Cada vez es más habitual que las empresas utilicen mecanismos de inteligencia artificial para gestionar el trabajo. Este estudio examina los peligros para la salud causados por estas nuevas formas de gestión tecnológica. Los riesgos laborales se pueden reducir si se tienen en cuenta en la hora de programar el algoritmo. Este estudio confirma la necesidad que los algoritmos se programen correctamente, teniendo en cuenta estos riesgos laborales. Del mismo modo que los supervisores tienen que ser formados en prevención de riesgos para poder realizar su tarea, el algoritmo se tiene que programar para ponderar los riesgos laborales, y cuando estas características no existan, se tienen que tomar medidas para evitar que el algoritmo se utilice para dirigir a los trabajadores. El algoritmo tiene que evaluar todos los factores conocidos que representan un riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores. Por lo tanto, parece necesario incorporar una evaluación de riesgos obligatoria realizada por especialistas en la programación de algoritmos para que se tengan en cuenta los riesgos determinados.
El uso de algoritmos y de inteligencia artificial para la gestión del trabajo
La inteligencia artificial se está incorporando progresivamente a la gestión del trabajo en las empresas. Entre otros, se utiliza para establecer turnos de trabajo, para asignar tareas a los trabajadores, para hacer contrataciones, para evaluar el trabajo realizado y, incluso, para despedir trabajadores.
Para llevar a cabo estas tareas, las empresas confían en estos mecanismos tecnológicos para procesar toda la información disponible y tomar las decisiones que más benefician a la empresa. De esta manera, la inteligencia artificial y los algoritmos están sustituyendo la toma de decisiones humana.
Los riesgos laborales asociados a la gestión del trabajo mediante algoritmos
La incorporación de estas nuevas tecnologías a la gestión del trabajo comporta determinados riesgos para la salud de las personas que trabajan bajo esas circunstancias. Estos riesgos están asociados con la monitorización constante del trabajo, la carencia de empatía y conocimiento de los límites humanos (que derivaría en una intensificación del trabajo), la reducción de la autonomía del trabajador, la discriminación oculta bajo los algoritmos y la posibilidad de errores de funcionamiento.
Formas de prevenir los riesgos laborales
Estos riesgos solo pueden reducirse o prevenirse en caso de tenerlos en consideración a la hora de realizar la programación del algoritmo que se incorporará a la gestión del trabajo. Así, el algoritmo tiene que ser transparente, estar adaptado a las capacidades reales de trabajo de los trabajadores y respetar su autonomía y privacidad.
Para conseguir esto, el artículo defiende la necesidad de desarrollar una regulación específica para proteger la salud y seguridad de los trabajadores frente a los riesgos específicos asociados a la utilización de algoritmos o inteligencia artificial en la gestión del trabajo. En ese sentido, la regulación tendría que incluir la necesidad de una evaluación de todos los factores conocidos que suponen un riesgo (realizada por especialistas), así como la obligatoriedad que las decisiones tomadas con estas tecnologías estén bajo supervisión humana.
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