La Fundación Juan José Castellano Comenge (JJCC), se constituyó en noviembre de 2016 con dos objetivos principales: por un lado, la asistencia a las personas que por cualquier circunstancia sufran marginación social, y por otro, la promoción y fomento de pintores emergentes valencianos o residentes en Valencia.

 

Es por lo tanto, una Fundación muy joven; sin embargo y a pesar de ello, ha comenzado con paso rápido y firme. En el ejercicio 2017 cumplió, con creces, con el primer objetivo, ayudando y colaborando económicamente con diversas instituciones y asociaciones privadas de carácter benéfico y así volverá a hacerlo en el presente 2018.

 

Con respecto al segundo objetivo, la Fundación, con solo 18 meses de existencia, ha promovido la I Bienal de pintura Mª Isabel Comenge  para ayudar y difundir las creaciones y actividades de los pintores emergentes valencianos, con la más importante dotación económica para un premio de pintura en la Comunidad Valenciana.

 

Y la Fundación JJCC, ha querido ser diligente y rápida en este segundo objetivo de fomentar y promocionar a los pintores valencianos, pues pienso firmemente que la pintura es arte y que el arte es cultura y que la cultura es educación, sabiduría y riqueza, sobre todo, espiritual, claves para conformar el patrimonio de un pueblo y en definitiva un mundo mejor y más pacífico.

 

Quiero dar la enhorabuena a los pintores que han sido seleccionados  en esta I Bienal y a los que no lo han sido, animarles a que no desistan, sino muy al contrario, que sean persistentes y que recuerden que en el 2020, la Fundación JJCC ya tiene programada su II Bienal.

El jurado de la primera Bienal María Isabel Comenge ha tenido en cuenta la calidad de las obras presentadas, formal y conceptualmente, y también los lenguajes innovadores que pueden aportar complejidad y cuestionamiento de los discursos pictóricos contemporáneos. A pesar de que la convocatoria se dirige a artistas emergentes, y también precisamente por ello, se ha tenido en cuenta la madurez de los trabajos así como que las apuestas sean sólidas, propias de actitudes en proceso de búsqueda y elaboración de itinerarios propios de consciencia y convicción.

 

Aunque se ha presentado una sola obra por artista, el jurado ha tenido en cuenta estas ideas y ha deliberado en torno a cada trabajo, conscientes de la siempre relativa conclusión que resulta de un juicio en relación a una obra de arte y a tentativas artísticas subjetivas y respetables por igual. Quizá por eso se denomina “fallo” al resultado que emite un tribunal o jurado en cualquier disciplina. De ahí que desde estas líneas felicitemos y agradezcamos la participación de todos los autores y animemos a todos ellos a seguir comprometidos con la práctica pictórica, con toda la complejidad y la exigencia que requiere. Decía Eduardo Arroyo que “ser pintor, es seguir siéndolo” y en esa frase se concreta, de manera explícita y muy gráfica, el compromiso y la insistencia que requiere la práctica artística y también la vigilia y la atención de la mirada artística.

 

Entendemos que todos los seleccionados son “premiados”, ya que sus trabajos tendrán la oportunidad de ser vistos en la exposición que tendrá lugar en la Sala Estudi General  del Centre Cultural La NAU y completar así la aspiración de toda obra de arte, que concluye con la contemplación y la participación de los espectadores. En esa liturgia, que incluye comunicación y disfrute, cobra sentido todo el proceso y el trabajo de cada artista que, con cada tentativa, intenta describir o presentar una parte o un aspecto del mundo y hacerlo visible exponiéndolo al consenso. En este caso, la diversidad de las obras seleccionadas resulta un buen reflejo de un panorama contemporáneo ecléctico, poliédrico y dinámico como el contexto de la sociedad y el momento vital de nuestro entorno Cultural y Social.

 

Por último, reseñar aquí el agradecimiento a la Fundación Juan José Castellano Comenge (JJCC) por esta iniciativa de mecenazgo que hace posible esta Bienal tan oportuna y necesaria para el fomento y el estímulo de las Artes y también a  la Universitat de València por acoger la exposición de las obras seleccionadas al tiempo que deseamos una larga andadura a esta bienal que nace con tan buenos augurios y que a buen seguro se consolidará como una cita puntual en torno a la Pintura en su dimensión más viva e intemporal.