logo izquierdo de la pagina

Hector Rulot - Web Tree

logo de la pagina

El ejemplo termodinámico

La cuestión que agitaba entonces a la comunidad de los físicos era comprender como estas leyes de la materia macroscópica estaban relacionadas con los comportamientos microscópicos de las moléculas. Fue el físico austriáco Ludwig Bolztmann el que, el primero, rompió el debate defendiendo una postura epistemiológica: apoyándose en trabajos estadísticos, demostro en 1875 que la noción de entropía -central en la termodinámica- podía interpretarse como una medida del desorden, de la confusión, de la cantidad de información DESCONOCIDA sobre las posiciones y las velocidades de cada una de las moléculas del sistema. Y como subrayó el escocés James Clerk Maxwell, "la confusión, así como su correlativo, el orden, no es una propiedad de las cosas materiales en sí mismas, es algo relativo al espíritu que las percibe". Una entidad supra-humana dotada de una percepción, de una memoria y de una potencia de cálculo demoníaca podría, efectivamente, conocer todo sobre las moléculas y, por lo tanto, atribuir a la entropia un valor nulo... A pesar de los gritos de los defensores de las definiciones realistas, estos físicos pioneros de la edad de la información se atrevieron a afirmar que los conceptos termodinámicos son "relativos a la extensión de nuestro conocimiento" y que no existen más que "para un ser de nivel intermedio, que puede percibir ciertas formas de energía mientras otras se le escapan totalmente".

Este debate no ha sido nunca decidido. Y algunos decenios más tarde, un segundo frente entre esta batalla entre "ontologistas" y "epistemologistas" se abrió cuando nació la mecánica cuántica. Arrinconados por los extraños descubrimientos ocurridos en los rincones últimos de la materia, muchos físicos presintieron pronto la necesidad de pasar al otro lado del espejo. Pero hubo que esperar al desarrolo de la teoría matemática de la información por Claude Shannon a principios de los años 50 y su encuentro con la teoría cuántica a mediados de los 80 para que esta "postura informática" empieze a convertirse en un programa científico. Un programa seductor a la vista de que la teoría de Shannon y la física comparten un mismo objetivo: comprimir al máximo la información. De hecho, esta compresión es, para Shannon, el único medio de evaluar la cantidad de información contenida en un mensaje, mientras que, para los físicos, es la exigencia de encontrar leyes y conceptros sificientemente generales para abarcar la mayor cantidad de fenómenos posibles. Y aún si la noción de información sigue siendo delicada de definir, los nuevos físicos parecen dispuestos a retomar el punto de vista iconoclasta de Boltzmann y Maxwell.

volver

© Hector Rulot, Universitat de Valencia. email Contact Mod: 24 mayo 2013 03:48  documentacion wiki traza de la pagina Editar