Universitat de ValènciaFundació Lluís Alcanyís Logo del portal

El tabaquismo es una  enfermedad adictiva crónica producida por el consumo de tabaco. Es la primera causa aislada de mortalidad prevenible, ocupa el cuarto lugar como factor de riesgo de enfermedad y está presente en 6 de las 8 principales causas de mortalidad en el mundo (cardiopatía isquémica, enfermedades cerebrovasculares, infecciones de las vías respiratorias inferiores, enfermedad pulmonar obstructiva crónica -EPOC-, tuberculosis y ciertos tipos de cáncer).

La salud se compone de salud física, emocional y mental. Abandonar el tabaco es un proceso que abarca estas tres disciplinas, el control de la ansiedad, la irritabilidad y el nerviosismo. Dejar de fumar es percibido por la persona como un reto a su autoestima y autoeficacia tanto que algunos de los fumadores, cuando logran mantenerse abstinentes, describen esta situación como uno de los principales acontecimientos y satisfacciones logrados en su cambio de vida, con percepción de una mayor seguridad en sí mismos, mayor capacidad y mayor gestión de la propia salud.

La deshabituación tabáquica es el proceso de aprender a vivir sin tabaco, requiere tiempo y esfuerzo. No se trata exclusivamente de olvidarse de la nicotina, el cerebro de quien fuma tiene que romper una serie de asociaciones establecidas y reforzadas durante mucho tiempo. Para aprender a vivir sin tabaco,  la clave está en la práctica y el entrenamiento.

Las técnicas psicológicas cognitivo-conductuales que se utilizan en el tratamiento del tabaquismo han demostrado su eficacia, ya sea de forma aislada o bien utilizando herramientas farmacológicas, aumentando así el éxito de la deshabituación tabáquica.

En la Unidad, el apoyo a la deshabituación de tabaco incluye:

  • Valoración del fumador y las fases por la que atraviesa,
  • Información sobre riesgos, el consejo.
  • Motivación del abandono,
  • Apoyo sanitario y, en su caso, la intervención con ayuda conductual individualizada y/o grupal.

La modalidad de tratamiento grupal está especialmente indicada en el ámbito de las adicciones, así como en los problemas relacionados con la comunicación, las habilidades sociales y la autoestima. Este tipo de intervención proporciona un beneficio específico, ya que la interacción entre los integrantes del grupo y la oportunidad de compartir experiencias, problemas y resoluciones de los mismos,  permite una mayor adhesión al tratamiento y disminución de la ansiedad.

Sesiones

Durante la primera sesión se elabora la Historia Clínica del paciente fumador (anamnesis general, antecedentes patológicos y familiares); estudio de test diagnósticos, interpretación y consenso (análisis de la conducta, adicción a la nicotina, motivación, resistencias, validación). La evaluación de los datos obtenidos  determinará el tipo de tratamiento a seguir. El resto de sesiones se basarán en un seguimiento de la evolución, pudiendo ser semanal, quincenal o mensual, según las características del tratamiento y las necesidades de cada paciente.

Terapia Grupal: La intervención se fundamenta en una metodología activa y participativa y tratamiento multicomponente, centrada en las expectativas, necesidades y vivencias del grupo.

  • Primera visita: 1hora y media.
  • Seguimiento individualizado: 1hora.
  • Terapia Grupal: 1hora y media, grupos de 10-15 personas.

Los tiempos son aproximados según las características de la intervención, tratamiento y las necesidades de cada paciente.

Tratamientos ofertados

  • Exploración física y pruebas complementarias: Cooximetría* (CO en el aire espirado en ppm) tensión arterial, pulsaciones, auscultación, talla, peso e IMC.
  • Estudio de test diagnósticos, interpretación y consenso: Análisis de la conducta, adicción a la nicotina, motivación, resistencias, validación.
  • Terapias farmacológicas de ayuda.
  • Control del síndrome de abstinencia. Prevención de recaídas y seguimiento.
  • Talleres sobre hábitos de comportamiento rediseño ambiental y facilitador, técnicas motivacionales, identificación de barreras en los pacientes, técnicas de relajación.
  • Talleres de hábitos saludables: ejercicio físico, alimentación…
  • Adquisición de nuevas habilidades sociales (como responder ante situaciones en las que antes necesitaba fumar).

*La Cooximetría es una técnica espectrofotométrica para detectar la pérdida en la capacidad de oxigenación de la hemoglobina que consiste en determinar el nivel de monóxido de carbono, o CO, en el aire espirado por un individuo. El aparato para realizar esta prueba se llama cooxímetro, un monitor de alta precisión que mide la concentración de CO en ppm (partes por millón). La Cooximetría, es muy útil realizarla en la evaluación  como medida basal para conocer los niveles iniciales de monóxido de carbono en el aire espirado. Se utiliza para determinar el hábito tabáquico de los pacientes y puede orientar para prescribir el tratamiento farmacológico. Es una prueba rápida, fácil de realizar, barata, no invasiva y que proporciona un feedback inmediato por lo que es motivadora para la persona fumadora. Se utiliza además para validar la abstinencia.