La digitalización y las crisis recientes han acelerado transformaciones profundas en el uso del espacio urbano y rural, afectando al comercio, el turismo y la provisión de servicios básicos.
Hallazgos clave
3.1. El ascenso del modelo urbano policéntrico y la nueva geografía del trabajo. Los estudios sobre Madrid y Zaragoza (2,7) muestran que no estamos ante una "muerte del centro". Se está configurando un modelo urbano policéntrico: los centros mantienen su función de interacción y sede de servicios "reactivos" (comercio, finanzas, ocio), mientras que la periferia gana un nuevo protagonismo como nodo logístico (impulsado por la "economía de la entrega" y el crecimiento de las actividades de mensajería) y como espacio de residencia y teletrabajo para los servicios de conocimiento. Los estudios de Madrid nos muestran la naturaleza multiescalar de las redes de la logística urbana, observando un crecimiento en toda la periferia metropolitana de almacenes y naves logísticas, pero también en el interior de la ciudad central, asociadas a la llamada “última milla”.
3.2. La paradoja de la revitalización comercial: homogeneización, desiertos y canibalización. La pandemia ha acelerado procesos de reconfiguración comercial en los espacios urbanos motivados por el cambio en las pautas de consumo y en la digitalización del sector. Las grandes cadenas comerciales han protagonizado una "vuelta al centro" con modelos de flagship stores, localizados en áreas emblemáticas y en espacios de frecuentación turística (7). Esto, si bien revitaliza ciertos ejes, también provoca una homogeneización del paisaje, así como la creación de "desiertos comerciales" en áreas en declive y en los barrios populares (18). Los actores locales confirman esta tendencia, que cifran con una pérdida del 10% del tejido comercial desde 2019, principalmente comercio local y de proximidad, mientras constatan la proliferación de locales vacíos (6) en barrios y nuevos desarrollos, así como una "canibalización" entre centros comerciales, o bien forzando a otros a transformarse radicalmente.
3.3. Dinámicas urbanas: tipologías de calles y la transformación del comercio a servicios. En las ciudades medias de Catalunya, la categorización de las calles urbanas en Atracción, Estancia, Caminabilidad y Residuales es fundamental para comprender la evolución del comercio minorista y la vitalidad de los centros urbanos. Cada tipo de calle cumple una función específica, influenciada directamente por las dinámicas socioeconómicas y la constante transformación del paisaje comercial. Las Calles de Atracción de los centros urbanos están mutando: un desplazamiento de comercios esenciales a la periferia y una intensificación de la restauración y servicios, señalando una clara turistificación hacia el ocio y el consumo experiencial. Las Calles de Estancia complementan esta tendencia, ofreciendo espacios de descanso que potencian la experiencia de los visitantes. Las Calles de Caminabilidad actúan como la infraestructura vital, conectando eficientemente todas estas zonas y facilitando el movimiento peatonal. Por contraste, las Calles Residuales permanecen al margen, con poca actividad y sin contribuir a esta nueva vitalidad central. Así, la evolución del comercio no solo cambia el tipo de establecimientos, sino que también redefine el propósito y la interacción entre las distintas tipologías de calles, creando un centro urbano más especializado y experiencial.
3.4. La doble cara de la proximidad: validación desde el sector comercial. Los actores del comercio confirman la "revalorización de la proximidad", con un 46% de los consumidores valencianos comprando cerca de su hogar. Sin embargo, también validan la paradoja: la pérdida del 10% del tejido comercial de proximidad desde 2019 y la proliferación de locales vacíos, mientras las grandes cadenas se reorganizan y los modelos de negocio basados en la economía circular y la conveniencia fast food crecen exponencialmente (6). En el caso de Zaragoza, los comerciantes locales y de proximidad ven con preocupación la reconfiguración del sector, aunque evidencian la proximidad como uno de sus principales valores y atractivos, en particular en barrios populares. Por su parte, las políticas públicas de apoyo al comercio local y de proximidad han sido muy insuficientes durante la postpandemia, centrados en programas de fidelización e incentivos directos al consumo y en ayudas para la digitalización del sector poco enfocadas en las necesidades reales del pequeño comercio. Otras ayudas se han centrado en intervenir en el espacio público para mejorar su calidad y dinamizar el comercio, creando en algunos casos "centros comerciales abiertos" (18, 19).
3.5. La paradoja del comercio híbrido: un dilema para el consumidor urbano. En las ciudades medias de Cataluña, los consumidores se enfrentan a un dilema. Por un lado, les atrae la comodidad de comprar online o en grandes superficies. Por otro, quieren apoyar el comercio local. Esta situación crea una paradoja en sus decisiones de compra. Esta tensión se manifiesta de diversas maneras entre los usuarios de los centros urbanos: desde el "consumidor concienciado", que vive un conflicto entre sus valores y la practicidad, hasta el "consumidor urbano de experiencias", que prioriza el ocio y la cultura, o el "funcional", que busca eficiencia, y el "paseante", cuyas compras son más espontáneas. Cada perfil navega y resuelve, a su modo, este complejo escenario de opciones en el corazón de la ciudad.
3.6. Ciclodistribución y la paradoja del consumidor: sostenibilidad vs. conveniencia en la última milla. La distribución urbana de mercancías está cambiando, y la ciclodistribución emerge como una alternativa sostenible clave para la logística de última milla. Los consumidores priorizan la rapidez, el precio y la comodidad sin una influencia de los factores sociodemográficos en la conciencia ambiental y social.
3.7. Movilidad infantil en Barcelona: más allá del ensanche. Los resultados de nuestro estudio revelan que la aparente funcionalidad de los barrios tipo Ensanche en Barcelona no siempre se traduce en una buena movilidad autónoma para los niños. En estos barrios, el tráfico intenso y la escasez de espacios verdes generan percepciones de miedo y limitan el desarrollo infantil. Curiosamente, los barrios con mejor puntuación en el Índice de Movilidad Autónoma Infantil (MAI) son los antiguos núcleos históricos de pueblos anexionados como Sants, Gràcia, Les Corts o Sant Andreu. En contraste, los barrios con peor MAI son los periféricos, que se caracterizan por su vulnerabilidad, inseguridad, dispersión y la falta de espacios y usos adecuados para la infancia.
3.8. Exclusión financiera: el lado oscuro de la digitalización en el territorio rural. Las mismas estrategias de optimización que son un signo de resiliencia en los espacios urbanos (banca online) provocan exclusión en el territorio rural. El estudio sobre Aragón (9) identifica una "exclusión financiera de Tipo I" (ausencia total de sucursales en municipios pequeños y envejecidos) y de "Tipo II" (saturación de las pocas oficinas que quedan en cabeceras más grandes y en las ciudades). Este proceso, impulsado por la reestructuración bancaria post-2008 y por los efectos de la pandemia, agrava el círculo vicioso de despoblación y envejecimiento.
3.9. Del monocultivo turístico a la diversificación inteligente. El análisis de los destinos turísticos (8) muestra dos modelos opuestos. Por un lado, la vulnerabilidad de la "insularidad" y el monocultivo turístico (Baleares), que genera overtourism y presión sobre los recursos. Por otro, el modelo de ciudades medias como Osuna, que apuestan por la diversificación inteligente, capitalizando activos intangibles para crear productos innovadores como el "turismo filmográfico" (efecto "Juego de Tronos"). Esto se complementa con el auge del "turismo creativo", basado en la co-creación de experiencias con el talento local.