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La soledad causa cambios celulares en nuestro organismo

Un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) demuestra que la soledad tiene efectos fisiológicos en nuestro organismo.

12 de febrero de 2016

Una serie de investigadores norteamericanos han concluido que la soledad afecta a la producción de leucocitos de la sangre y hace que las personas que sufren soledad tengan una respuesta inmune menos eficaz que una persona que no sufre esta patología. Con este estudio se demuestra que la soledad no es solo una concepción psicológica, ya que también tiene efectos fisiológicos en nuestro organismo. 


John P. Capitanio del Centro de Investigación Nacional de Primates de la Universidad de California, John Cacioppo de la Universidad de Chicago y Steven W. Cole de la Universidad de California en Los Ángeles encabezan este reciente estudio sobre la soledad. Los resultados fueron publicados en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS) y puedes leer el artículo completo aquí.

John Cacioppo explicó que “los sentimientos de soledad implican que se está en un entorno relativamente hostil y no en un entorno socialmente afín. En entornos socialmente afines la protección contra infecciones víricas es muy importante, mientras que en entornos hostiles es más importante la protección contra las bacterias”. Es decir, la soledad disminuye la protección contra las infecciones víricas: cuando un individuo se encuentra aislado sus células se centran más en la protección contra las bacterias y ‘dejan’ de lado la respuesta contra infecciones víricas. Es más vulnerable a diversas patologías que otros individuos que no sufren soledad. 

soledad cambios celulares

El estudio se basa en el análisis de la regulación de leucocitos (los responsables de defender el organismo contra bacterias y virus) de 141 adultos durante un periodo total de cinco años. Los investigadores apreciaron el aumento de los genes que producían inflamación y un descenso de la actividad de las células que combaten estas inflamaciones en los pacientes que estaban aislados. La soledad hace que disminuya la actividad de las células que nos ayudan a defendernos contra las infecciones víricas ya que está ‘atención’ de las células se deriva a la protección contra las bacterias. 


El estudio también tuvo en cuenta a primates, en los que se demostraron los mismos efectos. Los investigadores les inyectaron el virus de inmunodeficiencia en simios y este se desarrolló más rápidamente en los primates que se encontraban aislados que en los que se encontraban en un grupo. La razón, según este estudio, es que el sistema inmunitario libera monocitos, un tipo de glóbulos blancos relacionados con altos niveles de proteínas inflamatorias y bajos niveles de proteínas antivíricas.


Este trabajo está íntimamente relacionado con trabajos anteriores de John Cacioppo, que ya había analizado lo que él denomina la ‘neurociencia social’ y que demuestra científicamente la importancia de que el individuo no se encuentre aislado. Puedes leer más sobre la neurociencia social aquí.