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CINC SEGLES I UN DIA

Cartel de la exposición conmemorativa
Cartel de la exposición conmemorativa "Cinc segles i un dia". Fotografía Concha Prada, 1999

 

 

Cinc Segles i Un Dia es el relato posible de los episodios que han ido creando la larga historia de la Universitat de València y convirtiéndola en lo que es hoy. Un relato protagonizado por profesores, estudiantes y personal de administración de las más variadas épocas y características. Diversas han sido también las circunstancias que han ido organizando los saberes y el poder de esta universidad, que nació de la ciudad de Valencia y que hoy quiere continuar siendo parte fundamental de ella. Esta exposición -con sedes en los edificios de la calle de la Nave, el Jardín Botánico y el palacio del marqués de Dos Aguas- aspira a compartir las luces y las obras de esta institución con la sociedad que la ha hecho posible.

 

Sobre sus cinco siglos de vida se nos han planteado diversos problemas en cuanto a la amplitud temática, una cronología dilatada y el estado de conocimientos sobre el pasado remoto o no tan lejano de la Universitat. Por esta razón, hemos querido que esta memoria utilizara diferentes registros en cuanto al contenido -dando importancia a los más inéditos- y en el tratamiento formal y escenográfico.

 

Aunque hay noticias de algún intento anterior, la Universitat de València tuvo su primer historiador a comienzos del siglo XVIII, con el rector Ortí i Figuerola. Más tarde, en 1868, apareció la obra de Velasco y Santos escrita con el digor documental propio de la cultura del siglo XIX. Siguieron otros, como las de Vilanova o Riba, sin embargo es necesario esperar los años sesenta para comenzar a leer una historia que -alejada del documento jurídico- se plantease un acercamiento de naturaleza más social e intelectual. Hoy son muchos los profesores -de dentro y fuera de la casa- que trabajan sobre diferentes momentos y problemas de la historia universitaria. Valencia puede que sea la universidad española que con mayor riqueza temática y temporal ha investigado sobre su pasado. 

 

Cinc segles i un dia es una exposición deudora de esta tradición y de nuestro caudal de conocimientos.  Una tradición histórica que va y viene de los "barones ilustres" al case study y a la relación de la universidad con su entorno cultural y científico; un estado de conocimiento desigual en el que aún quedan muchas zonas oscuras. No obstante, los que lo hemos trabajado no sólo hemos administrado con mayor o menor fortuna lo que ya sabíamos, también nos hemos propuesto hacer un trabajo creativo. La expsoción no solo conmemora y compila, sino que ha tratado de ser una reflexión sobre el hecho universitario para lo cual hemos invitado a diferentes artistas que han hecho prevalecer la sobriedad del concepto sobre la espectacularidad de los medios. Por ello, la sección Veus i imatges, presentada en la capilla de la Sapiencia y realizada por Daniel García Andújar, quiere ser un contrapunto de la exposición histórica, mostrando, mediante filmaciones, la forma como la sociedad percibe la universidad, y de qué manera ésta se percibe a sí misma.

 

La exposición se presenta en tres sedes y no sólo por la necesidad de espacio, sino también por la voluntad de que la historia de la Universidad se extienda por la ciudad que la creó y a la historia de la cual está vinculada. El viejo edificio de la Nave acoge el relato más extenso, la historia de la universidad desde su fundación hasta hoy. En el Jardín Botánico se nos traza la evolución: desde el inicial y modesto huerto de simples, creado el 1567 en relación con los estudios médicos, hasta el actual jardín dedicado a la conservación de la biodiversidad vegetal. Finalmente, en el palacio del marqués de Dos Aguas se esbozan las relaciones entre medicina y sociedad en Valencia entre los siglos XIX y XX, a partir de los valiosos fondos de la Biblioteca y Museo Historicomédicos de la Universitat de València.

 

Cinc Segles i Un dia, presenta una narración ordenada cronológicamente y tres apartados de carácter temático. La primera parte del relato –repartida en tres salas- recorre el largo periodo que va de la universidad del antiguo régimen a la que emerge con los liberales. Comprende desde la fundación, en 1499, hasta la celebración del IV centenari, en 1902, un acontecimiento que va fue –como este de ahora- celebración y reforma, y planteó la debatida cuestión de la autonomía universitaria. Con ella comienza nuestro siglo, una época en la cual la universidad ha conocido grandes cambios y circunstancias políticas de carácter muy variado entre la dictadura de Primo de Rivera, la esperanzadora segunda República y la larga dictadura del general Franco. Un periodo más evocado que descrito en la sección titulada Entre dos dictaduras. Si en el comienzo de los años treinta estudiaban dos mil alumnos, hoy lo hacen alrededor de sesenta y cinco mil. Nuestro siglo, por tanto, es sobre todo el siglo de los estudiantes, un sector decisivo de la vida universitaria que en los años sesenta y setenta no solos creció de manera notable, sino que también protagonizó un episodio de combate contra la dictadura – que se ha presentado bajo el título Democracia sí, dictadura no- escasamente atendido por la memoria de la transición política en España. Para acabar la apostilla y un día recoge fragmentos desde variadísimos escenarios, afanes y gestos que dan forma a un día lectivo cualquiera de la plural comunidad universitaria: sus alumnos, los tres mil quinientos profesores o los aproximadamente mil quinientas personas que se ocupan de la administración y los servicios, en los tres campus: Blasco Ibáñez, Burjasot-Paterna y Naranjos.

 

Este orden temporal se ha completado con dos muestras de carácter temático, además de la ya citada que se presenta en la capilla. Una está dedicada a la historia de la biblioteca universitaria, creada en 1785 a aprtir de la donación de Francesc Pérez y Baier y enriquecida más tarde con aportaciones públicas y donaciones particulares. La otra considera la manera en que la universidad y la ciudad se han relacionado.  Si la ciudad creó la universidad, en este siglo -con la aparición de los campus- ha sido la universidad la que ha jugado un papel importante en la fisionomía de la ciudad y en su distribución zonal por usos.