Los seres humanos estamos formados mayoritariamente de agua. Tres cuartas partes de nuestro planeta son agua. Estas, y otros muchos datos, nos demuestran que el agua es un elemento esencial para la vida.

La presencia o la ausencia de agua lo determina todo, forma distintos ecosistemas y, en consecuencia, paisajes sustancialmente diferentes.

Por otro lado, la calidad del agua tiene consecuencias directas en cualquier ecosistema, incluido “el ecosistema humano”, no solo ambientales sino también sociales. Imaginémonos ahora cómo sería nuestra vida si vivimos en una comunidad donde no hubiera agua potable. A buen seguro que sería radicalmente diferente, seguramente peor.

En definitiva, el agua es nuestro tesoro más preciado, un regalo que nos da la naturaleza, y como tal lo tenemos que gestionar. Es fundamental tomar conciencia de todo el que el agua aporta a nuestras vidas y hacer un uso sostenible.

• Agua dulce, agua salada
• De dónde vienes, a dónde vas, un mar de posibilidades
• Con los cinco sentidos y uno más
• Tú me das la vida, yo te alargo la tuya