El pasado 3 de junio se celebró la tercera sesión de la Comisión municipal no permanente para la Reconstrucción de la ciudad de Valencia tras la pandemia de la COVID-19. En el acto estuvo presente como invitada la Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo de la Universitat de València, y contó con la intervención de su director, el profesor Omar Cauli, de la Facultad de Enfermería y Podología.

La Comisión municipal no permanente para la Reconstrucción de la ciudad tras la pandemia de la COVID-19 se ha reunido varias veces con diferentes entidades y expertos para diseñar un plan para la regeneración del tejido social y económico de la ciudad. En esta ocasión, la sesión estuvo dedicada a la vertiente social de la reconstrucción, y especialmente centrada en la equidad y garantía de los derechos sociales.

Para ello, se contó con las aportaciones y propuestas de seis personas expertas en el campo de la promoción social. Como en las ocasiones anteriores, la sesión se prolongó por la tarde con el testimonio de representantes de asociaciones y entidades de la sociedad civil. El profesor Omar Cauli, director de la Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo de la Universitat de València, centró su intervención en las políticas y líneas de acción encaminadas a la atención a las personas mayores, uno de los colectivos más directamente afectados por la enfermedad de la COVID-19. Tal y como aseguró el profesor Cauli, “es necesario un plan de reconstrucción porque la pandemia ha cambiado nuestra vida para siempre, y no solo entre los ancianos, aunque haya tenido una incidencia especial, sino en todas las franjas de edad”.

El experto en envejecimiento activo afirmó que “la ayuda social en el caso de las personas mayores es también ayuda sanitaria y económica”, y advirtió de las consecuencias de la soledad, “que afecta a la calidad de vida de todas las personas, especialmente a la de aquellas de más edad”. Omar Cauli señaló, asimismo, que el colectivo de mayores presenta una gran diversificación tanto física como intelectual y económica: “no todas las personas mayores tienen la misma vulnerabilidad”, remarcó. Y por eso incidió en que, al priorizar las líneas de intervención, “hay que tener cuidado con proteger y cuidar a los mayores según sus necesidades y circunstancias, y siempre evitando infantilizarlos, estigmatizarlos, y adoptar actitudes de gerontofobia”.

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