de sustancias peligrosas que generen polución.
- Prevención de accidentes. Se escogerán las sustancias empleadas en los trabajos químicos de forma minuciosa teniendo en cuenta las posibilidades de accidentes químicos, escogiendo siempre la que minimice el riesgo de emanaciones, explosiones o incendios.
Siguiendo estos mandamientos verdes, se podrá ofrecer alternativas de mayor compatibilidad ambiental en nuestros trabajos químicos, siendo muchos menos peligrosos que los productos y procesos disponibles actualmente que, pese a su riesgo, son utilizados por consumidores como por equipos industriales.
