XII
Durmiendo, turnándonos para girar como planetas
que rotan en su prado nocturno:
un roce es suficiente para hacernos saber
que no estamos solas en el universo, ni siquiera al dormir:
fantasmas del sueño de dos mundos
que andan por sus ciudades fantasmas, casi guiándose entre sí.
Desperté con tus palabras murmuradas
hace años luz —u oscuridad—,
como si mi propia voz hubiese hablado.
Pero tenemos voces diferentes, incluso en sueños,
y nuestros cuerpos, tan semejantes, también son tan distintos
que el pasado que reverbera en la corriente sanguínea
va cargado de idiomas diferentes, diferentes significados—
sin embargo, en cualquier crónica del mundo que compartimos
podría escribirse con un sentido nuevo que
éramos dos amantes de un mismo género
éramos dos mujeres de una misma generación.
Adrienne Rich. Veintiún poemas de amor. 1974-1977
Este proyecto surge de la necesidad de rastrear universos en los que la identidad se desvanece para dar paso a gestos, imaginarios, afectos, relaciones, encuentros y fugas. La proposición del yo discursivo falocéntrico queda substituida por la de un lugar en el que las maneras de hacer y las prácticas articulan el significado, un mundo deshegemónico, de mujeres (no en el sentido esencialista del término), híbrido, pero a la vez pulsional y latente.
Son esos lugares experienciales, sensoriales en los que se intuye una presencia, situada, vulnerable y poderosa a un mismo tiempo.
Espacios de resonancia que se manifiestan en propuestas que transitan por el eros, el giro hedonista y el deseo, el amor, la amistad, lo ancestral, lo fragmentado, el objeto fetiche como repositorio de memoria, espacios de invisibilidad y espacios de vulnerabilidad. Temas que atañen a historia/s de vida, afectos y desafectos, genealogías presentes y ausentes, emociones que son, de consuno, eternas y universales.
Frente a la rotundidad del discurso heteronormativo, nos aproximamos a metodologías artísticas que encuentran su materialidad en la cerámica, la ilustración, el collage, l’objet trouvé desde una poética que interpela nuestras cuerpas. Descomponer y recomponer, recolectar, tejer, tintar, acariciar y positivar. La metáfora como artefacto de una enorme potencialidad para liberarnos de los prejuicios que nos sujetan y nos anclan.
