El pasado 1 de octubre se celebró el Día Internacional de las Personas Mayores, y un reportaje de À Punt Mèdia aprovechó para analizar más detenidamente qué déficits tiene este colectivo, sobre todo en estos momentos en los que la pandemia de la COVID-19 hace que estas personas sean un grupo de máximo riesgo.
Entre los problemas que ha generado la COVID-19 está el hecho de que los 50 Centros de Actividades para las Personas Mayores hayan tenido que cerrar sus puertas y adaptar algunas de sus clases (como las de ejercicio físico) para que se realicen próximamente en espacios verdes municipales al aire libre, manteniendo las medidas de seguridad y siempre en cuando no empeore la situación epidemiológica en la ciudad de Valencia.
Entre las personas entrevistadas en el reportaje de À Punt destacó la intervención de Pilar Bernabé, concejala de Personas Mayores del Ayuntamiento de Valencia, que explicó que el número de personas mayores que se han apuntado a las actividades físicas al aire libre que se realizarán próximamente ha sido entorno a unas 4000 (10% del total de inscritos en los CMAPMs), siendo este un reflejo de la necesidad de las personas mayores de volver a realizar estas actividades.
Carmina Palau, presidenta de un CMAPM, puso de manifiesto los problemas de soledad de las personas mayores al estar los centros cerrados y estar más tiempo en casa con pocas o nulas posibilidades de interacción social con personas fuera del entorno familiar. Por su parte, Omar Cauli, director de la Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo y profesor de la Universitat de València, explicó cómo el sedentarismo de las personas mayores que no pueden realizar los talleres de actividad física, el miedo a salir de casa por su condición de extrema vulnerabilidad a la COVID-19, y el hecho de que estas personas estén encerradas en casa desde que se decretó el estado de alarma en muchos casos, puede agravar tanto trastornos y enfermedades físicas (como la diabetes o enfermedades cardiovasculares) como otras psíquicas (como la depresión).
Por último, se entrevistó a una usuaria de los CMAPM, que expresó su malestar por la situación de soledad, que la reportera Silvia Aucejo calificó como otra “pandemia silenciosa” que afecta a las personas mayores.
El reportaje completo se puede ver aquí.
