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Efectos fisiológicos del frío

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Que el termómetro baje de 0 grados supone un cambio significativo para el cuerpo humano, que no está preparado para las temperaturas extremas. 

15 de enero de 2016

El frio produce efectos dispares en nuestro cuerpo, que no está acostumbrado a soportar temperaturas muy frías.  Los cambios de temperatura que se producen en esta época del año llevan a nuestro cuerpo a tener reacciones dispares, como temblar. Pero, ¿el frío es beneficioso o perjudicial para nuestro cuerpo? ¿Qué efectos fisiológicos tienen las frías temperaturas sobre nosotros?


Denis Blondin, un doctor del área de fisiología térmica de la Universidad de Ottawa (Canadá) ha comprobado después de diversas investigaciones que el frio tiene efectos terapéuticos en nuestro cuerpo. El frío produce vasoconstricción (disminuye el flujo sanguíneo) y lleva a que se reduzcan la inflamación y la hemorragia: puede reducir el dolor y la percepción que tenemos de él. Esto solo ocurre cuando el cuerpo es expuesto a temperaturas extremas, por lo que no podemos decir que en invierno se note menos el dolor ya que normalmente no estamos expuestos a temperaturas tan bajas.

La bajada de temperaturas hace que nuestro cerebro trabaje de forma distinta. El hipotálamo, la glándula en el cerebro que actúa como termostato del cuerpo, estimula reacciones físicas para que el calor se mantenga en los órganos vitales del cuerpo: esta es la causa de que temblemos. Los escalofríos son un reflejo del cuerpo ante el frio. El cerebro envía señales nerviosas a través de la columna vertebral a los músculos: estos se contaren y se relajan rápidamente y con esta rápida contracción se produce calor. El objetivo del hipotálamo es que el calor se conserve en el centro de nuestro cuerpo a toda costa, llegando a sacrificar las extremidades para poder llegar a este fin. Es por esto que sentimos un hormigueo en los dedos cuando hace mucho frio: el cuerpo lleva el flujo de sangre caliente al centro y restringe su paso por las extremidades

El frío además nos lleva a consumir muchas más energías a la hora, ya que es necesario su gasto para mantener el calor. Un adulto en situaciones extremas de frio puede quemar hasta 500 calorías a la hora. La grasa tiene una gran concentración de mitocondrias y su función es quemar energía para dársela al organismo y mantener su calor: esta es una característica presente en todos los mamíferos. 


Para compensar el aumento de quema de grasa del cuerpo, este necesita una mayor ingesta de calorías. Esto es debido, además a lo explicado anteriormente, a que el frío reduce los niveles de serotonina y el organismo tiene la necesidad de cubrirlos con alimentos altos en carbohidratos.


En conclusión, el frío cambia el funcionamiento de nuestro cuerpo. La necesidad de mantener el calor hace que temblemos y que se reduzca el flujo de sangre en nuestras extremidades y nos hace quemar muchas más colarías de lo que nuestro cuerpo está acostumbrado, por lo que nuestro organismo nos “pedirá” una mayor ingesta calórica. 

Etiquetas Frio , Fisiología , Publicación
Publicado por: Inés Luján