
La Universitat de València, a través de su Servicio Técnico y de Mantenimiento, adaptó en tiempo récord las instalaciones ubicadas frente al jardín del Turia para acoger lo que quedaba del curso 2024-2025 al alumnado del Colegio Lluís Vives de Massanassa, gravemente afectado por la dana.
El alumnado del Colegio de Educación Infantil y Primaria Lluís Vives de Massanassa volvió a las aulas el día 25 de noviembre de 2024. Unas aulas, que como consecuencia del estado ruinoso en que quedó el centro tras la dana que asoló la comarca de l'Horta Sud el 29 de octubre, se trasladaron a la antigua Escuela de Magisterio de la Universitat de València.
La Universitat, después de la petición de la Consellería de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, cedió las instalaciones en las que impartía el Máster de Profesorado de Secundaria para brindar una solución provisional al estudiantado de las zonas afectadas y facilitar, en la medida de sus posibilidades, la vuelta a la rutina de los más pequeños.
Para lo que la UV tuvo que implementar en menos de dos semanas una serie de actuaciones para adaptar un espacio diseñado para la docencia de personas adultas, a unos usuarios mucho más pequeños y con unas necesidades diferentes. Una serie de actuaciones, realizadas en tiempos récord, gracias a la implicación y esfuerzo del personal de la UV que trabajó fuera de su horario habitual para acelerar la vuelta del alumnado a las aulas.
En este sentido, el STM de la UV, junto con Valnu y Serveo, empresas contratadas por la Universitat para la gestión y mantenimiento de sus infraestructuras, actuaron en el espacio de cafetería, realizando una nueva instalación eléctrica para que esta pudiera albergar el servicio de comedor que ofrece el centro y que en aquellos momentos, con una localización lejana del municipio, se hacía más imprescindible que nunca.
Otro de los campos en los que tuvo que actuar la Universitat fue en materia de seguridad. Las instalaciones de la antigua Escuela de Magisterio estaban diseñadas para albergar a un público adulto, y para adaptar el espacio a los nuevos usuarios, se bloquearon ventanas, se protegieron pasos y escaleras que pudieran comportar riesgos, se adaptaron barandillas, y se revisó y adaptó el patio para que los niños y las niñas pudieran disfrutar de las actividades al exterior.
La Universitat también completó la equipación de las aulas con material audiovisual para que el centro pudiera continuar su actividad docente con normalidad, y también aprovechó las intervenciones para actuar en el segundo piso y así mejorar las condiciones de iluminación, pintura y confort ambiental en las aulas del centro.
La cesión de este espacio se sumó al resto de iniciativas que la UV desarrolló en materia de ayuda, acompañamiento y recuperación a los afectados por la dana, como fueron el programa 'Salvem les Fotos' -que sigue abierto-, el voluntariado en la zona cero, el asesoramiento jurídico gratuito, entre otros.
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