El pasado mes de abril de 2009 Leonard Orban [454], Comisario Europeo por el Multilingüismo de la Unión Europea, pronunciaba una conferencia en la que se destacaba ``the major role that literary translation plays in opening people's minds to different cultures and different ideas.'' [454, p.2]
Para Orban, que se autodeclara un lector voraz de todo tipo de textos, destacado defensor del multilingüísmo no elitista y al servicio de la ciudadanía y máximo impulsor de la unidad desde la diversidad, el trabajo de los traductores profesionales resulta fundamental en el proyecto europeo ya que, según él, son el vínculo necesario para poder llegar a entender el pensamiento, el conocimiento, la historia y al grupo humano que emplea una lengua en particular. De hecho, tanto él como José Manuel Barroso, actual Presidente de la Comisión Europea, opinan que éste tipo de actividad está ayudando firmemente a consolidar la nueva idea de Europa.
Uno de los proyectos más ambiciosos de Orban, recientemente materializado en forma de European Master's in Translation Network, muestra la apuesta que está haciendo la UE por fomentar la formación de traductores cualificados en todo tipo de comunicación multilingüe y multimedia y, en este sentido, hemos de decir que gracias este tipo de iniciativas se debatirán de manera prospectiva, entre otros, aspectos tales como: el futuro de la profesión y las competencias a desarrollar por este tipo de profesionales, el tipo de herramientas y tecnologías a emplear y la didáctica y aprendizaje de la traducción profesional. 0.20
Hemos seleccionado el apunte que hace Orban sobre el papel del traductor profesional de textos literarios en la actualidad por dos motivos: el primero de ellos es porque nuestra propuesta se situa en línea con estos aspectos prospectivos dado que una parte considerable de nuestro estudio contempla, analiza y contextualiza estos nuevos tipos de comunicación en materia de edición, traducción y publicación del texto shakespeariano; el segundo es porque nos ha llamado poderosamente la atención que usara el sintagma ``act of creation'' para hablar de este tema ya que esta misma expresión es la que emplea anteriormente Arthur Koestler [324] para describir el estudio sobre el problema de la creatividad en la inspiración cómica, la originalidad artística y el descubrimiento científico mediante la aplicación del ``bisociative thinking'' en su The Act of Creation 0.21.
Aspecto teórico directamente relacionado con el posterior desarrollo del concepto de holon y que, por ejemplo, ha resultado de gran utilidad a la hora de poder determinar la estructura jerárquica de las diversas dimensiones textuales.
Por lo que respecta a nuestro primer ``acto de creación'', hemos de saber que en materia innovadora nuestra aportación se produce gracias a la aplicación de un método de trabajo desarrollado por Vicente Forés que consiste en aplicar series de cuatro elementos donde el último contiene a todos los anteriores |M 1| |M 3|. Método muy productivo en nuestro caso ya que nos permitirá, por ejemplo, analizar con detenimiento las siguientes series de elementos:
Las primeras dos series, por ejemplo, nos ayudarán a estudiar los diversos aspectos objetuales del fenómeno dramático. La tercera, nos facilitaría, por un lado, la identificación de personas y, por otro, la asignación de funciones dependiendo de estos cuatro tipos básicos de conocimientos. Conocimientos que van desde lo informal de la escritura, que contemplan la formalidad típica del contexto académico, que profundizan en el conocimiento técnico avanzado y que se completarían con una percepción artística integradora del fenómeno desde su totalidad. Cuatro tipos de conocimiento que, por lo que respecta al estudio de textos dramáticos en particular, pensamos que resultan totalmente necesarios e imprescindibles.
Con la aplicación de los tipos móviles gutenbergianos y con la volumentación del First Folio en 1623, por parte de John Heminges y Henry Condell, se produce el primer gran desplazamiento del texto shakespeariano desde el más puro entretenimiento social y desde la presentación más lineal del mismo, es decir desde el teatro (oral), al selecto mundo de las letras (impreso), es decir a la literatura. Primer desplazamiento que se debe, también en parte, a la recepción crítica que del propio texto dramático defendían dramaturgos como Ben Jonson.
A partir de dicha limitación textual, y teniendo en cuenta el estudio evolutivo de Paul Werstine [693], podemos identificar con claridad una serie de periodos que nos indican las diversas aproximaciones que sobre dicho texto se han producido:
Si prestamos atención a las indicaciones de Werstine y, en principio, aplicamos los criterios editoriales básicos que nos señala G. T. Tanselle en sus ``Varieties of Scholarly Editing'' [612, p.11], podríamos establecer dos grandes grupos de ediciones shakespearianas en formato impreso:
En el primer caso, nuestra aproximación al texto se realiza de un modo histórico y documental y tanto el contenido como su forma de presentación adquieren un papel relevante. En el segundo caso, nuestra aproximación al texto es ahistórica, mucho menos documental y todos estos aspectos formales adquieren un papel mucho más secundario. Aunque, como bien indica el propio Tanselle, este último aspecto resulta muy importante si el editor-traductor pretende mostrar la intención original del autor.
Obviamente, el punto de partida en este caso es: ¿qué tipo de texto-base (o copy-text) resulta indispensable para cualquier editor-traductor contemporáneo del texto shakespeariano?
Para responder a esta pregunta, una solución bastante acertada sería seguir el consejo que sobre este aspecto señala Richard Proudfoot [493] e intentaríamos hacernos con una edición facsimilar del First Folio de 1623 de Charlton Hinman en su edición de 1996 ya que nos lo describe como el ``first indispensable book for the library of any serious student of Shakespeare.'' [493, p.8]. Otra posible solución podría consistir en intentar conseguir una edición de los últimos Complete Works que editan Jonathan Bate y Eric Rasmussen[33] ya que estos autores nos presentan una versión modernizada del propio First Folio de 1623.
Pero, ¿qué ocurre en el caso de las ediciones in-Quarto? ¿es posible aplicar este mismo criterio para todas esas obras que aparecieron en una versión ``pirata''?
En el caso de las versiones de tipo documental, sí que sería posible gracias al trabajo de edición facsmilar de las ediciones in-Quarto de Michael J. B. Allen y Kenneth Muir [557] y en el otro caso también es posible gracias al trabajo que están desempeñando autores como A. R. Braunmuller y Brian Gibbons en las ediciones denominadas The New Cambridge Shakespeare: The Early Quartos0.22
Hemos empezado a mencionar este tipo de aspectos documentales o bibliotextuales porque, tal y como nos indican autores como Martínez Luciano [395] o Pérez Priego [475], el caso de Shakespeare es excepcional al ser uno de los pocos autores de los que no se conserva ningún manuscrito original de ninguna de sus obras y cuyo proceso de transmisión es uno de los más influyentes a la hora de hablar de los procesos de reproducción tipográfica impresa.
Proceso que establece una serie de relaciones monogenéticas entre dos tradiciones impresas muy peculiares a la que los especialistas responden aplicando diversos métodos y estrategias e intentando proporcionar múltiples soluciones. Soluciones en las que los intentos para fijar esta ``intencionalidad final del autor'' entra en una dialéctica infinita dado el gran número de combinaciones y posibilidades que se plantean al analizar y comparar el conjunto de registros que forman dichas tradiciones.
Pero, aparte de estas dos tradiciones impresas de tipo ``lineal'', vamos a prestar atención a un importante aspecto que recoge el diario The New York Times en su sección de Literary Notes de 5 marzo de 1888 y que nos muestra el importante cambio cualitativo que supuso en el medio impreso la contribución del compilador norteamericano John Barlett. Compilador que consigue una visión tan completa, global y sistemática de la obra shakespeariana que, según las valoraciones de la época, supera a cualquier edición convencional del texto en formato clásico. De hecho, tal aportación llega a provocar la siguiente valoración:
Mr. John Bartlett of Cambridge has in press ``A New and Complete Concordance or Verbal Index to the Words, Phrases, and Passages in the Dramatic Works of Shakespeare.'' Specimen pages show the exhaustive character of the work. Each word will be given in its various uses, and there will be presented a thorough index to the thoughts of Shakespeare. The passages will be given, moreover, in such complete form that in most cases it will be found unnecessary to consult the plays themselves. Mr. Bartlett has adopted the text of the plays as edited by Clark and Wright and published in an edition known as the Globe Edition. The completed work will contain about 1600 pages.
Trabajo que, tras la publicación definitiva del New and Complete Concordance, volvía a mencionarse el 15 de octubre de 1894 en The New York Times y en el que se elogiaba a este compilador al señalar que las casi 400,000 entradas y sus 1500 páginas habían superado, con creces, el trabajo anterior de Mary Cowden Clark.
Autoridad que se prolonga durante un periodo de tiempo muy considerable y que, entre mediados de 1960 y 1970, se ve superada por los impresionantes trabajos computacionales en formato ``modern spelling'' por parte de Marvin Spevack con el IBM 7094 basados en las ediciones denominadas Riverside Shakespeare del editor G. Blakemore Evans y en formato ``old spelling'' gracias a las aportaciones de Trevor Howard-Hill y la consola del English Electric KDF9 sobre las versiones facsimilares que realiza previamente Sir Sidney Lee.
Pero esta visión ``tabular'' y global del texto no es nada nueva en el contexto shakespeariano ya que se remonta al año 1787. Fecha esta en la que el compilador Andrew Becket, siguiendo las enseñanzas del editor Samuel Johnson, nos intenta mostrar los ``practical axiom and domestic wisdom'' que podemos encontrar en todas y cada una de las obras de Shakespeare mediante la confección del denominado ``first concordance''.
A medio camino entre una lectura de tipo ``lineal'' y esta última lectura de tipo ``tabular'', nos encontramos con un tipo de edición que también cuenta con una gran tradición en el contexto shakespeariano y que se peculiariza por contemplar todo este complejo proceso de producción documental desde un punto de vista global. Nos referimos a las ediciones denominadas ``variorum editons'' que, precisamente, se desarrollan gracias a las aportaciones del propio Samuel Johnson. 0.23
Auténticas obras de arte de la ingeniería editorial que posibilitan la compresión documental en el formato gutenbergiano y que son capaces de albergar, en un único volumen, una gran cantidad de información mediante complejos sistemas de abreviaturas y una disposición textual característica donde se incorporan diversos aparatos críticos y editoriales.
Metodología ésta que logra sintetizar la historia completa de todos y cada uno de los registros que un texto produce a lo largo de la historia de su transmisión y que consigue sintetizar de forma magistral tanto las variantes textuales como la recepción crítica del mismo. De hecho, al comparar la versión de la New Variorum Edition de H.H. Furness con la edición conocida como First Arden del editor Edward Dowden, Richard Proudfoot [493] nos comenta que una ``single difficult line of text could generate pages of commentary''.
Por lo que respecta a esta última edición en formato impreso que menciona Proudfoot, hemos de decir que con Dowden se inicia una fructífera metodología editorial gracias a la publicación de volúmenes individuales para cada una de las obras ya que se consigue llamar la atención de un gran número de lectores gracias a un planteamiento editorial efectivo que consigue satisfacer a: aquellos lectores que simplemente quieren disfutar con la obra, a aquellos lectores que reconocen cierto grado de complejidad y necesitan consultar un texto adicional que resuelva sus dudas principales (ej. ensayos introductorios, bibliografías, etc.); al lector técnico o académico que quiere revisar el proceso de formación del texto que emplea el autor a lo largo de la obra para ver cómo y dónde justifica sus decisiones.
Una vez visto este sucinto repaso a las principales tradiciones editoriales shakespearianas en formato gutenbergiano en lengua inglesa (lineales con o sin aparatos textuales, índices y concordancias y variorum) vamos a repasar otro tipo de factores que influyen directamente en una serie de decisiones editoriales a las que nos debemos enfrentar a la hora de editar un texto de estas características en el entorno digital.
Decisiones que, en principio, intentarían responder a: ¿cómo van a ser las nuevas ediciones shakespearianas en este siglo que acaba de comenzar? ¿qué tipo de texto será el más adecuado a la hora de querer trabajar con Shakespeare? ¿qué tipos y cantidad de recursos podemos emplear en la actualidad? ¿en qué medida va a afectar este tipo de decisiones a la hora de presentar a Shakespeare frente a una potencial audiencia de tipo global, multi-lingüe y multi-medial?
La primera respuesta, obviamente, se centraría en intentar analizar si las necesidades y problemáticas de los editores en lengua inglesa coinciden o varían en comparación con la de sus homónimos en otros paises.0.24
Este tipo de aspectos los estudia Peter L. Shillingsburg[585], uno de los máximos defensores de la revolución textual en formato digital y autor de diversos guidelines para la confección de ediciones digitales. Para este autor, el editor de este tipo de ediciones, al igual que sus homónimos en el medio impreso tiene una responsabilidad muy compleja ya que los ``editorial acts in the twenty-first century'' deben ``reincarnate print works of the past'' y, en este sentido, nos indica que la nueva ``textual condition'' se podrá determinar gracias a una serie de vectores de complejidad que nos ayudarán a observar [585, p.23]:
Shakespeare y los ``audiovisuales''
Shakespeare, frente a otros autores, es el autor que más veces se ha adaptado al septimo arte. De hecho, Martínez-Salanova comenta que Shakespeare cuenta con unas 308 versiones cinematográficas y entre estas, hay una predilección por parte de los cineastas para poner en escena a Macbeth, Hamlet y Romeo & Juliet [396].
Mucho más detallada es la descripción que hace Tiffany Stern [610, p.120] de sus cursos sobre Shakespeare en el contexto universitario al proporcionarnos dos datos interesantes: por un lado nos habla de cómo en nuestra época actual se percibe a Shakepeare en un contexto excesivamente heterogéneo al contar con grupos diversos de estudiantes (ej. jóvenes, jubilados, nativos, extranjeros, etc.); por otro, nos habla de la importancia y relevancia que adquiere el mundo del celuloide en la recepción del lector contemporáneo ya que estos han adquirido un notable ``contemporary cachet''. Es decir, estamos hablando de un Shakespeare de laboratorio altamente expresivo. De hecho, Stern afirma que el cine está:
making fragments of Shakespeare into self-contained wholes that live outside their texts, and well out of context: the Shakespeare industry does not necessarily need any actual Shakespeare at all to sustain itself [...] Certainly, as Shakespeare is differently handled by the marketing industry from his fellow dramatists, students will have a sense of him that they do not have of other playwrights.
Una posible explicación de este fenómeno nos la proporciona R.A. Foakes [196] al comentarnos que:
Many of the old second series of Arden editions, for instance, paid little or no attention to stage directions or staging either in their introductions or in their commentaries. Their main emphasis was lexical, in the wake of the completion of the Oxford English Dictionary in 1933. Consciousness of the plays as staged has recently been raised by the availability of films or videos; everyone can now watch Shakespeare at home. Not surprisingly we have seen the rise of what is known as ``performance criticism'' and editors now routinely attend to details of staging, and the way these can affect our interpretation of plays. Feminist criticism has opened up new perspectives on Shakespeare's treatment of female characters. New historicist critics have generated new ideas about Shakespeare's relation to events of his time. I could go on; suffice it to say that editors continually need to come to terms with new modes of critical inquiry, so that there will always be a demand for new editions. [196]Performance criticism que se aborda en el artículo New Silk and Old Sack: Performing Shakespeare in New Media de Michael Best [50] y en el que se reflexiona sobre el papel que van a jugar las TIC en este tipo de performative crux. Concepto que, claramente, nos remite a las variorum editions y al interpretative crux que desde el Reader-Response Criticism plantea Stanley Fish [194]. Lo textual y lo audiovisual (ej. film, CD-ROM) comparte la bi-dimimensionalidad y la fijación, pero mientras que la narrativa textual se aproxima, lo audiovisual nos lo proporciona [50, p.244].0.25
Esta aproximación, como nos recuerda Ma Carmen Bobes [67, p.21], se debe en gran parte a la gran influencia que tiene el medio lingüístico en la crítica tradicional ya que la descripción del objeto de estudio que aparece en la Poética de Aristóteles domina el panorama hasta la aparición de las primeras aproximaciones semióticas.
Una aproximación mucho más cercana al fenómeno teatral la podemos encontrar en los Complete Works que aparecen en formato DVD a finales de 2005. Gracias a The BBC Shakespeare Collection, podemos acceder a un total de 37 obras emitidas por la BBC desde 1978 hasta 1985. Obras en las que se puede apreciar las interpretaciones de los grandes actores shakespearianos y las propuestas de diversos directores.
Por suerte para nosotros, en el caso de Titus Andronicus contamos con ejemplos audiovisuales en ambas clases que nos pueden ayudarnos a ejemplificar el textual criticism y el performance criticism ya que es factible establecer las pertinentes relaciones entre el Titus de Jane Howell y Trevor Peacock [289] y el Titus de Julie Taymor [615] 0.26 y las correspondientes variantes en formato impreso o en otro formato.
Shakespeare y las computadoras
Entre 1990 y 2000 empiezan a aparecer las primeras versiones de los Complete Shakespeare en formato digital y pronto aparecen las primeras reseñas sobre las peculiaridades del mismo. Sobre este periodo, hay que comentar que se suele peculiarizar por empezar a presentar las primeras versiones del texto shakespeariano junto con la compleja historia textual y/o con diversos elementos accesorios para su estudio.
Por ejemplo, a finales de 1998 José B. Terceiro [621] comenta que:
En España ya se vende un CD-Rom que contiene las obras completas de Shakespeare; las Barron's Study Notes, verdaderos libros que comentan exhaustivamente los aspectos internos y externos de la obra; un diccionario completeo de inglés y tres estudios dedicados a la Inglaterra isabelina, el teatro de la época y la biografía de Shakespeare. Por supuesto, podemos buscar por temas o títulos, intercalar nuestros comentarios, imprimir parte o la totalidad, etc. Todo esto por las 3.500 pesetas que cuesta el CD-Rom. [621, p.122] 0.27
Braunmuller, por otra parte, nos presenta el primer texto de las Voyage Shakespeare Series en CD-ROM. Primer texto en el que se nos presenta un único texto editado junto con las versiones cinematográficas de Wells, Polanski y Kurosawa como material complementario para su estudio. Texto de características híbridas que ya empieza a integrar diversas artes en un mismo soporte y medio.
También hay que mencionar y destacar el trabajo de Marvin Spevack y H. Joachim Neuhaus, dos de las máximas autoridades en lingüística computacional shakespeariana, tras el lanzamiento de la versión autocontenida en CD-ROM de The Shakespeare Database Project. Primer gran intento de organización y clasificación de todo el idiolecto shakespeariano desde sus múltiples perspectivas. Es decir desde un punto de vista lingüístico, literario, histórico, sociológico y cultural y cuyos antecedentes se remontan a principios de la década de los ochenta en forma de The Shakespeare Dictionary (SHAD)
En este gran diccionario en formato digital se puede acceder al vocabulario, la inflexión, la morfología, el thesaurus, el dramatis personae, el edited text y a las versiones facsimilares de los textos originales. Herramientas que se elaboran e implementan para que los usuarios puedan incluso generar su propio copy-text shakespeariano en base a una serie de estudios técnicos.
Otro ejemplo más significativo y polémico en formato CD-ROM lo encontramos en la edición digital que preparan Jonathan Bate, Thomas Nelson y Brad Scott para The Arden Shakespeare. Edición en formato digital que analizan posteriormente Jean Chothia, Raymond Siemens [592] o Andrew Murphy.
De estas tres críticas, vamos a mencionar la de Chothia, ya que pensamos que es la más crítica de todos ellos al mencionar los peligros de una posible brecha editorial0.28 fruto de determinadas políticas editoriales. En concreto esta autora nos dice en las conclusiones de su reseña que:
Here, then, we have the latest technology and some pleasing features offered to us with an outdated core. The effect is of a project gone off at half-cock. If it were cheap, then one might be willing to make the best of the text and overlook the tired editorial material for the sake of the quick and easy access offered to comparative work on the sources and the Folio and Quarto texts, and to buy it as an interim measure or even as a historical record of Arden 2 as it goes out of print. But, since its current price would take a hefty slice out of any departmental or academic librarian's budget, the conclusion must be caveat emptor - think how many books, including recent scholarly editions and facsimiles of the First Folio and Quartos, one could buy for that £2,500. It surely cannot be long before a CD-ROM becomes available with comparable features but based on a more recent editorial project - the Oxford, the New Cambridge or even, perhaps, Arden 3. My advice must be to wait for that happy day [111].
Desilusión y crítica bastante razonable si tenemos en cuenta que el CD-ROM supuestamente contiene un Complete Shakespeare y el propio Bate sustituye su versión de Titus Andronicus de 1995 por la versión de J.C. Maxwell de 1953. Objetivo editorial contradictorio si tenemos en cuenta que la herramienta se ha diseñado para investigar y poder enseñar en profundidad el texto shakespeariano pero, para ello, emplea las ediciones desfasadas de series anteriores.
No resulta extraño, por tanto, que sean las Editions and Adaptations of Shakespeare, de la editorial Chadwyck-Healey las que dominan y mantengan una posición destacada frente al resto de recursos desde 1995 por ser el mejor ``historical archive of Shakespeare editing'' disponible en formato CD-ROM. Disponibilidad que se amplía considerablemente mediante un servicio de suscripción en red.
El último recurso a considerar lo implementa The Folger Shakespeare Library en forma de CD-ROM con las 462 imágenes de alta resolución en las que podemos apreciar la calidad del texto shakespeariano al contemplar la versión digitalizada de uno de los ejemplares del First Folio de 1623 de dicha biblioteca. [446]
Shakespeare y el screenwriting software
Otro caso curioso relacionado con Titus Andronicus y las TIC lo encontramos con Julie Taymor y el programa de creación de scripts Final Draft. En concreto, la directora opina que el programa:
``Final Draft gave me great ease in adapting Shakespeare's play into my screenplay Titus. I will continue to use this excellent program on my next films. Julie Taymor - Writer/Director/Producer Across the universe, Frida, Titus, The Lion King (The Broadway Musical ...) Final Draft
El screenwriting software, muchas veces incluido dentro del denominado entertainment software, se emplea principalmente para la creación de documentos para los diversos media. En nuestro país, asociamos este tipo de programas informáticos con los adictos a los videojuegos, pero en los países de ámbito anglosajón ya se está hablando de nuevos ``full-featured word processor specifically designed for writing movies, television and stage plays.'' Y en este tipo de aplicaciones, como es el caso de los programas Sophocles, Final Draft o Celtx, hablan de cómo se puede combinar un ``word processing with screenplay formatting intelligence, allowing the writer to focus on what is being instead of how it appears on the page''.
Mencionamos el caso del screenwriting software porque en estos casos hay que tener en cuenta que, como en el caso de Turell, podemos emplear una serie de herramientas computacionales destinadas, en principio, a otro tipo de actividades para trabajar el texto shakespeariano.Sería, por ejemplo, el caso de las utilidades adicionales del tipo Scriptsmart 0.29 que permite agregar una serie de funcionalidades a los editores de textos convencionales (ej. Microsoft Word)
A diferencia de los editores de texto convencionales (ej. Microsoft Word, WordPerfect, etc.) este tipo de software está preparado para que los dramaturgos o guionistas puedan incorporar todo lujo de detalles: ``storyboard images'', diálogos, cambios de escena, etc. El trabajo del guionista se profesionaliza a la vez que se simplifica hasta tal nivel que hasta los aficionados a las artes visuales pueden atreverse a escribir guiones que se ajustan a los estandares industriales y profesionales al uso. Con ello algunos opinan que se está logrando la democratización de un entorno que muchos veían como reductos cerrados e impenetrables y que otros consideran con el tiempo producirá la destrucción de puestos de trabajo de los profesionales por culpa del constante intrusismo de aficionados. Otro aspecto a considerar desde el punto de vista editorial es que este tipo de software desarrolla una serie de herramientas diseñadas exclusivamente para el texto dramático por lo que, de su estudio, podemos extraer ciertas utilidades a incorporar en otras aplicaciones similares (ej. tipos de informes, etc.)
Shakespeare y las computadoras en Inter(Net)
Para ilustrar algunos de los avances en materia TIC en los procesos editoriales vamos a emplear de nuevo a Jonathan Bate [32]. Prestigioso editor del texto shakespeariano que nos habla en términos de disponibilidad e instantaneidad de acceso a los recursos mediante ``instantly searchable online databases of huge corpora of texts from Shakespeare's period, which provide information about word usage'' y, a continuación enumera las que él considera Key Collections o nuevas herramientas para el estudio del texto shakespeariano: Early English Books Online(EEBO), Literature online y Lexicons of Early Modern English (LEME)
Recursos estos que, inicialmente, van a empezar a perfilar en cierto modo el aspecto abierto | cerrado y público | privado de una gran parte de los recursos shakespearianos primarios o secundarios en formato digital que se empiezan a generar en y desde el entorno de Internet.
Inicialmente, podemos decir que todo este material permite abordar estudios mucho más precisos e integradores gracias al acceso a múltiples bancos de datos textuales. Bancos de datos que posibilitan, por ejemplo, el estudio de la obra de manera mucho más contextualizada al poder incoporar el texto a su periodo original y/o al poder analizar su aspecto evolutivo, etc.
Pero al igual que veíamos en el caso de Werstine en el caso de la tecnología gutenbergiana, también encontramos una serie de inquietudes e idealizaciones similares a las que presentan los editores shakespearianos del medio impreso.
Por ejemplo, en un artículo publicado en 1992 y titulado The Public Domain Shakespeare comenta Ian Lancashire [339] que ``after more than thirty years of electronic scholarship the 1623 and three later folio editions, and all the quarto versions, of Shakespeare's plays and poems are not available in un-copy-protected electronic texts on the network''.
Por aquel entonces, sigue comentando Lancashire, el editor de textos shakespearianos ya podía obtener versiones comerciales o libres de los textos ``but not the originals from which every one of these editions must flow''. Punto de vista que, si recordamos lo que hemos visto en |M 0.3.1|, nos plantea una aproximación cientifico-técnica o racional igual a la que plantean los editores del texto shakespeariano en el medio impreso.
Por esta razón, el propio Lancashire y Hardy Cook se plantean el reto de editar ``The Sonnets'' y ``A Lover's Complaint'' (1609) para el entorno del World Wide Web con el siguiente objetivo: ``Anyone may copy, use, alter or store this public-domain edition anywhere in the world. The only restriction is that it be not sold commercially.''
En dicho artículo, que inicialmente se presenta en la Modern Language Association of America a finales de diciembre de 1992, se plantean, entre otros, los siguientes temas: a) la necesidad de un ``un-copy-protected electronic texts'' de los Complete Works en el entorno de red para los investigadores shakespearianos debido a la problemática asociada al ``copyright status'' de los textos en formato digital disponibles en la época; b) la codificación del texto en ``old-spelling versions'' similares a las de Howard-Hill; c) diversos aspectos relacionados con el etiquetado descriptivo de los textos dramáticos, narrativos y poéticos al emplear lenguajes o metalenguajes informáticos (ej. ASCII, SGML, HTML, XML).
Sobre los textos disponibles para los investigadores shakespearianos, Lancanshire nos habla, principalmente, de las características, disponibilidad y limitaciones de The Riverside Shakespeare y de New Oxford Shakespeare en sus correspondientes versiones digitales. Sobre la primera dice que está parcialmente digitalizada y su utilidad se reduce considerablemente porque se tiene que emplear junto con el programa WordCruncher para trabajar correctamente con el texto y sobre la segunda simplemente comenta que está codificada en ASCII.
A continuación, nos menciona que existe una versión en CD-ROM que contiene la ``out-of-copyright Stratford Town edition'' de 1911 del editor Arthur Henry Bullen y añade que es el texto que ha empleado Grady Ward para confeccionar el fichero disponible en Internet. Aunque también menciona que habría que verificar la calidad de dicha edición porque en la mayoría de bibliografías shakespearianas aparece una edición fechada entre 1904 y 1907 0.30.
El último fichero que menciona hace referencia a las ``old-spelling quarto and First Folio texts'' de Trevor Howard-Hill |M 6| que distribuye previo pago (en la época) Lou Burnard desde The Oxford Text Archives aunque también indica que en las condiciones de uso se obliga a los investigadores a no reproducir ni distribuir dicho fichero. Es decir, entre las excasas posibilidades, la mejor opción parece ser optar por el texto de Ward aunque no sin sus pros y sus contras.
Como podemos ver, esta propuesta se podría englobar en la categoría de ``Electronic storage and searching'' que, como ya señalaba Forés, surge en la década de los 60, pero con un matiz mucho más significativo: el alcanze global de la misma por estar disponible en un entorno de red global al que multiples usuarios de manera instantánea pueden acceder, copiar, modificar, etc. Propuesta y filosofía que, como hemos visto, también reinvindican Lancanshire y Cook desde el entorno académico pero que choca frontalmente con las limitaciones que se imponen desde The Oxford Text Archives y que, por desgracia, en algunos casos todavía siguen vigentes. Si tenemos en cuenta que Berners-Lee inventa el World Wide Web en 1990, en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurría con la aplicación de las computadoras, el tiempo de respuesta por lo que respecta a la utilización de ``la red'' en los estudios shakespearianos ha sido mucho menor y todo parece indicar que mucho más fructífero.
Durante la celebración del Sixth World Shakespeare Congress en 1996, Paul Werstine, actual General Editor de las New Variorum Shakespeare, reflexionaba sobre el Hypertext as Editorial Horizon. Para este autor, dicho horizonte se manifestaba en forma de ``ever-expanding digitized network'' en el que al texto y a los facsimiles shakespearianos pronto se le añadiría un valiosísimo material multimedia.
A diferencia de lo que era habitual en los años ochenta, tras la aparición de Internet nos encontramos en una época en la que la aplicación de la (micro)computación en los procesos editoriales ya ha superado con creces cualquier tipo de ``moda pasajera'' y, por tanto, la práctica totalidad de editores y traductores contemporáneos emplea en algún momento del proceso editorial de un texto literario alguna de las diversas tecnologías y/o formatos digitales para confeccionar el producto final de su trabajo.0.31
Procesadores de textos, diccionarios y enciclopedias en CD-ROM, bases de datos bibliográficas o concordancias textuales son algunas de las herramientas habituales que emplean los editores-traductores a la hora de generar sus textos e, incluso, no resulta nada raro hablar de cómo se puede desde el entorno de Internet confeccionar nuestro ``copy-text'' con una simple consulta a las múltiples bibliotecas digitales o virtuales. 0.32
Programas de traducción automática en red (ej. InterNostrum), sistemas integrados de pre-producción para los medios (ej. Celtx), bases de datos textuales (ej.Lexicons of Early Modern English), bases de datos temáticas (ej. An International Database of Shakespeare on Film, Television and Radio), ediciones académicas en formato hipermedia (ej. Internet Shakespeare Editions) o incluso macro-enciclopedias colaborativas (ej. Wikipedia) son sólo una pequeña muestra de la gran cantidad de prototipos y/o de aplicaciones en formato digital que ya forman parte de nuestra cotidianeidad.
Por ejemplo, si tenemos en cuenta todos estos logros técnológicos, pensamos que a muy grandes rasgos podríamos decir que las cuatro grandes líneas de aplicación de las TIC en los estudios shakespearianos actuales serían:
Logros que observamos en: a) los trabajos de lingüística computacional comparativa de Brian Vickers sobre la co-autoría de Shakespeare en cinco de sus obras [671]; b) en la implementación de una base de datos relacional para incorporar el primer on-line concordance de los Complete Works de Eric M. Johnson [302]; c) en las retroconversiones de las ediciones originales que incorpora Michael Best en las Internet Shakespeare Editions [52] o Akihiro Yamada en The Shakespeare Folios Electronic Library [705]; d) y en la creación de un docuverso shakespeariano por parte de Peter S.Donaldson y Belinda Yung en el MIT [162].
Pensamos que, en el caso del World Wide Web siguen siendo igual de válidas las reflexiones de Ronald B. McKerrow en relación al desplazamiento desde el concepto de ``best text'' por el de ``best edition'' ya que, si recordamos lo que nos indica en su famoso Prolegomena for the Oxford Shakespeare podemos observar que
there can be no edition of the work of a writer of former times which is satisfactory to all readers, though there might, I suppose, be at least half a dozen editions of the works of Shakespeare executed on quite different lines, each of which, to one group of readers, would be the best edition possible.
Esta idea de ``best edition possible'' es la que está impulsando Michael Best desde mediados de 1990 con objeto de presentar los mejores textos a una audiencia global. Proyecto pionero en forma de digital repository en el entorno del World Wide Web donde podemos leer que:
The aim of the Internet Shakespeare Editions is to inspire a love of Shakespeare's works in a world-wide audience. To do so, we create and publish works for the student, scholar, actor, and general reader in a form native to the medium of the Internet: scholarly, fully annotated texts of Shakespeare's plays, multimedia explorations of the context of Shakespeare's life and works, and records of his plays in performance.
En este caso, el texto shakespeariano pasa del procesador de textos convencional al denominado lenguaje de marcado y, a partir de aquí entra en una nueva dimesión gracias a la vinculación propia del medio y a la incorporación de diversos formatos gráficos (ej. JPG, PNG, BMP, etc.) 0.33 Nuevos espacios donde almancenar y gestionar los diversos recursos shakespearianos en formato digital para ofrecer un archivo documental de dimensiones hasta entonces poco conocidas.
También encontramos otro tipo de propuestas como la que hace Espen Aarseth [4] en un MOO 0.34. Espacio digital donde vemos la diferencia cualitativa existente entre un entorno, que aunque también virtual, es colectivo frente al anterior planteamiento de Werstine o Best que tan sólo contemplan la edición desde una perspectiva individual, aunque se trabaje en equipo.
While the Dream web site explores the possibilities that lie in read-only web sites, the Dream MOO provides a different approach to the study of literature. The MOO is a place where readers can communicate with each other, manipulate textual objects and artifacts and extend the world described in the MOO themselves. The MOO is accessed via a web interface and functions as a web server, allowing readers to publish their own web pages through the MOO.Aunque quizá lo más polémico surge en junio de 2006 bajo el lema ``Explore Shakespeare with Google'' donde se nos invita a acceder a la ``oeuvre'' completa en forma de 37 obras agrupadas por Comedy, Tragedy, Romance & History. Propuesta que hace surgir preguntas del tipo: ¿Quién debería proporcionar el material a la red? ¿Deberían ser las instituciones públicas o las empresas privadas?. Preguntas que, en definitiva, intentaremos contestar a lo largo de la presente tesis.
Shakespeare y la Universidad Española Digital
En el caso de la universidad española son varios los ejemplos que podemos encontrar en los que se aplican las TIC al estudio del texto shakespeariano. Por ejemplo, Wolfgang Meier trabaja con Macbeth, Romeo and Juliet y Hamlet dentro de las investigaciones del Grup de Recerca Interuniversitari en Aplicacions Lingüístiques de la Universidad Autónoma de Barcelona y nos presenta estas obras aisladas en los servidores Coocon donde se puede ver cómo se emplea única y exclusivamente el texto shakespeariano para transformar documentos codificados en eXtended Markup Language (XML). Transformaciones que podemos encontrar dentro del proyecto denominado Exist y que se destinan, principalmente, a estudiantes de informática. También hay que mencionar los trabajos de Joseba Abaitua en Ingeniería lingüística y Semántica de contenidos desarrollado en el seno del grupo DELi de la Universidad de Deusto también ofrecen una imagen demasiado tecnificada de este autor.
Joseba Abaitua, uno de los investigadores en los campos de la lingüística computacional y la edición digital en lengua inglesa de nuestro país, lideró uno de los proyectos de edición digital más ambiciosos en materia shakespeariana que se han planteado en nuestro paías mediante el proyecto European Intercultural Text Exploitation (EUROINTERTEXT) [6] en el que se pretendía mostrar un ejemplo de edición académica digital y multilingüe del Othello de William Shakespeare junto con el Gli Hecatommithi italiano y el libreto de Arrigo Boito para la opera de Verdi.0.35
El caso de William Shakespeare en la Universidad de Alicante, que propuso José Manuel González Fernández de Sevilla, resultó ser un simple anuncio ya que sólo se desarrolló lo que sería la interfaz principal del proyecto pero nunca se llegó a incorporar todo el material que allí aparecía.0.36
En la Universidad de Alicante también encontramos la base de datos en red implementada en MS Access, ASP y HTML denominada Shestra. Base de datos que gestiona y actualiza Laura Campillo Arnaiz [100] y donde podemos encontrar una gran cantidad de datos relacionados con las traducciones que se han realizado sobre Shakespeare en nuestro país.
En la Universidad de Huelva encontramos un interesante web site dedicado exclusivamente al estudio del texto shakespeariano en el mundo del cine. Este espacio, diseñado y actualizado por Enrique Martínez-Salanova Sánchez y titulado William Shakespeare en el cine donde se nos ofrece un interesante recorrido por un gran número de adaptaciones del texto shakespeariano y en el que se puede apreciar la utilidad didáctica del mismo.
En la Universidad de la Laguna encontramos un modesto web site diseñado por Pedro Domínguez Caballero de Rodas y Beatriz Hernández Pérez en el que aparecen un total de once sonetos en versión bilingüe (en concreto son los catalogados con los números 18 20 29 53 55 73 97 106 116 130 138 y aparecen en castellano y en inglés) y se complementa con una sinopsis del Othello en castellano. Otro de los web sites a mencionar es el de SEDERI. Web site de The Spanish and Portuguese Society for English Renaissance Studies donde aparece información sobre los diversos congresos, estudios, asociaciones, etc., relacionados con los estudios sobre el Renacimiento en general. Estudios, obviamente, donde la figura de Shakespeare adquiere, en ocasiones, un papel central.
Shakespeare y las Comunidades Virtuales
Un mágnifico y bien documentado ejemplo de dichas comunidades virtuales lo representa en España el curso de doctorado denominado ``Internet: herramientas de investigación literaria'' que en coordinación con el curso de doctorado número RTF 331R del ACTLab de la University of Texas at Austin se llevó acabo bajo el título genérico de ``When Cultures Collide: Technology and Representation in Digital Space'' y que se convirtió en castellano y encuadrado en el entorno de MMM en ``Cuando Colisionan las Culturas: Tecnologías y Representación en el Espacio Digital''.
En la descripción del curso se contemplaron los siguientes aspectos: a) ¿Cómo definirías una cultura en la edad de las nuevas tecnologías? b) ¿Qué sucede cuando colisionan las culturas? Y se hizo uso de las obras de Shakespeare en castellano y las de Cervantes en inglés para especular sobre esa fertilización que suponen las colisiones culturales.
En esta comunidad virtual los estudiantes de MMM haciendo uso de las tecnologías virtuales se encuentran con alumnos del ACTLab, además de con estudiantes del MIT, con estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia, de la University of Cambridge, la Universidad de Granada y muchas Universidades más.
Los objetivos de las clases son tal como se dice en el programa de la asignatura [205]:
El programa marco anterior se plasmó en un ejemplo práctico que se realizó el 23 de abril de 2003 (día del libro y día de homenaje a ambos autores), bajo la dirección del director del curso Vicente Forés, junto con la participación de Rafael Cruz, Adolfo Plasencia, Julia Almodóvar, Miguel Ángel Keith, Laura Monrós Gaspar, Juan Pérez Moreno, Anna Marí Aguilar, Ryan Pipkin, Mark Waters y yo mismo. El evento que se realizó simultáneamente en la red y físicamente en los locales del teatro-escuela OFF de Valencia se tituló ``Cervantes meets Shakespeare'' 0.37
La experiencia consistió, por un lado, en recitar sonetos de Shakespeare en castellano y de Cervantes en inglés ante un público reducido pero muy entregado y entusiasta; grabar en vídeo digital imagen y sonido del evento para posteriormente cargar dicho material en la web MITUPV y, por el otro, en mantener una sesión de chat simultánea y a tiempo real entre participantes ubicados en EE.UU., Inglaterra y España. 0.38
El Proyecto MITUPV pretende acercar a los estudiantes del Massachussets Institute of Technology, la Universitat de València, la Universidad Politécnica de Valencia, The University of Cambridge y The University of Texas at Austin utilizando el entorno virtual. A través de la web se puede participar en los eventos que se organizan en las diferentes instituciones así como de la vida social y académica de sus alumnos. 0.39 Es la oportunidad perfecta para los estudiantes inquietos y viajeros para conocer los avatares del mundo universitario de las dos orillas del charco. Todas las nacionalidades, culturas y titulaciones para quienes "the world is not enough..."
Para leer un amplio resumen de los participantes, los objetivos planteados y los resultados obtenidos hasta aquella fecha veáse el artículo que publicó una de las primeras revistas electrónicas de prestigio en la comunidad académica, Wired News y que reprodujimos en el propio entorno de UVPress. 0.40
El 23 de abril de 2003, y dentro del curso de doctorado denominado Internet: herramientas de investigación literaria participamos, junto a Vicente Forés, Rafael Cruz, Adolfo Plasencia, Julia Almodóvar, Miguel Ángel Keith, Laura Monrós Gaspar, Juan Pérez Moreno, Anna Marí Aguilar, Ryan Pipkin y Mark Waters en el evento en red titulado Cervantes meets Shakespeare.
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