Exposiciones

Jueves 14, a las 20.00 horas
Sala de la Muralla
Inauguración de la exposición
R. Ramírez Blanco. "Dibujos y pinturas"
del 14 de noviembre de 2013 al 31 de enero de 2014

Que es en muy pequeño número; muy poco frecuente, extravagante, que obra de manera anormal. De este modo define el Diccionario de Real Academia el término raro. Estas acepciones podrían convenir a Ramírez Blanco, R. Blanco o R. White, pintor un poco esquivo nacido en Arjonilla el 1950, que también vio la luz en Valencia, el 1904, y murió, después de una larga enfermedad, a Milà, el 1966. Un artista sobre el cual escribió Andrea Silverstein, gerente de Karl Alexander Gallery. No se trata de desdoblamientos o escisiones, tampoco de ironía sobre el concepto de autor, es tan sólo ejemplo de la inclinación del pintor a desaparecer, a borrarse de la escena. No ha sido tampoco pródigo en exposiciones, a penas once entre 1974 –primera individual, a la galería Buades– y 2008, la última, a la galería y Leonarte. Ahora, la Sala de la Muralla acoge estas pinturas y dibujos en que por primera vez rompe la convención de la obra reciente y muestra trabajos datados entre 1969 y 2013, una manera de afirmar que se mantienen las preocupaciones en torno a los problemas de la representación, del uso equívoco de los códigos y los signos de la percepción visual.

Reunir obras de tan variada cronología es una manera de relativizar el trabajo. No hay aquí epifanía ni marcha triunfal: a penas un repetido bucle entre el lápiz y el pincel. Un bucle no exento de escepticismo, como en las palabras de Karel Čapek que me transcribe con resignada lucidez: «Ya he llegado a la conclusión que generalmente uno piensa algo diferente del que debería de; dice algo diferente del que piensa; y los otros entienden algo diferente del que uno en realidad ha dicho».