Las categorías en las que necesariamente han de encajar las buenas prácticas presentadas al Observatorio son las siguientes:
- Buenas prácticas en el desarrollo de actividades académicas.
- Buenas prácticas en el desarrollo de actividades de investigación e innovación.
- Buenas prácticas en el desarrollo de actividades de divulgación y difusión cultural, académica, científica y tecnológica.
- Buenas prácticas en la dirección y gestión de los recursos de las Cátedras para el desarrollo de sus actividades.
A estos efectos, se define como buena práctica, en cualquiera de los cuatro ámbitos enumerados anteriormente, el conjunto de principios, medidas, actuaciones y experiencias que, habiendo reportado ventajas de distinto tipo (académicas, mejora del empleo universitario, económicas, sociales, de satisfacción, etc.) para las organizaciones promotoras de la cátedra institucional de forma constatada y probada, se pueda plantear como posible referente a seguir para acercar la mejora a otras entidades.