18 de diciembre de 2015

The hateful eight, la próxima película de Quentin Tarantino que se estrena en España el 15 de enero, llega precedida por la gran expectación que ha suscitado su tráiler, en el que una llamativa sobreimpresión al final del mismo nos anuncia lo siguiente: “see it in glorious 70 mm Ultra Panavision”.

Y es que la novedad de The hateful eight -Los odiosos ocho en español- es que, con sus 70 mm de negativo, doblará los 35 mm de película tradicional. Una novedad que en realidad no lo es tanto, ya que supone una vuelta a la exhibición roadshow o cine itinerante de los Estados Unidos de los años 50.

El formato Super y Ultra Panavision dejó de usarse a mediados de la década de los sesenta, cuando superproducciones como Ben-Hur y La historia más grande jamás contada se exhibieron en pantallas de proporciones tan bíblicas como la propia historia que contaban. Concretamente, tenían una relación de aspecto (la proporción entre su ancho y su largo) de 2.75:1. Para que nos hagamos una idea, las pantallas IMAX tienen un ratio de aspecto de 1.43:1. En la década de los 30, la Fox Film Corporation también coqueteó con un formato de grandes dimensiones que recibió el nombre de Fox Grandeur, aunque tras dos películas, fue finalmente desechado. En la actualidad, algunos directores consagrados como Christopher Nolan, Paul Thomas Anderson y Martin Scorsese han utilizado este tipo de pantallas para las proyecciones de sus films.

Fuente imagen: fotogramas.es

Ultra Panavision, al detalle

El sistema Ultra Panavision utiliza cámaras MGM (Metro-Goldwyn-Mayer) Camera 65, que graban a 24 fotogramas por segundo, lentes anamórficas -las sucesoras de las antiguas lentes del CinemaScope- y comprime la imagen 1.25 veces. Pero utilizar un negativo en desuso acarrea un problema evidente, que las salas de cine hace tiempo que dejaron atrás este tipo de película para adaptarse a los nuevos modelos de proyección. El equipo de Tarantino va a resolver este problema estructural utilizando sus propios proyectores.

Estas técnicas se probarán por primera vez en Estados Unidos, donde Chapin Cutler, co-propierario de Boston & Light Sound (una de las compañías más importantes en cuanto a mantenimiento e instalación de equipos de proyección cinematográficos), ha reparado casi 100 proyectores para la ocasión.

The hateful eight se estrenará en dos formatos: el comercial, con seis minutos de metraje menos y sin pausas; y la versión roadshow, de 3 horas y dos minutos, que contará además con una obertura y un interludio. El propio director ha aclarado que ambas versiones están montadas por él y que la versión digital pierde aquellas escenas que iban a tener menos espectacularidad por exhibirse en pantallas de menor tamaño.

En España, tendremos una única oportunidad de disfrutar de esta experiencia. La empresa catalana Phenomena Experience proyectará la película en negativo de 70 mm en una sala de Barcelona.

The hateful eight es el segundo western que estrenará el director estadounidense tras el éxito cosechado por su última película, Django desencadenado. En esta ocasión, la acción transcurre en el pequeño pueblo de Red Rock (Wyoming) poco después de la Guerra Civil norteamericana, donde dos cazarrecompensas, un soldado confederado, una fugitiva y otros personajes se refugian de un temporal de nieve en un salón en medio de la nada. La tensión está servida.