10 de mayo de 2016

Una vez transcurridos diez años desde la aprobación de la LO 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra los Actos de Violencia de Género, Susana Gisbert Grifo y Elena Martínez García analizan en Género y Violencia: Análisis del fenómeno de la violencia de género tras 10 años de la aplicación de la ley  lo que esta ley ha supuesto en la sociedad española y si ha transformado la cultura desigual que sustenta esta violencia.

Esta ley, en 2004, supuso un gran paso adelante para la sociedad española, que venía de décadas y décadas de violencia contra las mujeres silenciada: violencia domestica era como se le solía determinar al maltrato que sufrían las mujeres, centrando así el conflicto a algo que solo ocurría en el hogar, en la intimidad de las parejas. La violencia de género en España estuvo normalizada en la sociedad del s. XX y sufrió un gran cambio con la entrada del s XXI.

La mujer maltratada tenía la posibilidad de denunciar el maltrato físico como cualquier otro ciudadano, pero no existían medidas específicas para detener esta violencia de género. Además, en la mayoría de los casos eran desestimados en sede policial y judicial. La ley 1/2004 apostó por poner la fuerza en el castigo del maltratador y ayudar a la víctima otorgándole recursos para defenderse, desde órdenes de alejamiento a casas de acogida en las que poder residir y así alejarse del domicilio de su maltratador.

La crisis ha resultado ser la excusa perfecta para desmontar estas casas de acogida y recortar los fondos destinados a la correcta aplicación de la ley 1/2004. Susana Gisbert y Elena Martínez afirman en este libro que “nada se ha desarrollado durante estos años las políticas destinadas a la prevención de estas conductas, a pesar del extenso y afortunado desarrollo que el legislador les dio en esta Ley”.

El libro supone un profundo análisis de lo conseguido por esta ley a lo largo de sus primeros diez años y lo mucho que queda para poder finalmente acabar con la cultura desigualitaria y patriarcal que sustenta esta violencia. “Cuanto más contundente sean las normas destinadas a la prevención, mayor será el mensaje de rechazo al ciudadano que no acepta la nueva realidad constitucional y más fácil será que nuestros/as jóvenes crezcan en un modelo social Justo, Igualitario y respetuoso de los derechos fundamentales de las mujeres.”