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Educar a una nueva ciudadanía mediática

El avance de los medios de comunicación hace inevitable un nuevo panorama educativo en el que los docentes y los centros deberán plantearse nuevas pautas para preparar nuevas generaciones más críticas y democráticas.

4 de mayo de 2016

Los medios de comunicación son una potencia imparable cuya relevancia en nuestra sociedad ya no se pude negar. Las sociedades modernas funcionan con, y a través, de medios audiovisuales. El contenido multimedia está allá donde miremos; es una realidad de la que no podemos escapar.

Como todo lo que tiene tanto poder de influencia sobre una sociedad, es importante que tengamos en cuenta cómo afectan los medios a la educación y la ciudadanía. Muchos son los que critican su fuerza en nuestra sociedad, pero, ¿es realmente una batalla que deberíamos estar luchando? O, en lugar de rechazarlo completamente, ¿deberíamos adaptarnos a este nuevo panorama y usarlo en nuestro favor?

El profesor del Máster en Políticas, Gestión y Dirección de Organizaciones Educativas, Vicente Gozálvez Pérez, reflexiona sobre estas cuestiones en el libro ‘Ciudadanía mediática: una mirada educativa’. En la obra Gozálvez resalta la necesidad imperante que existe de adaptar los modelos educativos a esta nueva realidad mediatizada.

Los centros educativos, así como los docentes, deben priorizar el desarrollo de una educación audiovisual moderna como herramienta para conseguir una ciudadanía integral y democrática; una ciudadanía crítica, capaz de diferenciar entre información y adoctrinamiento.

 ‘Hablar de ciudadanía audiovisual supone hablar de libertad responsable, de autonomía, no solo en la esfera televisiva o cinematográfica, sino también en el ámbito mediático en general y en el de las nuevas tecnologías’ – Vicente Gozálcez Pérez.

Gozálvez recupera la idea ilustrada de que un flujo constante de informaciones y comunicaciones puede ser el motor de para una ciudadanía más libre. El problema no radica en la información en sí misma, sino en el uso que se hace de ella. Los medios de comunicación pueden actuar bajo sus propios intereses, pero es deber de la ciudadanía el estar educado en ese campo para saber qué parte puede utilizar y cómo.

Una sociedad educada en motivos comunicativos supone una sociedad crítica, una sociedad mejor formada y más preparada. De la misma manera, una educación de base que trate estos temas supone unos profesionales más preparados en el futuro, capaces de romper con ciertos comportamientos desleales.

Las posturas anti comunicativas se han convertido ya en posturas nostálgicas o escapistas. En una sociedad de la información es imposible rechazar dicha información, a lo que debemos aspirar es a educar generaciones mejores, y más preparadas, capaces de crear nuevas rutinas y nuevos mecanismos capaces de construir una sociedad más justa y más crítica.