4 de febrero de 2016

El Día Mundial Contra el Cáncer de 2016 tiene como lema ‘Nosotros podemos. Yo puedo’ y pretende continuar la labor que ha ejercido durante los últimos quince años para concienciar a la sociedad sobre el impacto y las consecuencias de esta enfermedad. A lo largo de todo el día se realizan actos benéficos en todo el mundo para recaudar fondos y transmitir la idea de que el cáncer se puede curar y que sobre todo, se puede evitar. 

Está demostrado que la prevención y la detención temprana son imprescindibles para detener esta enfermedad. El 60% de los casos se encuentran en África, Asia y en América Central y del Sur y suponen el 70% de muertes a nivel global por la falta de detención temprana y el difícil acceso a tratamientos. 

El cáncer se basa en el crecimiento y la diseminación incontrolada de las células y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Las células cancerosas se agrupan y forman un tumor, que provoca metástasis en el organismo. Recientes estudios apuntan a que muchos cánceres se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo, como la elevada contaminación y el humo del tabaco. En la actualidad, numerosos casos pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia y tienen éxito especialmente si se aplican en una fase temprana del desarrollo de la enfermedad. Puedes leer más sobre el desarrollo de una enfermedad aquí. 

El último Informe Mundial del Cáncer de la OMS (Organización Mundial de la Salud) cifra el impacto del cáncer en 8’2 millones de nuevos casos en el año 2012 y se estima que la cifra alcanzará los 22 millones anuales antes de 2030.  Este informe también arroja algunos datos muy transcendentes, como que los cánceres más mortíferos son los de pulmón, estómago, hígado, colon y mama y que los cánceres más frecuentes son diferentes en hombres y mujeres. También se cifra en un 30% las muertes por un índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y de alcohol. Este 30% de los casos podía preverse con una alimentación saludable y la realización de actividad física moderada; es decir, un 30% de los cánceres a nivel mundial podían evitarse si se llevara un estilo de vida saludable.

Por eso el 4 de febrero es un día clave para concienciar a la sociedad del peligro que conlleva llevar un estilo de vida sedentario y el consumo de alcohol y tabaco. Este día sirve para que toda la sociedad tome conciencia de la importancia de la prevención del cáncer y también de los últimos avances para detenerlo una vez ya se ha detectado.