En Alemania la privación de los bienes del delito se hace a través de dos figuras, el comiso (Verfall) de las ganancias ilícitas, y la confiscación (Einziehung) de los productos y de los objetos empleados en la preparación o ejecución del hecho. Respecto al primero la juris- prudencia afirma que no es una pena o una sanción asimilada a ella, sino una medida para la ordenación del patrimonio y la estabilización de la norma, mientras la segunda es una pena accesoria.
En el comiso rige el “principio bruto” (Bruttoprinzip), de modo que se requisa lo obtenido ilícitamente sin descontar los costes de ejecución.