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KILLING THE WORLD

Fotografía © Ricardo Arduengo
© Ricardo Arduengo
 
 
 
Participantes:
 

 

 

 

 

 
Caroline Power
Ricardo Arduengo
Xaume Olleros
Kerstin Langenberger
Patricia de Melo Moreira / AFP
Georgina Goodwin
Nina Berman
Luc Forsyth
Ed Kashi
Matilde Gattoni
 
 
 
 
El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y supone una presión adicional para nuestras sociedades y el medio ambiente. Desde pautas meteorológicas cambiantes, que amenazan la producción de alimentos, hasta el aumento del nivel del mar, que incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas, los efectos del cambio climático son de alcance mundial y de una escala sin precedentes.
 
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que fue creado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con el objetivo de proporcionar una fuente objetiva de información científica concluyó en el año 2013 que el cambio climático es real y las actividades humanas son sus principales causantes.
 
2017 fue, en términos climáticos, un año de desastres y fenómenos extremos. El verano fue uno de los más calurosos desde que hay datos y se batió el récord de mayor temperatura registrada nunca: los 47,3 grados centígrados que padecieron el 19 de julio en Montoro, Córdoba (el anterior registro más extremo se dio en 1994 en Murcia, con 47,2 grados). No fue el único día asfixiante, ni España el único país en batir sus marcas. Australia, especialmente Sídney y Brisbane, alcanzó temperaturas inusualmente altas. También California, en Estados Unidos. Por otra parte, a finales de diciembre, Estados Unidos y Canadá se congelaron hasta cotas nunca vistas. Una feroz ola de frío en el Ártico hizo descender el termómetro en Minnesota hasta los -42 grados.
 
A estas alturas, casi todos los expertos coinciden en que todos estos fenómenos, incluidos tres huracanes de máxima categoría, se deben al cambio climático.
 
Podemos creer que estos cambios no nos afectarán, que no serán para tanto, pero la brutal realidad de lo que le hemos y le estamos haciendo al planeta nos ha alcanzado. Ciudad del Cabo, Sudáfrica, la segunda urbe más grande del país surafricano, con cuatro millones de habitantes, desató la alarma anunciando en febrero de este año que está a pocos meses de convertirse en la primera ciudad del mundo sin agua corriente para el suministro diario de su población. La ciudad lleva meses en la cuenta atrás para el día cero. Cuatro millones de habitantes se abastecerán de agua a través de 180 camiones cisterna con un límite de 25 litros diarios. Una cantidad ínfima, si se tiene en cuenta que sólo una ducha de 2 minutos consume 20 litros y que se necesitan otros 5 para alimentarse.
 
 
 
 
 
© Matilde Gattoni