Logo de la Universdad de Valencia Logo Máster Universitario en Química Logo del portal

Medalla de oro a la sostenibilidad y al reciclaje

El Comité de Organización de los Juegos de Tokio 2020 planea fabricar las medallas olímpicas con metales reciclados como el acero, cobre o el aluminio, procedentes de electrodomésticos y objetos metálicos que ya no se utilizan. Es una medida que surgió a raíz del encuentro de un subcomité de Tokio 2020 y la Comisión de Planificación Urbana y Sostenibilidad, lo que han descrito como un acto de “minería urbana”. También quieren que los Juegos sean el impulsor de “la sociedad del hidrógeno”.

18 de enero de 2016

En los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016 también se entregarán medallas ‘recicladas’, ya que estarán hechas en parte con metales reciclados extraídos de equipos electrónicos obsoletos, una iniciativa que denota “el compromiso de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos con la sostenibilidad”, como aseguró la Casa de la Moneda de Brasil, el fabricante oficial para la cita estival de este año.

En la cita nipona quieren ir más allá con su visión respetuosa con la sostenibilidad y el medio ambiente, ya que se espera que se apruebe la creación de una villa olímpica con tintes futuristas basada en un modelo de “sociedad del hidrógeno”, en la que este gas es utilizado como fuente primaría de energía.

De este modo, el objetivo será que las pilas de combustible que usen  hidrógeno sirvan para proporcionar electricidad y agua caliente a la villa, y sentar las bases para explotarlo eficientemente. El hidrógeno se produciría en masa y se transportaría mediante un complejo sistema de tuberías a todas las instalaciones y alojamientos que pretenden que se nutran de hidrógeno. Pero esto no acabaría una vez se apague la llama olímpica, puesto que el objetivo es reutilizar los medios creados en la villa olímpica para permitir a más de 10.000 nipones beneficiarse de una energía limpia, para luego expandir el proyecto todo lo posible.

Esta medida sería el paso definitivo en la promoción del hidrógeno como combustible, sobre todo para un país como Japón, fiel defensor de su industria y de dicha tecnología, y que está llevando a cabo cada vez más acciones para que los coches sean los promotores de esta revolución energética que se prevé que sustituya a las energías tradicionales. Cabe recordar que fue en Fukushima donde una tragedia nuclear causó gravísimos daños personales, medioambientales y sociales para todo el país.

Tokio planea gastar más de 300 millones de euro hasta el año de los juegos, el 2020, en proyectos de infraestructuras con el hidrógeno como protagonista. Para esa fecha, los más optimistas esperan tener miles y miles de coches impulsados por pilas de combustibles de hidrógeno y centenares de autobuses con el mismo motor que ayuden a deportistas y visitantes a disfrutar de la fiesta olímpica de una manera respetuosa para el medio ambiente.